A la mañana siguiente, la tormenta había desaparecido. Un sol primaveral se colaba en la amplia habitación de Thioren, que se levanto algo cansado, pero ya no estaba furioso.
En el comedor le esperaban Milos y Andra con un rostro serio y preocupado. Su padre se dio cuenta rápido y preguntó:- ¿Se puede saber qué os pasa?
Los dos chicos le enseñaron la carta. Y empezó a leer.
-¿De dónde habéis sacado esto? -Thioren pronunció cada palabra despacio.
-Estaba atado a un águila que cayó en picado ayer, cerca de aquí. -dijo Milos.
-Hay mucha distancia de Tésido hasta nuestra ciudad, ese pobre animal no habrá soportado el viaje ni las bajas temperaturas de Nodinfer -explicó Andra con un hilo de voz.
Thioren mantenía la mirada en el papel. Estaba tan concentrado que ni prestó atención a las respuestas de sus hijos. "Si esto es cierto no me puedo quedar de brazos cruzados".
-Debo irme a la ciudad de Nodinfer -Dijo rompiendo el silencio que se había producido.
-¿A la capital? ¿para qué? -Milos estaba algo confuso.
-Tengo que llevar esto hasta allí lo antes posible. El líder supremo debe saber esto y decidir qué hacer.
-¡Xafor! -la idea de Thioren iluminó la cara de Andra-. Me parece muy buena idea, aunque tardaremos 4 días en ir hasta allí.
- ¿Cómo que tardaremos? Vosotros dos os quedáis aquí. Como tú has dicho, va a ser un viaje largo y por consecuencia peligroso. No quiero correr riesgos. Yo me llevaré a un pequeño escuadrón conmigo y no tendré problemas. Ya dejaré a alguien a vuestro cargo.
- ¡Eso no es justo! -exclamó Milos-, nosotros hemos encontrado la carta.
- y me alegro mucho por ello, de hecho, os voy a levantar el castigo -dijo Thioren mientras salía de la sala-. Tengo cosas que hacer.
-Ni ha desayunado.
-Tú y yo tampoco nos vamos a quedar quietos, ¿verdad Andra?
Ella se encogió de hombros y luego se fue.
Más tarde, Milos se reunió con Herin, quien parecía que ya sabía lo que pasaba.
-Mi padre ya me ha contado lo de la excursión a la capital, planean partir mañana ¿no estarás pensando en acoplarte verdad?
Milos solamente sonrió.
- Oh dios mío, siempre he sabido que estabas loco, pero no tanto. Si te pilla te podría dejar encerrado en tu casa de por vida. ¿Lo sabes verdad? -Herin, al ver que su amigo no contestaba preguntó de nuevo: ¿Lo sabes?
- Claro que lo sé pero, ¿Acaso no tienes ganas de ir hasta allí? ¿De saber qué está pasando y qué va a pasar?
Herin hizo el mismo gesto que Andra. La idea de infiltrarse le estremecía, pero no más que a Milos. Sin embargo, este era más valiente y deseaba, impaciente, que llegase el siguiente día. "Las tropas de papá siempre llevan casco, puede que no me reconozca. Cuando se de cuenta ya estaremos lejos para enviarme de vuelta" pensó.
Los dos chicos continuaron hablando mientras paseaban por la ciudad, pero evitaron sacar el tema. La conversación pasaba de risas a temas más profundos.
Llevaban toda la vida juntos y se entendían a la perfección, como sus padres: Tyres era la mano derecha de Thioren y confiaba plenamente en él. Al igual que su hijo, Tyres era alegre y despistado. Esas eran las palabras con las que describía Thioren a su compañero.Después de comer juntos, Milos se despidió de Herin y se fue de su casa. Tenía algo más que hacer esa tarde.
Se dirigió a casa de Pento, uno de los caballeros de su padre. "Tal vez consigo que no vaya e ir yo en su lugar. Podría incluso coger prestada su espada" se dijo a sí mismo.
Una vez que estuvo en frente de la puerta, dio tres golpes secos con los nudillos. 5 segundos más tarde se escucharon pasos dentro de la casa, seguidos del sonido de la puerta abriéndose.- ¡Milos! ¡Qué sorpresa!
La persona que le saludó no era la que estaba buscando sino su esposa.
- ¿Está Pento?
- Sí claro, pasa.
La sonrisa acogedora de la mujer hizo que le fuese imposible negar la invitación.
-Muchas gracias.
En el jardín de atrás estaba Pento afilando su espada. Su piel tostada y el vello plateado delataban a un hombre al borde de la jubilación como caballero.
- ¡Buenas tardes! -Milos habló tan fuerte que le asustó-. Perdón por molestarle. Me imagino que mi padre ya le habrá contado el viaje a Nodinfer.
- Por supuesto, ¿Qué ocurre?
- Pues que creo que debería quedarse en casa descansando. No va a hacer falta.
Pento empezó a reírse.
- Ha pasado poco tiempo desde que Thioren dijo que me necesitaba. ¿Cambia de opinión tan rápido?
Milos, que sabía que no había sido buena idea decir eso, le siguió el rollo y se reía con él. "Así no voy a ningún lado" pensó. Luego dijo:
- Creo que podemos llegar a un acuerdo -sacó del bolsillo un puñado de monedas de plata.
-No me estarás sobornando ¿verdad? -Pento le guiñó un ojo.
-Oh no, claro que no...
ESTÁS LEYENDO
El Orbe Blanco
AdventureUna sombra se extiende desde el oeste. La oscuridad ha poseido a Kygeron, lider supremo de Osgentir, quien planea reinar en las otras tres regiones. Para cumplir con su cometido, necesita un objeto arcaico, mágico y muy poderoso: El Orbe Blanco. Su...