Kagami guardo la fotografía en él álbum que recién había comprado. Había pasado ya mas de un año del incidente y aun le causaba tanto escalofríos como una sonrisa.
Eso si, prefería besar un perro que repetirlo.
—Taiga... Si no salimos de esta... Quiero que sepas que te amo—
—Y-Yo también te amo Daiki—
Él pelirrojo soltó un par de lagrimas traicioneras, se encontraba abrazado a su pareja en medio de la sala de su departamento.
Estaban cansados, a penas eran las 12:00 del medio dia y si fuera por ellos se abrían lanzado del balcón antes que seguir con esa tortura.Uno de los sillones estaba chamuscado, había batido de vainilla escurriendo de una de las paredes y ni siquiera el televisor en el canal de deportes les había funcionado.
Maldita sea la combinación de comida de Momoi Satsuki y Aida Rico. Malditas sean las dos locas que les metieron en ese lío.
Ambas mujeres salieron con la razón de sus temores.
Y sus sonrisas solo les dijeron que la tortura empeoraría aun mas.
—Es hora muchachos... —
Esas.
Sonrisas.
Siniestras...
¡Ya querían morir!
Todo comenzó con una simple reunión de amigos. Cada uno había entrado ya a la universidad en su respectiva facultad y aunque; la mayoría estuviera en Tokio, les era muy difícil quedar a charlar entre clases y clase.
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SEMANARIO AOKAGA #Wattys2019
FanfictionConjunto de historias que escribi para un reto en el Grupo AOKAGA 5 X 10 en Facebook