Capítulo 10: Last Breath

502 46 22
                                    


Desperté, al cabo de las horas, y para mi sorpresa, me encontré en el estómago de Ryouhei. Él dormía también


Estábamos los dos tapados por una manta... Mi padre debió vernos al llegar y no querría molestar


Adormecida, levanté la cabeza para ver el reloj. Eran las once

Cuidadosamente me levanté, intentando no despertarle. Le tapé con la manta hasta el pecho, y le dejé dormir tranquilo


Fui a la cocina. Mi padre estaba bebiéndose un café


-Ah, buenos días, Alice -Me saludó-

¿Me explicarías quién era el chico con el que dormías?

-Es un amigo, papá -Dije- Nada más

Debí quedarme dormida viendo la película, ni si quiera se iba a quedar en un principio...

-¿No es tu novio, entonces? -Preguntó

La última vez que llevé a un chico a casa fue a Yuuma, después de todo...-

-No. Sólo somos amigos

-Hm, bien -Cabeceó, dando un trago a su café

Mi padre nunca ha puesto en duda nada que le haya dicho, confía en mí... Se lo agradezco- ¿Vas a hacer el desayuno?

-Sí. Con suerte, se habrá despertado para entonces

¿Has desayunado tú?

-Bueno, sí. Pero siempre apetecen unos pancakes a media mañana -Me sonrió-

-Oído cocina -Me reí-


Me puse a cocinar, y tan pronto como serví el plato a mi padre, fui a despertar a Ryouhei. Aún dormía

Estaba medio tumbado sobre el brazo del sofá y los cojines, con las piernas en el suelo. Me preguntaba si no estaría incómodo...


Al acercarme y ver los petauros acostados entre su pelo, no pude evitar sentirme enternecida. Aquella estampa era más adorable incluso que cuando le saqué la foto en su casa el día de antes


Intentando no despertarle, de nuevo, le saqué una foto. Estaba monísimo, no pude evitar que se me escapara una sonrisa


-A ver qué haces con eso -Le escuché decir entonces, con voz ronca, conforme se estiraba y desperezaba

Sonriéndole, me senté a su lado, para enseñarle que la ponía como su foto de contacto- Bien, buena chica -Bostezó, dándome unas suaves y gentiles palmadas en la cabeza-

-¿Por qué no te fuiste ayer, Haizaki? -Le pregunté-

-Te quedaste dormida. No quería molestarte

-Aaw, eres adorable. Pero no me hubiera importado que me despertaras -Le dije-

He hecho el desayuno ¿Tienes hambre?

-Sí, y dos ardillas en el pelo también


Riéndome, extendí la mano para coger a los petauros, y los llevé a la jaula


Ryouhei se levantó, estirándose...

{Nosaka Yuuma} Close your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora