Él

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De un momento a otro lágrimas corrían por mis mejillas, mis manos temblaban de tal modo que creía que estaba enloqueciendo.

Miré de nuevo la libreta que había dejado sobre mi cama.—¿Qué es esto?—le dije—no puede ser..—tragué saliva—posible.

Me incorporé y fui directo hacia mi escritorio tomé una pluma y empecé a escribir sobre la libreta.

Si en verdad eres tu, dime algo que hayamos pasado. Algo.

Para Harold

Donde sea estés.

De Violet

Primera habitación frente las escaleras.

Esperé. Hojeaba y hojeaba para ver si ahí se encontraba la respuesta pero solo era en vano.

Así estuve toda la noche hasta que caí en un profundo sueño.

Desperté con el único recuerdo de alguien que me decía que no me preocupara, la vida es tan corta como para hacerlo.

Abrí de nuevo la libreta y visualicé la respuesta.

Violet

28 de diciembre del 2005 escondiste unos dulces en un juguete separando tus favoritos y los encontré, lo siento princesa pero estaban deliciosos.

25 de julio del 2005 llegaste del instituto y gritaste—¡Abuelo! ¿dónde estás?

jugando billar—te respondí.

Subiste lo mas rápido posible, no duraste ni 5 minutos hasta que tus preguntas no pudieron más y dijiste:

—¿Por qué juegas solo? ¿te gusta ganar siempre? Porque yo te podría ganar, solo hay un problema.

—¿Quieres que te enseñe?

—si.

Junio 2006

Estábamos sentados tu abuela, tu mamá, y yo en la sala.

Preguntaste sobre nuestro viaje a Europa.

—No encontraba la cripta de San Francisco de Asís y tu abuela se había separado de mi hasta que la encontré subiendo de un subterráneo y le pregunto—¿Dónde estabas?— y la muy quitada de la pena dice—allá, solo hay unos malditos huesos normales pensé que sería más emocionante.

Molly, eso he estado buscando todo el día y tu le dices que son "solo huesos".

Harold, juntate más seguido conmigo y verás lo que es bueno—y me guiñó un ojo.

Julio 21 del 2009

Ese es el recuerdo mas nítido que tengo de ti, llorando y diciendo entre sollozos.

—¡No puedes estar muerto!—mientras Edward te decía—Tranquila bebé, el no te querría ver así.

—¡Pero el está muerto! ¡por él gané esto!— y arrojaste una medalla dorada que decía: PRIMER LUGAR BALONCESTO FEMENIL.

Yo una vez te dije—todo lo que te propongas a hacer lo lograrás.

—Algún día tendré una medalla dorada, como los de la tv.

—Quiero ser el primero al que se la muestres, si me lo permites, claro.

Tómalo por hecho.

                                      ¿Ahora confías en ?

Para Violet

Primera habitación frente las escaleras.

De Harold

Algún lugar no muy lejano.

Letters to heavenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora