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El día había llegado. Ji Min esa misma noche había puesto seis alarmas para despertar temprano, ducharse y arreglarse para que este si acepte ser su amigo.

Pero no todas las cosas salen cómo las planeas, y menos cuando se trata de Park Ji Min.

Las alarmas sonaron, más el pequeño nunca despertó. No hasta sentir unos besitos en todo su rostro, cosa que Ji Min amaba.

— Minnie, despierta. Llevo intentando  despertarte por casi veinte minutos.—Ji Min rió bajito al escuchar a su madre, pero dos segundos después recordó al niño que conocería hoy. Abrió los ojos y literalmente saltó de la cama.

— ¡Mami! ¡¿Porqué no me llamaste antes?! Tengo que ducharme y arreglarme y buscar ropa limpia y peinarse y...— El niño caminaba en círculo por la habitación, mientras con sus pequeños deditos marcaba cuantas cosas tenía que hacer para tener una buena presentación.

— Cariño, tú te vez hermoso incluso en pijama de Kumamon.— Sonrió la mujer al ver el ceño tiernamente fruncido del pequeño, mientras hacía un intento por cubrir su pijama con sus pequeñas manitas.

— ¡Mami! Ven, vamos, ¡¿qué esperas?!— Dijo tomando de la mano a su madre para qué ella ayudara a su pequeño.


[...]


Ji Min ya estaba perfectamente arreglado, o al menos eso decía su madre.

Los padres de los respectivos niños organizaron un almuerzo, la pareja de recién casados quedaron en que llegarían a las 11:30 A.M. Ji Min observó el reloj puesto en la sala de estar, faltaban sólo dos minutos.

Fue corriendo a su habitación por su juguete favorito, su mejor amigo Iron Man no debía perderse de esto. Cuando Ji Min estaba buscando su juguete -Qué por alguna razón no encontraba-. El timbre de la casa se escuchó hasta su habitación, más preocupado aún empezó a buscar más desesperadamente su juguete.

Pasaban 4 minutos y Ji Min ya tenía lagrimas saliendo de sus ojitos, no encontraba su juguete. Ahora sólo se dio por vencido y se dedicó a llorar en silencio

— ¡Minnie, amor, Mira quien llegó!— Escuchó a su madre hablándole desde el piso de abajo, con una de sus manitas frotando uno de sus ojos bajó las escaleras. Al bajar todos lo miraron muy preocupados.

— ¿Minnie? ¡¿Qué ocurre, cariño?!— Fue Na Yeon hasta donde su hijo al ver cómo sollozaba escandalosamente.

— N-No encuentro m-mi juguete, mami... Tony no está, se a ido... e-el tampoco quiere ser mi amigo ahora...— Lloró más, importandole poco y olvidando por completo al niño de ojos felinos que lo miraba con mucha ternura y preocupación a la vez.

Vuelve  || YOONMIN ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora