No había amanecido cuando se despertó el escuadrón, aunque, iba a ser difícil ver algún rayo de sol con las inoportunas nubes que chocaban entre sí y formaban un cielo totalmente gris.
-El bosque sabe que vamos -dijo Thioren en voz baja.
- O ha sido mala suerte -respondió Tyres, que pasaba por al lado.
Estaban en la pequeña plaza, preparando a los caballos. Una vez terminaron, se despidieron de Pereamir y de los tres compañeros, que, definitivamente, no seguían.
Los diez que quedaban se pusieron en marcha. Milos cargaba con aquel paquete misterioso y Herin, que estaba a su lado, no podía parar de mirarlo.
- ¿Qué crees que será?
- Ni idea, hay tantas posibilidades.
En un rato llegaron a la entrada del bosque y uno de los caballos se puso a dos patas relinchando. Tras este, los demás le siguieron.
- Los caballos no quieren adentrarse en el bosque, Thioren -explicó, Lenaro, el dueño del primer caballo.
Lenaro era uno de los caballeros más veteranos y, por tanto, de más confianza. Pero no hacía falta saber su historial para ver, en él, experiencia y compromiso. Su mirada fría y voz grave acompañados de una disciplinaria serenidad hablaban por sí solas.
- Dejadlos en libertad -ordenó Thioren.
- Pero, líder ¿no sería mejor bordear el bosque y olvidar el paquete? - preguntó uno de ellos.
-Vamos a tardar más si vamos con todas las provisiones a pie -dijo otro.
- Confiad en mí.
Fieles a las directrices de Thioren, cada uno soltó a su caballo. Estos galoparon hacia el poblado, que todavía se divisaba en el horizonte.
Si las decisiones de Thioren no habían generado suficiente controversia, esta última colmó el vaso. Un murmullo continuo los acompañó por el camino que se perdía dentro del bosque.Milos, Andra y Herin se encontraban casi al final, solo Lenaro estaba en retaguardia.
- Andra, ¿Tú crees que Papá ha perdido la cabeza?
- Decir eso es muy fuerte Milos, pero es cierto que se está equivocando. Los caballos son importantes. Ahora tenemos que cargar con las cosas, y, ¿Cómo piensa volver a casa? ¿A pie? Eso si que es una locura. Con suerte, en la capital, nos darán algunos caballos de agradecimiento.
-Disculpad mi reprendimiento -Lenaro se unió a la conversación-. No he podido evitar escucharos hablar sobre vuestro padre. Él es el hombre más sabio de los que estamos aquí. Y no solo eso, también el más astuto. Seguro que lo tiene todo pensado. ¿Por qué nos ha llamado a un grupo de personas pudiendo ir él solo? Habría tardado menos desde luego y vosotros no hubierais salido de la ciudad. Eso me lleva a otra pregunta: ¿Por qué no os ha mandado volver con los otros tres que se han ido? Es obvio que él os necesita. Realmente no sé qué planea, pero no hace cosas al azar. De hecho...
Un bramido ensordecedor hizo callar a todos, incluso al propio bosque. Parecía que venía de una bestia furiosa y grande, sin embargo, todo estaba quieto. Miraron a los lados, pero nada. Hacia arriba, tampoco.
- ha... ha sonado cer... cerca Thioren -Tyres casi no podía hablar.
Solo cuando observaron el entorno se dieron cuenta de que estaba mucho más oscuro que a la entrada. Las distintas alturas de los árboles y sus grandes hojas impedían que la luz llegase al suelo. Todo estaba coloreado de un verde oscuro, desde el poco césped que crecía, hasta los arbustos más frondosos que, además, les impedían ver mucho más que el estrecho camino.
Después de estar unos instantes petrificados, Thioren, que estaba el primero, se dirigió al grupo con un hilo de voz:
- Sigamos caminando.
Pero, tras dar la vuelta y avanzar unos pasos, los detuvo con un gesto.
La razón fue obvia cuando todo el mundo paró de moverse: Se escuchaban ruidos, ruidos extraños, como de un animal comiendo. Thioren dio unos pocos de pasos más, y al fin lo visualizó.
Era enorme, negro y violento. Solo había que ver cómo devoraba a su presa, viva hasta hace un rato. Parecía un oso, pero mucho más feroz. Thioren no había visto nada igual antes. "Mientras esté comiendo no pasa nada" Pensó. Aquella bestia no se había dado cuenta de que tenía un gran botín a menos de 10 metros
Thioren retrocedió y el resto del grupo se imaginó la escena al ver el miedo de su rostro.
Todos sabían lo que tenían que hacer, andar sigilosamente hasta alejarse lo suficiente para salir corriendo. No hizo falta ninguna palabra más.
Por primera vez desde que estaban allí, había más tensión que humedad. caminaban despacio y en fila. Solo estaban concentrados en mirar al suelo para pisarlo con cuidado y seguir avanzando. Fue ese el mayor error.
Lenaro se dió cuenta: No había ni un solo ruido. Eso no podía ser bueno. Se asomó en el mismo arbusto donde lo hizo Thioren antes y solo quedaba el cadáver de la presa. Detrás suya no había nada, o eso creía él.
- ¡Corred! -mientras que gritaba, un zarpazo le recorrió todo el pecho.
La cota de malla que le protegía hirió también a aquella bestia. Este hecho lo aprovecho Lenaro para salir corriendo con el resto. Pero aquel animal no se iba a rendir tan fácilmente, se puso a cuatro patas y empezó una persecución.
Sin desviarse del camino, el escuadrón mantenía la pequeña ventaja, era difícil correr por un lugar tan estrecho y lleno de plantas, Y mucho más para el animal, que, aunque se conocía mejor el bosque, su inmenso tamaño le dificultaba el movimiento. Sin embargo, en algún momento serían alcanzados y eso podría tener un desenlace trágico. Thioren lo previó y planeó una contraofensiva.
¡Milos, Andra, Herin, Lenaro! ¡ Seguid sin separaros del camino! -a Thioren le costaba hablar; Primero, porque seguía corriendo; Y segundo, porque tenía que hacerlo fuerte, ya que era el primero-. ¡Los demás os quedáis conmigo y hacemos formación en v! ¡A la de tres! - cogió aire-. ¡Una! ¡Dos! ¡Tres!
Tres de ellos que tenían escudo se pusieron delante, los demás sacaron la espada.
Los chicos y Lenaro, que estaba sangrando, cogieron todas las cargas que pudieron para que los caballeros hiciesen frente a la bestia más cómodos y continuaron corriendo por el camino.
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El Orbe Blanco
AventuraUna sombra se extiende desde el oeste. La oscuridad ha poseido a Kygeron, lider supremo de Osgentir, quien planea reinar en las otras tres regiones. Para cumplir con su cometido, necesita un objeto arcaico, mágico y muy poderoso: El Orbe Blanco. Su...