"A veces, los lugares humanos crean monstruos inhumanos"
-Stephen King.
Cuentos Para No Dormir, una antropología constituida por cortos relatos de terror, misterio, suspenso y erotismo a los q...
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Ding, dong, ding, dong...
Las agujas del mugroso y casi inservible reloj marcan los minutos, acercándose peligrosamente a la hora que tanto ansío.
Solo faltan dos minutos.
Ding, dong, ding, dong...
He esperado tanto por esto, que ya puedo saborear el dulce sabor de la venganza.
Un minuto.
Ding, dong, ding, dong...
Paso suavemente la punta de mi lengua por mi labio inferior, humedeciendolo mientras dibujo una enorme sonrisa en mi rostro.
Ya es hora.
Me incorporo rápidamente del colchón sin sábanas donde duermo todas las noches, y saco debajo de éste una pequeña tijera puntiaguda, para luego salir de la mugrienta y putrefacta habitación del orfanato donde recido.
Recorro loss sucios pacillos del "Orfanato, Las hijas del grandísimo" (irónico nombre) lentamente, dando tiempo a que todos se ubiquen en sus habitaciones. Reviso detenidamente los cinco pisos del orfanato, y solo cuando estoy segura de que no hay nadie que pueda precensiar lo que haré me dirijo a mi destino.
Llego a la última habitación del quinto piso, piso en el que duermen cómodamente "las hijas del grandísimo" encargadas del recinto.
Sí, las encargadas del famoso y religioso orfanato son nada más y nada menos que unas aburridas (o no tanto) monjitas, monjitas que detrás de ese pulcro vestuario y estúpidos modales esconden cosas, algunas aburridas, otras escandalosas, y otras muy enfermas...
Manipulo la cerradura con un alfiler que saco de mi moño, me toma unos tres minutos hasta que por fin abro las puertas del mismísimo infierno.
—¿Te gusta?— se escuchas los asquerosos susurros—gemidos— de las hijas del grandísimo.
Siento como mi sonrisa va en aumento...
Así las quería atrapar, puercas.
—¿Más rápido dices?— pregunta la Monjita uno sin percatarse de mi presencia. son tres monjas en total: María, Magdalena y Maura.
Lo malo del asunto no es que estén follando como conejas, lo malo no es que estén las tres involucradas...
Lo malo y jodidamente asqueroso es que estén abusando las tres de una niña de diez años. ¿Y lo que más me jode? Que esa niña sea mi mejor amiga.
Solo se escuchan los gemidos de esas zorras, ya que una de ellas, Magdalena, está silenciando los llantos de Lucy—mi mejor amiga, mi única familia—
