Eran las 6:00 de la mañana y Daniel se había levantado por tercera vez a fijarse si no le había explotado la cabeza. Las puntadas y los dolores que sentía Daniel en su cabeza eran peores de cuando había aprendido a andar en bicicleta. Su abuelo le había enseñado a hacerlo.
Una tarde de verano Daniel veía como sus compañeros de la escuela paseaban y jugaban con su bicicletas. Así que esa misma tarde Daniel le pidió a su padre que lo ayudara a practicar, a lo que el contesto "No puedo, estoy ocupado" Que raro de su padre. Así que Daniel no dudo en llamar a su abuelo, ya viejo, gordo y canoso. Y el como siempre estaba ahí cuando lo necesitara, ya no claro, pero esas épocas junto a su abuelo eran las mejores.
Tomo su bicicleta vieja y oxidada y anduvo tardes y tardes junto a Daniel enseñandole cada secreto del andar en bicicleta, hasta que bueno... el ya no estuvo mas aquí en la tierra, si no que en el cielo donde merecía estar, un ángel también lleno de dulzura. El padre de su padre, era tan distinto a Matthew, a su padre. El tenia paciencia, amor, solidaridad, belleza física como psicológica, sus cachetes gordos pero tiernos, era como un bebe gigante y gordo. En cambio, en cambio su padre no, el era un hombre respetuoso, pero bastante cerrado, sin tanto interés por su hijo, dejándolo libre. Además de ser bastante serio y a veces bastante malo con Daniel, la peor parte era que le pegaba a Daniel, pero el nunca dijo nada por miedo, por miedo a que le pegue mas. No quería decir que le pegaba todo el tiempo, que era "un padre maltratador" pero si le pegaba y fuerte al pobre Daniel.
Daniel se levanto de la camilla del hospital y se dio cuenta que ya no se podía dormir. Miro su reloj 6:30 "Genial son las 6:30 de la mañana y tu ya estas levantado" penso. Pero algo ocurrio.
-Hijo mio, estas despierto.- era su madre que estaba sentada en una silla al lado de su cama.
El solo la miro.
-No puedo creer lo que tu padre te ha echo, llame a la policía, yo estaba durmiendo una siesta y cuando me levanto te encuentro en la cocina con unos vidrios clavados en la cabeza y tu padre al lado tuyo.- dijo he hizo una pausa.- Lo lamento tanto bebe, el ya esta en manos de la policía.- dijo su madre.
-Mama... tu me has echo todo esto.- dijo Daniel con tanto temor que sentía que se iba a desmayar.- Estabas tomando, de nuevo...- continuo.
Su madre se paro de la silla y se puso en frente de Daniel.
Le dio una cachetada.
-Seria incapaz de tomar y menos de hacerte tal cosa. Es una falta de respeto.- dijo su madre.
El sabia que ella estaba mintiendo y que si era capaz de tomar y de hacerle muchísimas cosas a Daniel, estaba harto de ella, de sus mentiras, sus suplicas, que no pueda admitir nada, estaba harto de ella y era inevitable no estarlo.
Puso los ojos en blanco y su madre volvió a cachetearlo.
-Nunca te tocaría ni un pelo bebe.- dijo su madre.
El la miro raro y luego miro la mano de Taylor. "Eres una bipolar de mierda, acabas de pegarme y ahora me dices que seria incapaz de tocarme un pelo" pensó el.
Ya dieron las 3:00 de la tarde y el ya se empezaba a aburrir, esta noche le darían el alta si todo funcionaba bien y por ahora estaba mas que perfecto.
Pudo ver como la puerta se abría y al abrirse ver como entraba un niño, mas bien un hombre con el pelo enrulado y despeinado, con la respiración agitada como si hubiera corrido unas 40 calles. Una camisa desabrochada a cuadros blancos y rojos y debajo de ella una remera lisa, unos jeans súper sencillos y sus labios perfectamente paspados.
"Estás muy lindo." penso Daniel.
Noah.
-¡Llegue!- dijo muy contento, y con un suspiro al final.
Daniel estaba en shock y no podía creer como Noah podía tener tanta confianza para entrar así como si nada a la habitación de el hospital. Tenia miedo, miedo, pero no sabia de que.
Solo hizo una pequeña sonrisa, una temerosa sonrisa.
-¿Muy aburrido? mira que traje.- dijo Noah, era realmente amistoso, o así lo veía Daniel.- Te gustan las hamburguesas, ¿no?- pregunto Noah alzando una ceja.
No era que a Daniel no le gustara comer hamburguesas, el las amaba, pero lamentablemente su madre no lo dejaba comerlas, ya que decía que era chatarra y que comer chatarra hacia mal al organismo y bla, bla, bla...
-Es que...- no podía hablar, Daniel no podía hablar, no sabe si es por emoción o por miedo. "Ya cálmate" dijo la voz de su abuelo dentro de el.- Si, me encantan.- su madre no estaba en el hospital, estaba en el trabajo así que no podía verlo, además ¿cuanto tiempo podría tardar en comerse una hamburguesa?
Noah abrió la hamburguesa de Daniel y la puso en su mesa portátil, de esas que hay en los hospitales.
-Y bien... ¿cuánto te iras de aquí?- pregunto Noah con su bellísima sonrisa.
-Am.. cr-eo que hoy mis-mismo.- "¡Daniel ya, cálmate por favor!" seguía diciendo la voz de su abuelo dentro de el.
-¡Hey! puedes hablarme Daniel.- dijo Noah con una sonrisa para no hacer de ese ambiente un ambiente incomodo.
-Es que, estoy nervioso.- "¿lo dije?" "lo dije." decía Daniel en su cabeza.
-¿Nervioso? ¿Por qué?- pregunto Noah confundido.
Daniel no entendía si Noah era estúpido o se estaba haciendo el estúpido. No podía creer que todavía un chico de un perfil un poco mas alto que el suyo le estuviese hablando, que se sentara con el en la clase de geografía, ¿cómo podía entender que lo estaba visitando en el hospital? No entendía si era una apuesta, o si realmente lo hacía porque sentía lastima u otra cosa por Daniel.
<<Estoy nervioso porque siento que me tomas como estúpido, siento que no existo en la vida de nadie, no se nada de lo que siento, no se quien soy, tengo miedo todo el tiempo, absolutamente todo el tiempo, no puedo entenderte Noah, no puedo entender que haces aquí, por que te sentaste conmigo en la clase de geografía, si era para copiarte o porque realmente querías ayudarme. Si fuera por mi me quedaría horas y horas hablando contigo, no se lo que me pasa, desde ayer no se lo que me pasa, me estoy volviendo loco o lo estoy, hace años mi madre vive diciéndome que hacer y no la soporto, no soporto vivir en este mundo o quizás no soporto vivir. Mis padres son homofóbicos y yo no lo quiero ser, me odio, entiende eso Noah.>>
Pero esa no fue la respuesta.
Esta fue.
-No lo se.- contesto Daniel, el si lo sabia, sabia cada palabra, sabia mucho, mas de lo que creían todos.
Daniel y Noah estaban jugando a reto o verdad.
-¿Reto o verdad?- pregunto Noah.
-Reto.- contesto Daniel.
-Muy bien...- dijo Noah mientras pensaba una pregunta para Daniel.- ¡Te reto a besarme!
-¿Besarte?- pregunto Daniel.
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Salvame
Teen FictionEl es Daniel Pitt un chico de bajo perfil, callado y sobre todas las cosas tímido. En su vida nunca pasan cosas muy emocionantes. Sus padres se acaban de separar y no encuentran forma de no poder decirse barbaridades delante de el. Esta cansado de t...