Bailas Conmigo?

Capítulo 24

-No quiero que veas más a esa chica, me oíste Valentina??- le dice León tajante

Valentina se encontraba acostada en la cama del hospital, nerviosa, seguramente si le vinieran a tomar la presión en este momento estarían por las nubes, es que su padre la alteraba, la alteraba de una manera que solamente él sabía hacerlo, y bueno Eva también. Algún día descansaría de su familia? Valentina pensaba en Juliana que tenía que soportar a su familia también, ella no tenía la culpa de cómo eran y era algo que solo debería soportar ella. Pensó que quizás era buena idea hacerle caso a su padre, sólo por el simple hecho de no someter a Juliana a una vida en esa familia que sólo sabía recalcarte todo lo que hacías mal en tú vida. En cambio, la familia de Juliana era tan buena, te entendían y te comprendían... Lupe no querrá adoptarla? Pensó mientras hacía que escuchaba a su padre. En una de esas salió de su trance y escuchó lo último que salió de la boca de León.

-... No puedo creer que mí hija sea lesbiana, qué hice mal? Qué?- Se dice León en parte para sí mismo

-Papá, no hiciste nada malo, lo hiciste bien, me criaste bien. Tengo valores... Buenos valores... Una cosa no quita la otra... Y no soy lesbiana.

-Qué no sos lesbiana?? Valentina por favor! Entonces que sos?

-No quiero Etiquetarme en si soy esto o soy lo otro. Soy esto que ves, entiendes?

-Las personas somos una cosa o la otra, no puedes ser lo que quieras!

-Ahí está el punto papá, podemos ser lo que queramos, somos libres, vos también sos libre

-Me estás poniendo nervioso! Será mejor que dejes de decir estupideces!

-No son estupideces, yo sé que quiero a Juliana cómo vos supiste que querías a mamá. Quieres que me etiquete? Me etiqueto. Pero eso no va a cambiar lo que sienta o dejé de sentir... Me entiendes?

León se rasca la cabeza en señal de nerviosismo. Su hija le estaba hablando muy tranquila y eso lo alteraba a tal punto de querer gritarle aún más, pero quiso mantener la calma por estar en un lugar público. Respiro profundo antes de continuar- Hija, yo te entiendo. Pero tú entiendes que esto está mal? Qué no puedes jugar por la vida a ser lesbiana? Esto dura un tiempo y se te va a pasar... Y cuándo pase, que harás con tú vida? No la arruines desde el vamos.

-Papá, no la estoy arruinando, ésto es lo más sincero que he sentido en toda mí vida. Por qué estaría mal sentir? Por qué tú lo dices? O por qué esa psicóloga lo dice? No, ustedes no saben lo que siento para juzgarme de esa manera.

-Bueno basta! Me cansaste! Te hablo por las buenas y no entendés! Tendré que ir por las malas! Ya pensaré en algo, ahora tengo que irme a una reunión y cuando vuelva quiero que sigas aquí, nada de escaparte ni de irte con esa mocosa. Me oíste? Y ni pienses que volverá a pasar eh, esto se acabó! Me voy a encargar de que no la dejen entrar!

-Pero papá... Ella no tiene la culp...

-Pero nada Valentina! Y no sigas hablando que ya no quiero oírte más!- León sale de la habitación furioso y sólo quiere pensar un lugar dónde llevarla a Valentina lejos de allí.

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La puerta de la habitación dónde se encontraba Valentina se abre, León sale furioso de allí dentro, la velocidad con la que había salido levanto un pequeño viento que Juliana pudo sentir en su rostro. Juliana al sentir tanto alboroto da un respingo saliéndose rápidamente del hombro de su madre que la estaba acariciando suavemente. Se lo queda mirando buscando una señal en sus gestos. León mira a Juliana y su seño se frunce logrando sacar una respiración forzada producto del enojo. Juliana sólo lo observa no quiere reflejar miedo ni nada que se le parezca, aunque sinceramente no le tenía miedo, León para Juliana se había vuelto el ser más despreciable que había conocido en su corta edad. El Sr. Carvajal habla con una de las enfermeras encargadas del cuidado de Valentina y por lo que llegó a escuchar Juliana, le comunicó que ella tenía prohibido el acceso a la habitación de su hija, la enfermera asiente a aquellas órdenes, León da media vuelta y camina por el pasillo con intención de abandonar el lugar. Lupe se levanta rápidamente de su asiento y va corriendo trás León antes que desaparezca. Juliana se queda sentada en su lugar pero de allí puede escuchar aquella conversación.