2. Tésido

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Milos llegó primero, seguido de Herin. Al rato llegó Andra exhausta.

-Ha caído por aquí -dijo Milos convencido.

-Vamos a dividirnos -propuso Andra que apenas podía hablar-, avisad con cualquier cosa que esté fuera de lo común.

La vegetación de la zona iba a complicar la búsqueda, no solo por el tamaño, si no también, por la densidad de la maleza, que dificultaba el movimiento del trío. Aunque, sin ninguna duda, el mayor problema que tenían eran unas nubes amenazadoras que se desplazaban a gran velocidad hacia ellos.

- ¡Mirad esto! -dijo Herin.

Los otros dos chicos se acercaron y vieron al pájaro de casi 30 centímetros entre dos zarzas. Milos se apresuró para sacar el animal de estas y quitarle las espinas que estaban clavadas en su plumaje color ocre.

- Era una pequeña águila -dijo Andra con algo de pena.

- ¿ Por qué ha caído en picado? -añadió Milos atónito.

-Tiene algo atado en la pata -dijo Herin mientras cogía el papel. Luego, lo desenrolló-. Parece que está escrito en otro idioma.

-Solo está al revés, idiota -Andra le quitó el papel de las manos con vehemencia y le dio la vuelta. Leía en voz alta:
- " El fuego ahoga a todo mi pueblo. [...]
Espero que ".

- No hay más -las manos temblorosas de la chica dejaron caer el papel al suelo.

- ¿Dónde está Tésido? -preguntó Milos.

- Al suroeste de Sopheal cerca de la frontera con Osgentir -respondió Andra recuperando la compostura.

-¡¿ Quéee ?! - dijeron al unísono los dos chicos. Ahora entendían mejor la reacción de Andra.

- Habrán pasado varios días de esto-razonó Milos.
un pensamiento triste se apoderó de él: "si la carta dice la verdad, Tésido será ahora unas ruinas junto con todos los seres vivos que habitaban allí". Y, aunque ya sabía la respuesta, preguntó:

- ¿creéis que el chico habrá...?

-¿ Chico ? -Andra interrumpió a su hermano-. Oh no creo, lo más probable es que fuese una chica, fíjate en la letra.

Milos y Herin no comprendieron muy bien lo que quería decir Andra. Pero, la elocuencia con la que se explicaba hizo que confiaran en su hipótesis.

Estuvieron alrededor de media hora más analizando la carta y sacando conclusiones hasta que una gota de agua le cayó en la cabeza a Herin. Este miró las oscuras nubes que ya estaban sobre sus cabezas y, tras avisar a los otros dos, echaron a correr.

Que volviesen rápido no impidió que se empapasen de arriba a abajo. La carta, en cambio, apenas se mojó, la llevaba Milos entre sus ropas.
Los gritos por parte de ambos hacia Andra, que se quedaba continuamente atrás, se perdían en el ruido de una lluvia cada vez más intensa.
Cuando llegaron a Iriato, Herin se despidió rápido y se metió en su casa. En ese momento, Andra y Milos envidiaron que viviese cerca de la entrada de la ciudad. A ellos todavía les quedaba un trecho.
No sabían que lo peor estaba aun por llegar, les esperaba Thioren, el lider de Iriato. A pesar de que lo llamaban " el templado" por su serenidad, la ira que poseía en ese momento no era comparable a ninguna tormenta.
Cuando los chicos entraron en su casa corriendo, chocaron con el cuerpo corpulento de su padre. La melena oscura y los ojos grises acompañaban a un rostro serio e inquisitivo.

- Podemos explicarlo -dijo poco convencido Milos.

Thioren permanecía callado.

- vimos algo fuera, fuimos a investigar y... - Andra fue interrumpida por su padre:

-No me importa dónde hayáis estado.

Su severa voz hizo que los chicos se estremecieran. Después, señaló con el dedo a una mesa de madera. Encima había dos espadas y un libro.
Los chicos bajaron la cabeza y se prepararon para un inminente sermón:

- ¿Cuándo vas a aceptar que te queda como mínimo un año para usar una espada Milos? Las leyes son las leyes, hasta los 18 nada, por muy hábil que seas. Ya lo sabes de sobra y aun así las coges a escondidas. Pero ahora resulta que no eres el único que toma cosas sin mi permiso -ahora se dirige a Andra-. Este libro estaba en una habitación bajo llave para que ni lo vieses, ¿Cómo has...? Bueno, ¿sabes qué? da igual ¿Os gusta salir por ahí no? ¡ Pues se acabó eso! ¡ No saldréis de casa en una semana!

-Pero eso es injusto -replicó Milos.

- Oooh, créeme, no quieras que te ponga un castigo injusto. Con ninguno de mis compañero o enemigos he perdido la templanza, por algo me llaman así. Pero vosotros... -paró un instante y cogió aire-, ¡ vosotros me sacáis de quicio!

Thioren se quedó a gusto con sus palabras y, cuando se fue, Milos le dijo a Andra en voz baja:

- Mejor le hablamos sobre el mensaje de Tésido mañana, vaya a ser que guarde el papel bajo llave.

Andra no pudo evitar reírse.





El Orbe BlancoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora