23. " Ricardo... Vuelvo a nacer"

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Empezaron las terapias de Ricardo y como se lo ordeno el Dr. Mendez Lorena vendrá hoy a su casa, como pudo Ricardo se puso presentable se afeito como de costumbre muy temprano y tararea su música favorita mientras acomoda su sweter, colocando perfume en sus mejillas a pesar de su desdicha amaneció muy contento, se mira al espejo y ve a un hombre mas delgado unos 10 o 15 kg menos, mira fijamente su reflejo y sus ojos se pierden por unos momentos... ¿Como alguien puede perder parte de su vida de la noche a la mañana?...Su alegría de inmediato se transforma en tristeza al no poder recordar nada de lo que le causo su accidente, sabe que detrás de todo ese misterio se oculta algo terrible que Monica no se atreve a decirle. 

Al fondo de la habitación  se ve una caja de madera cerrada con un candado, eso llama su atención y se acerca rodando su silla de ruedas muy sigiloso, la toma y esta cerrada, se pregunta así mismo ¿Que tendrá adentro?  Le da vueltas tratando de abrirla pero es inútil, ya que no posee la llave, la sacude para escuchar pero es imposible saber lo hay adentro. Su curiosidad se intensifica mas por no poder abrir dicho cofre, se dirige a gran velocidad al cajón de la mesita de noche sacando unos tijeras; justo cuando se propone a abrirla, Rosa lo interrumpe con el teléfono en la mano.

-¡Sr. Ricardo!- Dice con tono alto dándole suaves golpes a la puerta de la habitación- Lo llaman de la clínica.

Ricardo se sobresalta tratando de cubrir el cofre que posa sobre sus piernas con un paño.

-¿Quien dices que me llama?- Disimula y agarra el teléfono.

-El Dr. Mendez.- Responde la chica alejándose del cuarto.

-¡Gracias!- Eleva la voz mientras ve como se aleja y asoma su cabeza por el marco de la puerta.

-¿Alo Doctor, como esta? Dígame...

-Hola Ricardo ¿Como le va? es para recordarle que Lorena va hoy para su casa, hoy inician sus terapias, puede llegar de un momento a otro.

-¡OH claro! me disponía  a esperarla.

-Me alegra haberlo escuchado, se oye muy bien, recuerde venir a su control... ¡Suerte!

-¡Gracias Dr.! también fue un gusto escucharlo.

Cuelga el teléfono y coloca el cofre de madera en su lugar, ya sera para despues que averigüé lo que guarda. Se da unos últimos retoques en su cabello, sale de la habitación y cierra la puerta, al llegar a la cocina esta Rosa preparando el desayuno ya los niños se fueron a la escuela y Monica retomo su trabajo de maestra.

-Buenos días Rosa.-Dice haciéndola brincar del susto, no se había percatado de su presencia.

-¡Oh! sr. Ricardo.- Dice con la mano en el pecho- Me asuste no lo escuche venir.

-Tranquila, ¿Que haces?- Pregunta con una sonrisa en sus labios.

-Le preparo su desayuno y organizo lo del almuerzo aprovechando que los niños están en la escuela. -Dice mientras corta los vegetales con un enorme cuchillo que a lo lejos se ve muy afilado.

Sus ojos se posan en el filo de la hoja, a los lejos se escucha la voz de Rosa pero Ricardo no le toma atención ya que ese cuchillo le intriga y por su cabeza comienzan a pasar cosas extrañas, recuerda el mismo cuchillo pero bañado en sangre y de el caen gotas de sangre al suelo.

-¿Señor Ricardo?- Dice tocando su hombro.- ¿Le sucede algo?

Ricardo sacude su cabeza y frota sus cienes con la yema de sus dedos...-¡Nada!, no me sucede nada.- Dice frunciendo el ceño.

-Le digo que su desayuno esta servido.- Le ayuda a conducir su silla de ruedas hacia la mesa.

-¡Gracias Rosa!-La mira y una leve sonrisa se dibuja en sus labios.

Atrévete a Ser Mi AmanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora