15.Ana

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DAMIAN

¿Cómo le explico que es por su bien? ¿Cómo le digo que ella es a la que quiero? ¿Cómo se lo demuestro? ¿Cómo dejo de lastimarla?

Es gracioso, quien diría que en unos meses mi mundo iba a estar de cabeza por una niña, no se que pensar realmente, esta chica quizás no tenia el mejor cuerpo, no era la mas extravagante, pero tenia algo, ese algo que sabes que es pero a la vez no, era como las caricaturas, en las escenas donde había una deliciosa comida con un rico olor y los personajes volaban siguiendo el humo, así me hacia sentir ella, romántico ¿no?

Ana llego por detrás y dejo un beso en mi hombro.-Hola cielo ¿Cómo amaneciste?.-me voltee y la observe unos segundos, estaba cubriendo su cuerpo desnudo con las sabanas blancas de la cama, le dedique una sonrisa.

-Bien, ¿lograste dormir?

-No... pero tuve una preciosa vista en la noche, te ves lindo roncando.-solté un leve risa

-Si no fueras mi prometida diría que eres una acosadora

-Lo era ¿recuerdas?.-rodee los ojos

-En la adolescencia, creo que todos acosamos a alguien a esa edad

El teléfono ubicado en la mesa de noche comenzó a sonar, Ana se alejo de mi espalda y tomo el teléfono, me levante mientras ella respondía la llamada y me dirigí al baño, necesitaba una ducha relajante.

No traía nada puesto, lo que me hizo mas fácil, entre a la regadera y deje que el agua cayera, mi cuerpo necesitaba un descanso de todo, el agua caía sobre mis hombros y mi cabello, cerré los ojos y quise olvidarme de todo por un rato.

-Cielo.-nuevamente sentí el cuerpo de Ana en mi espalda.-¿pensabas bañarte sin mi?.-deposito cortos besos en mi espalda

-Necesitaba relajarme un poco

-Bañémonos juntos, mi padre quiere que estemos dentro de dos horas en su casa, podemos ahorrarnos tiempo de una vez.-me gire hacia ella, tenía una sonrisa maliciosa en su boca

-Esta bien

-También podemos hacer otras cosas.- paso su mano por mi pecho y lo acaricio levemente

-Cielo estoy cansado.-sonreí falsamente

-Tranquilo, me toca satisfacerte a mi.-se hinco frente a mi y me dedico una sonrisa "inocente", comenzó dejando besos en la parte interna de mis piernas, sus manos acariciaban mi "V" lentamente hasta llegar al principio de mi zona intima.-Damian déjate llevar

NO

No quería, no me gustaba esto, yo no la amaba, Dios Ana es preciosa, pero no puedo estar con ella, mi corazón pertenece a Jane. Jane, amaba cuando dejaba un recorrido de besos en mi espalda, cuando hacia pucheros, cuando acariciaba mi cabello mientras yo fingía dormir, amo su cuerpo, sus pechos del tamaño perfecto, su hermoso trasero, su cintura, sus caderas, Dios esta niña me tenía loco.

Sentí la boca de Ana en mi parte intima, y mi amigo no quería despertar, pronto se daría cuenta, y se enojaría, Ana enojada puede ser el diablo mismo.

Entonces deje mi imaginación volar, me sentía mal por esto, pero era la única forma, cerré los ojos y pensé en Jane entre las sabanas de mi cama, expuesta hacia mi, con su pequeña parte esperando por mi, pensé en ella masturbándose por mi, gimiendo mi nombre, pidiendo mas, como arqueaba su espalda en busca de mi, ese hermoso sonido cuando llegaba al orgasmo, me encantaba hacerla mía. ¡Dios! Jane me ponía de todas las formas, me iré al infierno por esto.

Sentí como mi cuerpo se contraía, mire a Ana, que me observaba con un brillo de lujuria en los ojos, alejo su boca de mi y me sonrió.-Ya, ¿estas mejor amor?.-se levanto y me sonrió maliciosamente.-Solo tenias que dejarte llevar Dami.- fingí una sonrisa

-Gracias Ana

*

Aparque el carro frente a la casa del padre de Ana y baje para rodearlo y poder abrirle, le extendí mi mano para que la tomara y bajo del auto, su cuerpo se señia con un vestido azul Real ajustado a la cintura y mostraba su pierna por un lado de este. Me sonrió y se adelantó para saludar a los invitados.

¿No que acabarías con esto? Mirate ahora,  en tu fiesta de compromiso. 

A lo lejos logré visualizar esa cabellera castaña, era Tara. ¿Tara?

¡Mierda!

Se acercó a mi sonriente.—Es extraño que no te veas horrendo.—me dijo molestando. Reí levemente.

—Olvide que te invité.—le sonreí, pero esa sonrisa se borró cuando visualice a Jane a unos metros de distancia, me observaba furiosa y con los ojos llorosos.—Disculpa.—dije y trote hacia Jane

—Jane...yo

—Te ves bien.—espetó.—¿cuando es la boda?.—hablo con tono amargo

—No... yo, dentro de unos días.—Eres un imbecil Damián

—Espero sea el mejor día de tu vida

El mejor día de mi vida fue cuando te conocí,  quise decir

—Estuve hablando con mi madre, y ya que te casaras,  supuse que ella se mudara contigo y no queremos ser una molestia, entonces nos miraremos dentos de unos días, antes de la boda.—no sabia que decir, no quería que se fuera, la necesitaba para aguantar este infierno.—creo que no dirás nada, entonces no te importa.—susurro lo último.— que seas feliz Damián, gracias por todo.

EL MEJOR AMIGO DE MI MADREDonde viven las historias. Descúbrelo ahora