¿Besarte? III

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10:08 a.m.

Daniel saltó de su cama, era sábado y tarde, su padre lo iba a ir a buscar para que se quede a dormir en su nuevo departamento junto a su nueva novia, su nuevo perro, su nuevo televisor y su nueva vida.

Al levantarse tan rápido se sintió un poco mareado y le tiraban los puntos que le habían cosido en la cabeza. Se callo al suelo y quedo un momento en el tratando de visualizar algo cuando recordó que el doctor lo había dicho que tratara de no moverse mucho, de no hacer movimientos rápidos con la cabeza y el hizo todo lo contrario, se movió mucho e hizo movimientos rápidos con la cabeza. Se sentía mareado y se recosto un rato en el suelo hasta que pudo visualizar mejor su habitación, se levanto tranquilamente y se dirigió al baño.

Se miro al espejo, tenia unas ojeras que le llegaban por los orificios de la nariz, la pubertad comenzó a trabajar en el cuerpo de Daniel, los granos aparecían y la piel grasa igual, su cabello graso y cada vez mas bellos en las axilas. Por un lado le gustaba, ya que se estaba convirtiendo en un hombre, pero por el otro... sentía miedo, miedo de quedar horrible delante de todos y que lo molesten y burlen mas de lo que lo hacían. 

En su reflejo había tristeza y desilución, se sentía feo, sin gracia alguna.

-¡Daniel! baja ya, tu padre vino por ti.- grito su madre desde la sala.

El muy feliz bajo las escaleras con su mochila ya preparada con todas las cosas necesarias para quedarse una noche con su padre.

Cepillo de dientes ✔

Colonia ✔

Teléfono /celular ✔

Remeras ✔

Pantalones ✔

Un par de zapatillas ✔

Peine ✔

Entusiasmo ✔

Miedo ✔

Al bajar las escaleras se tropezó y callo de cola, ¡los puntos! Sintió un ardor inigualable en la cabeza, como si le estuvieran clavando un cuchillo lentamente, cerró los ojos y apretó los puños, pudo escuchar los pasos de su madre y para evitar una escena se levanto del escalón que se había caído y fingió estar bien.

Al abrir la puerta vio el precioso rostro de su padre, sus ojos verdes y su cabello castaño que el sol iluminaba. Pero... había alguien mas... ¿Su novia tal vez?

-Hola campeón.- dijo su padre despeinando el cabello de Daniel.

El sonrió

-Te presento a Nicole, mi novia.- dijo el como si fuera lo mas normal del mundo presentarle a tu hijo que no veía hace tiempo a su nueva novia.

-Un placer conocerte Daniel, tu padre dice cosas magnificas sobre ti.- dijo una rubia un poco hueca, con cuerpo de barbie.

Siempre era la misma historia "¡Tu debes ser el famoso Daniel! tu padre habla maravillas de ti", "Al fin conozco en vivo y en directo al bellísimo Daniel", "¿El es Daniel?, me imaginaba a un niño, pero tu eres... un adolescente hermoso" y siempre lo mismo, una y otra y otra y otra y otra vez.

El solo sonrió y salió de la casa.

Llegaron al departamento y era un lugar no tan rico ni tan pobre, era un habiente... como decirlo, familiar, con un toque de "onda" simple y clásico. A la izquierda una bonita habitación para dos personas con una cama matrimonial, a la derecha otra habitación con una cama también matrimonial, pero se notaba que era para una persona, con un baño dentro, al otro lado una barra. A unos pasos de la puerta principal un sofá con un plasma y detrás de ello una preciosa cocina, esas dos partes se veían mas modernas que las otras.

Daniel observaba como un loco toda la casa, le agradaba.

-¿Y? ¿Cuál es el debut?- pregunto su padre.

El solo sonrió, hace mucho tiempo no veía a su padre y sentía un profundo miedo de hablar y decir lo equivocado, o no hablar y que su padre se enoje, había olvidado algunas cosas de su padre, pero en menos de dos semanas iba a poder retomarlo perfectamente. Su madre le había prohibido tener cualquier intento de comunicación con su padre, pero el amenazo con denunciarla y quitarle todo lo que tenía, algo muy curioso de todo esto es que Daniel no sabía nada, prefirieron no contárselo para no generar mas problemas. Así que inventaron que su padre se había ido de viaje por asuntos del trabajo y bla, bla, bla.

-Puedes dejar las cosas en la habitación si quieres.- dijo... ¿cómo se llamaba? Ni... Nicole.

El asintió y con miedo entró a la habitación que... ¿era de el? como sea, apoyó la mochila en la cama que tenía una sabanas muy amigables por cierto, tenían flores muy llamativas, y comenzó a recorrer el cuarto.

-Daniel hazme acordar que tengo que cambiar las sabanas, esas son de gay.- dijo riendo.

Pero Daniel no lo hizo, todo lo contrario, lo miro con feo aspecto y siguió por recorrer el baño, era muy bonito, tenía en todas las paredes azulejos de color piel, un color mas bien de mujer, pero lindo.

-Hijo ven un momento.- dijo su padre dristayendolo de sus pensamientos, ¿estaba en problemas?.- Daniel, ¿recuerdas que te hablé de Nicole hoy?- el se sintió muy incomodo pero igual asentió.- Bien, ¿te molestaría quedarte solo aquí hasta las 12:00 de la noche?- ¿Era broma? no veía a su padre hace mucho tiempo y ya se iba, era sorprendente. El igualmente, por miedo asintió con la cabeza baja.- Ese es mi chico.- dijo su padre despeinando a Daniel, otra vez.

-Solo...- dijo Daniel con las piernas temblando.- ¿Puedo invitar a un amigo?- sabía que su padre iba a decir que no, pero valía la pena hacer el intento.

La respuesta mas inesperada que podría haber escuchado Daniel algún día:

-Pues, ¡claro que si campeón!- se sorprendió su padre volviendo a despeinar el cabello de Daniel por tercera vez en el día.

Matthew y Nicole tomaron sus cosas y se fueron.

Genial eran apenas las 12 del medio día y Daniel estaba solo, tenía 12 horas para estar solo, o con su amigo. 

Noah.

No dudo en llamarlo, eso si, estaba muy nervioso, ¿y si se quedaba callado en el teléfono y quedaba como un completo idiota? El tono comenzó a sonar y mas rápido que la luz contesto.

-¿Hola?- 

Daniel no hablaba.

-¿Hola?.- seguía sin contestar.- ¿Hay alguien ahí?- pregunto Noah.

-Hola.- dijo por fin.

-¿Si?, ¿quien habla? ¿Daniel?- ¿había reconocido su voz? había reconocido su voz. La emoción invadió el cuerpo de Daniel.

-Si, soy yo.- dijo e hizo una pausa y antes de que Noah pudiese contestar el dijo:- Estoy en la casa de mi padre, solo, el no esta, se fué.- Daniel quiso reír de lo patético que sonó.- ¿Quieres... venir a...-

-¡Si! definitivamente si, me asusta que hables tanto.- dijo Noah, pero luego, para romper el hielo rio. Daniel le paso la dirección y dijo que en 15 minutos estaría allí.

-¿Reto o verdad?- pregunto Noah que estaba en el sofá comiendo junto a Daniel.

-Reto.- dijo el.

-Uhm... ¿seguro?- pregunto Noah, Daniel asintió.- Muy bien... por segunda vez... ¡Te reto a besarme!- dijo el con una sonrisa de oreja a oreja.

Daniel se sonrojo.

-Veras Daniel Pitt, después de que me cortaste en el beso.- dijo el arqueando una ceja mientras que Daniel se ponía aun mas rojo. A Noah le gustaba lo que estaba viendo.- Me quede muy desilusionado, así que te doy otra oportunidad para pagarme.- dijo cerrando sus ojos y haciendo boca de pato muy cerca de Daniel.

No era que el no quisiera besarlo, claro que no, quizás era solo el miedo. Daniel moría de ganas de besarlo, al igual que Noah, pero había un problema, Noah era mucho mas abierto y confianzudo con Daniel y en cambio, el, quería tener un poco de orgullo, igualmente lo iba a perder en algun momento. 

Tenía a los labios de Noah a centímetros de los suyos, lentamente, muy lentamente, deja vú, se acerco a Noah y nuevamente cerro sus ojos estaba a punto de hacerlo pero...

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