Todas las chicas estaban en la habitación de Nick, hablando de cosas y jugando. Se estaban divirtiendo demasiado, los padres de Nick les hicieron galletas y café. Todas se quedaron hasta la noche, viendo películas de terror, infantiles e incluso románticas.
Algunas aceptaron quedarse a dormir, otras se tuvieron que ir. La madre de Nick les prestó una pijama que tenía guardada. Sabrina se había quedado junto con Julia. Prepararon las camas en el piso en el cuarto de Nick, y se quedaron charlando hasta la madrugada, de un momento a otro todos se quedaron dormidos.
Eran las 10:30 de la mañana y todavía los tres amigos no se despertaban, Nick estaba a punto de caerse de la cama, Julia estaba encima de Sabrina y Sabrina estaba babeando la almohada y la sábana. Luego de media hora entró la madre de Nick, Ana. Ella nos levantó para ir a desayunar, para luego que cada una se fuese a su casa para hacer sus deberes.
Julia
Llegué a casa y me fui directamente a mi cuarto, me tiré en la cama y me dormí de nuevo. Abrí los ojos y eran las 3:00 de la tarde, me levanté rápido y fui a la cocina, allí estaba mi madre.
Hola Mom, lo siento no te avisé cuando llegué. - le di un beso en la mejilla-
Hola querida. No importa, entré a tu cuarto y te vi dormida. Supuse que estabas cansada así que no molesté. - me regaló una sonrisa-
No importa, no eres molestia para mí. ¿Quieres que te ayude?
Claro, por que no.
Sabrina
Llegué a casa y me tiré a el sofá, estaba cansada, me había acostado tarde. Mi celular empezó a sonar, pero no le presté ninguna atención, ya sabía que era mi Tía, por el sonido. Después de la tercera llamada contesté, no quería tener muchos problemas con ella.
¿Si? - dije sin ánimos-
Contesta rápido cuando te llame, estúpida. - se quedó en silencio unos segundos- No llegaré dentro de.. Bueno, no regresaré, así que cuidado con lo que hagas, no quiero problemas y tampoco nadie puede saber que me fui. Si me meto en problemas por tu culpa te irá mal. Te mandaré dinero cada mes.
Y colgó. Me sentí feliz después de escuchar eso, podía vivir sin que ella estuviese molestándome, era un gran alivio. Así puedo ir a donde sea y hacer lo que sea sin que ella esté molestándome.
Seré por fin independiente.Esta será mi nueva vida.
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Contigo.
HorrorSabrina Jones de 17 años, vive una vida normal, no tan mala como todos piensan.