Salvame

Doc.

-¿Vedad o regtro?- decía Noah mientras se tragaba su medialuna entera.

-Verdad.- contesto Daniel riendo.

A Noah le dolía muchísimo el hombro, al igual que la cabeza, pero no dijo nada para no molestar a Daniel. Sentía puntadas en la cabeza y dolores en los huesos del hombro, le pasaba seguido, pero no tanto como en ese momento.

-¿A cuantas chicas has besado?- decia mientras pensaba.

Daniel no contesto y entonces Noah le hizo un gesto con la cabeza para que respondiera y el solo negó con la misma.

-Bien, otra pregunta, pero no te paralices ni te pongas nervioso- dijo haciendo gestos con las manos y acomodando la garganta.- ¿Te gusto el beso del otro día?-

Daniel con solo escuchar la primera palabra noto que una sonrisa picara y amorosa se formo en su cara, si le había gustado, le había encantado, pero como siempre, no lo dijo, solo se quedo callado, aun sonriendo.

-Con esa picara sonrisa me lo dices todo pequeñin.- ese "pequeñin" había sonado mas gay de lo habitual e hizo que otra sonrisa se formara en el rostro de Daniel, pero luego desapareció, al igual que todos los sentimientos y emociones que sentía Daniel por Noah.

Comenzo a pensar y pensar y pensar y pensar. No podía, no le podía haber gustado ese beso, el beso con Noah, con un chico, el no era gay, el era homofóbico o eso pensaba, no quería ser gay, solo quería... solo... ¿desaparecer? después de años y años construyendo una vida homofobíca no puede venir un chico así como así, besarlo y comenzar a ser gay. No. El no era gay, ni quería serlo, el era heterosexual. "porque los homosexuales son una enfermedad" "porque Dios no acepta a los homosexuales" "porque las personas que se amaban eran solo la del sexo opuesto" No. Esto no estaba bien. Nada estaba bien. 

Pero luego volvieron.

Comenzó a pensar que sin Noah no podría haber salido de ese caos en el que solia vivir, frecuentemente, mejor dicho, siempre. Aunque sea podía contestar un "si" en vez de asentir.

Noah ayudaba a Daniel.

Daniel ayudaba a Noah.

Pero todo oscureció, la mirada de Noah comenzó a desviarse, sus labios violetas y su rostro blanco, como si lo estuvieran ahorcando con una soga o una mano, pero no. Nadie lo estaba haciendo. 

Su cuerpo cayó al suelo, dejando un horrible y fuertisímo ruido en el mismo. Daniel no sabía como responder a esa situación, si debía ayudarlo, salir corriendo o llamar a alguien. Opto por todas las ideas. 

Trato de ayudarlo a levantarse, pero su débil cuerpo no pudo con tanto peso.

Salio corriendo.

Y llamo a la primera cliente con la que se cruzo.

12:02

Noah se encontraba acostado en una cama, no era la de el, ni la de su mejor amigo, Connor, ni la de Daniel. ¿Donde estaba?

Exacto.

Mareado y un unas bendas que recorrían su hombro, Noah estaba un una clase o intento de camilla en el hospital "Salive" en  latín "Saliva". Bastante grande, pero tampoco demasiado, con ascensores, poco lujoso, pero tenía un ambiente familiar, como si todos conocieran a todos y se hablarían con todos.

-¿Como se siente?- 

Un hombre viejo y lleno de arrugas entro a la habitación donde Noah se encontraba y de un bolsillo de su uniforme de trabajo sacó una birome y luego la golpeo contra su pecho para que pueda hacerla andar.

Noah no entendía nada, estaba completamente desinformado de donde se encontraba, con quien y en que año.

-Bien, bien, eso creo.- dijo Noah dudando después del primer bien. En verdad le dolía mucho el hombro, sentía como si le quemara, como si le estuvieran pasando una llama de fuego por toda la espalda y el cuerpo. Pero ahora era diferente, no solo sentía dolores en el hombro o un poco mas de bajo, si no que sentía su piel quemar en su cuerpo, como si lo estuvieran quemando, literal.- Espere un momento.- continuó Noah dejando pasar el quemar de su cuerpo.- ¿No vió a un chico de cabello marrón?-

-Vi a muchos chicos de cabello marrón.- y cuando Noah estaba por decir una palabra el señor prosiguió.- Pero vi a uno que pregunto por usted, Gabriel o Nahuel o Taiel, no creo que era con "D", hum...- 

-Daniel.- dijo Noah haciendo que el señor prosiga.

-Bien eso no es lo que importa en este momento.- tomo aire y siguió.- Por donde empezar Noah.-

-Al grano doc.- dijo Noah creyéndose muy chistoso.

-Tienes cáncer de piel.- después de un rato de silencio, Noah recordó que para poder vivir tenía que respirar y eso hizo, una o dos veces, pero todo se había apagado, el iba a morir, era casi imposible que sobreviva a un cáncer, solo teniendo la mayor suerte, Noah iba a morir, morir y lastimar a todas las personas que lo rodeaban.- ¿Sigo?- pregunto el hombre. Pero como era de esperarse, Noah no dijo ni una sola palabra.- Bien, creo que fue muy directo, pero es la verdad. Hace unos meses o semanas que lo tienes, no podemos determinarlo bien. Pero aquí lo importante es que vamos a hacer todo lo posible por salvarte, por quitarte este cáncer de la piel, por y para que esta "enfermedad terminal" no termine como todas lo hacen. Veras Noah, salvamos muchas vidas y muchas otras no, pero aquí tu tienes que sabes que tienes un %20 de posibilidades de morir y el %80 que sobra, podrás vivir con eso.- el doctor miró a los ojos a Noah buscando su mirada, pero Noah no tenía una señal de vida.- No podemos dignosticarte todo bien y completo ahora mismo, pero si cooperas todo saldrá bie...

-Tengo un abuelo...- contó Noah.- tenia, y le dijeron exactamente lo mismo que me acabas de decir.- hizo una pausa y continuó diciendo.- Mi abuelo murió a las dos semanas de ser diagnosticado, a mi no me joda.

-Hay un millón de posibilidades, pero siempre tratamos de utilizar la mejor.- dijo.- La esperanza.

-Pero, ¿como se le ocurré decirme esto así? tan directo, sin consultar a nadie.-

-¿Tienes algún familiar al que puedo llamar?.- dijo el doctor tratando de buscar su mirada nuevamente. Noah no contestaba.- ¿Mamá? ¿Papá? ¿Hermano/a?- el doctor estaba por cruzar la puerta.

-Llame a Daniel Pitt