Capítulo 13: The Power of He's (Part 2)

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El Michi no Kami, tanto poder, suficiente como para controlar las dimensiones. Enfrentarme a el solo era un acto suicida, pero algo en esta dimensión llamaba mi atención: todo estaba oscuro, pero un tinte de rojo distorsionaba aquella oscuridad. Alze mi vista al cielo, un eclipse perpetuo se estacionaba en el valle de las sombras.

─ ¿Seguirás desafiándome, kami no kami? ─el michi no kami sostenía una sonrisa debajo de la capucha que cubría su rostro.

─Esto apenas empieza... ─guardando la página en mi bolsillo, me prepare para pelear.

Él era muy rápido, sus movimientos casi impredecibles. No obstante, al atravesar varias estructuras abandonadas de aquella dimensión, terminé en un lugar conocido: el centro de Tokyo. La dimensión de sombras era un espejo a la realidad; en el suelo marcas de huellas se veían.

─Este lugar esta maldito...

Mi vista se fijó en algo peculiar: una segunda página del libro de Döughas. Al sostenerla, ambas páginas reaccionaron de una manera extraña: aclamaban una página más. El Michi jugaba conmigo, poniéndome a prueba constantemente. Pero bastaba con seguirle el juego solo por unos minutos. Mientras me buscaba por las calles obsoletas de el valle de sombras, me dedique a encontrar una tercera pagina, la cual sentí estar cerca debido a su inmenso mar de poder que emitía. Luego de buscar por un tiempo, encontré la ultima pagina debajo de una piedra, la cual contenía algún tipo de sello mágico; sin duda estaba sellado por algo mas que un simple hechizo: debió ser obra de Döughas.

─Harashi, ¿acaso tienes miedo? Se supone que eres el dios mas fuerte, ¿no es así? ─clamaba el Michi no kami, tentando mis sentidos.

Cuando tuve ya las 3 paginas, procedí a unirlas, y leyendo, complete un hechizo, el cual dio vida a una tormenta de sombras, que atrajo la atención de el dios de dimensiones. De entre estas sombras, una silueta humana tomo forma, y las sombras me arrollaron en la oscuridad, haciéndome desaparecer de aquella dimensión a un claro oscuro suspendido en pleno aire. Una esfera hecha de oscuridad flotaba delante de mi presencia, y gran cantidad de poder emanaba de esta misma; fue entonces cuando una voz se emitió, y hablo:

─Me haz librado de la cárcel eternas entre las paginas del libro del hechicero... A ti te concedo mi lealtad.

─Soy el kami no kami, el ser mas poderoso que los tiempos hayan conocido; te acepto como sirviente, y tu apodo sera: Luna.

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─ ¿Osas a desaparecer en tinieblas?, en realidad no he visto ser mas cobarde. ─hablo el michi, mas le sorprendí con un toque en el hombro que lo alerto.

sin tiempo a reaccionar, le acerté una patada en el costado, y este salio disparado, atravesando los edificios inundados por la eterna penumbra. El kami se enfado, y con un leve movimiento, destrozo el edificio que detuvo su cuerpo, y en instantes apareció delante de mi, listo para atacar. No tenia intenciones de acertar, ya que su ataque fue extremadamente fácil de esquivar; de nuevo, acerté otro golpe en su costado, haciéndole retroceder varios bloques. "Aun no uso mi nuevo poder... creo que no esta a mis expectativas." pensé, percatándome luego de que recién las cosas se tornarían difíciles.

─Al fin decides ir enserio... ─el dios de dimensiones se levanto, limpiando su ropa, y sonriendo sinicamente bajo su capucha.

─Veremos si estas a mis expectativas, dios de portales. ─cuque, la emoción recorriendo mis venas.

El Michi no kami estaba a punto de accionar, cuando de repente se detuvo, y observo su mano derecha con cierta seriedad. Alzando su mirada de nuevo a mi, y con un movimiento de sus manos, desapareció entre dimensiones, dejándome en aquella oscura dimensión.

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Adniz se sentaba con cierto aburrimiento en las rocas que permanecían derrumbadas al principio de la batalla. Los dioses estaban a un nivel que ella nunca estuvo cuando aun los Vurgælix abundaban en la tierra. Sinceramente, no recordaba cuando fue la ultima vez que puedo estar en una batalla de su mismo nivel: desde que esta bajo la KGC, los dioses como Ikari y Shino se encargan de todo. No obstante, había llegado lejos de donde anteriormente estaba: ahora tenia mas poder, mas control. "Shino es muy deliberado para ser el kami no kami..." pensó de repente, sonriendo inconscientemente. 

─ ¿De que te ríes, Adniz? ─pregunto Shino de repente a sus espaldas, sobresaltándola.

─ ¡Shino! ─soltó asustada la Vurgælix. ─ ¿Dónde fuiste y qué sucedió? 

─Es un largo relato, ─se limito a decir Shino. ─Vamos, perdimos mucho tiempo, y a muchos soldados.

Ambos emprendieron su camino hacia un lugar desierto, donde en un pestañear se teletransportaron hasta Japón. Al llegar, Adniz exclamo al ver la KGC completamente destrozada; no había señales de vida de ningún guarida, ni siquiera rastro. Luego de un tiempo, Ikari llego empapada, tras haber cruzado el océano con ira por haberse quedado atrás. Al observar el lugar, se limito a callarse, tras ver a Shino reflexionar, mirando el atardecer tras el cristal de su oficina.

─ ¿Ahora qué? ─se atrevió a cuestionar Adniz.

─Nos movemos a la fase tres. ─respondió Shino, mirando a las chicas por encima del hombro.

─ ¿Cuál es esa fase, Harashi? ─pregunto Ikari.

Shino cogió su chaqueta y se la coloco sobre sus hombros. Acercándose a la salida, se detuvo y miro atrás una vez mas: una leve sonrisa se pinto en su rostro; no obstante, Adniz pensó que fue producto de su imaginación. Mientras caminaban, Shino se detuvo una vez mas, girándose a hablar con estas muchachas.

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AL percatarme de un detalle, detuve mi caminar, así deteniendo el de Ikari y Adniz. Ambas me observaron con confusión, pues mis ojos las estudiaban como si fuesen libros. Tras confirmar mi teoría, continué caminando sin ofrecer explicaciones. "Ellas no son mis sirvientes, sus auras lo delatan...son otras versiones de las mismas." Fue entonces cuando estas notaron mi precaución, y atacaron. Solamente lograron destrozar la calle, pues atacaron mi celaje, y aprovechándome de esto, las puse con cara contra el piso.

Déjeme el resto a mi, amo. ─susurro la sombra bajo mis pies.

─Son tuyas, Luna, ─respondí. ─trae a las reales.

La sombra bajo mis pies se extendió y las hundió en una piscina de oscuridad, desapareciendo luego de la dimensión actual.

─Necesito recargar fuerzas... Necesito ver a Yuno.




















Kami No KamiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora