EL MEJOR AMIGO DE MI MADRE

16. Es lo necesario

—¿Estas bien?

—Si, solo que extrañaré el apartamento

—¿El apartamento o Damián?

—¿Qué?

—Si, ustedes parecen hermanos

—Ah...si, quizá un poco, pero estará bien con su esposa

—¿Crees que sea una buena chica?

—No lo se, mamá...parece que lo quiere

—Aveces querer no es suficientemente, cielo

Tome mis maletas y las lleve hasta la entrada principal. Una libreta de papel estaba en la barra de la cocina, la tomé y entré al cuarto de Damián, me senté en la cama y busqué un bolígrafo en la mesa de noche.

Aveces querer no es suficientemente, querido Damián.

He estado pensando en lo que ocurre en mi interior cuando pasas por mi mente, no importa si solo es un pensamiento fugaz, aveces solo me pones la piel eriza, y es extraño porque te alejas y te acercas, te acercas y te alejas. Estoy consciente de que no soy la chica que elegirías con solo verme, que quizás sería la última, porque tu solo quieres a las chicas de cuerpo con curvas pronunciadas y yo no soy eso, a pesar de todo, algo despertó en ti el deseo de tocarme, y así lo hiciste atrapandome en el sudor ligero de tu piel al hacer el amor, dirás, una chica de tan corta edad no puede pensar estas cosas tan ridículas, pero tu me haces ridícula Damián, y alejarme de este lugar puede ser una de las mejores decisiones, y ahora ella será la que duerma en tu pecho, la que se bañe contigo, la que disfrutara de tus caricias,de tus besos y de tus escenas eróticas, pero hay una diferencia entre ella y yo, a mi no me quieres, pero yo si, y como dicen; aveces querer no es suficiente.

Arranque la página de papel de la libreta y la deje bajo su almohada. Me sentía tonta y triste, quizás me veía ridícula, pero que importaba, al final no lo vería en mucho tiempo.

—Cielo, ya terminé de empacar es hora de irnos.—asenti y salí de la habitación

—Encontraremos algo perfecto para las dos.—beso mi frente

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DAMIAN

Me tomo de la mano y me jalo hacia un pasillo oscuro.—¿Que haces?

—No puedo esperar hasta la noche de bodas

—Ana, aquí no

No era porque me importara el lugar, era porque no quería, Ana no me atraía.

—Si, vamos Dami...se un poco travieso

—Ana, no tienes 16 años.—se acerco a mi cuello y comenzó a dejar pequeños besos en el, con una mano acariciaba mi cabello y con la otra trataba de desabrochar en pantalón del traje.—Ana basta por favor

—Dejate llevar, por favor.—su boca paso a mis labios y los mordió levemente, su mano al fin logró desabrochar el pantalón, la deslizó por la tela de mi bóxer y acarició mi pene por encima.—No estés tenso.

—Nos veran

—Eso lo hace más interesante.—suspire y recoste la cabeza en la pared, estaba cansado, mi corazón palpitaba muy rápido y mi piel comenzaba a sudar

—Ana, basta.—la tome de los brazos y la aleje, bajo la oscuridad pude ver su cara de disgusto y enojo. —No todo es sexo.—una carcajada sarcástica salió de sus labios.

—Miren que gracioso, Damián me viene a decir que no todo es sexo. ¿Acaso mataste al hombre que conocí? ¿O no lo recuerdas? Porque yo si, recuerdo que me cogias todos los días, en donde sea, en el baño, en la mesa de la cocina, en el suelo,  por favor, no me digas ahora que no todo es sexo, porque eso es lo único que eres.

—Callate.—apreté mis puños, la cabeza comenzaba a palpitarme

—Callame Damián.—la tome de la cintura y la pegue contra la pared, pase mis manos por todo su cuerpo desesperado, baje hasta mis muslos mis pantalones y la levante levemente para poder hacerlo bien, hice a un lado su vestido rompiendolo de la pierna, hice a un lado su ropa interior y metí dos dedos en su parte, un gemido fuerte salió de su boca

—¿Esto es lo que quieres?

—Si.—dijo entre gemidos

Seguí moviendo mis dedos mientras ella hacía ruidos de placer,la bese para callarla. Saque mis dedos y me prepare para penetrarla, pero no lo hice, me alejé de ella y me subí el pantalón

—¿Que pasa?

—No todo en la vida es sexo, mi amor. Nos vemos para la cena.—la besé