{Nosaka Yuuma} Close your Eyes

Capítulo 8: Orgullo herido

Aquella mañana me levanté, y tras la ducha y el desayuno, fui a clase. A primera hora teníamos biología, así que algo ligero para empezar la mañana se agradecía

...A penas entré por la puerta del aula, noté que me agarraban por ambos brazos, y me arrastraban adentro. Eran Otani y Norika

-¿Buenos días? -Pregunté, arqueando una ceja-

-Sí, son buenos días -Dijo Otani, con una sonrisa en la cara-

-Porque vas a contarnos quién es ese chico con el que entrenas -Continuó Norika-

Me sentaron en la silla, y mientras que Otani se puso detrás de mí, con las manos sobre mis hombros, Norika se arrodilló frente a mi escritorio

-¿Y bien? -Me preguntó la del cabello rizado, con tanto interés como una niña pequeña podría tener por saber qué pasa a continuación en su serie favorita-

-¿Y bien qué? -Pregunté, intentando aguantar la risa-

-¡Cuéntanos quién es! -Saltó Otani-

-No es nadie -Señalé. Seguía en mis cabales, sabía que Ryouhei era demasiado orgulloso como para querer que dijera nada por ahí-

-¡Alice! -Se quejaron las dos. La verdad es que me resultaron adorables

Los otros llegaron al oírme reír-

-Buenos días, Alice -Saludaron Kirina y Asuto-

-¿Qué estáis haciendo? -Preguntó el de cabello azul-

-¡Alice no nos quiere decir con quién entrena! -Dijo Norika, señalándome. Aquella actitud infantil me resultaba adorable, parecía una niña que se chivaba a sus padres de algo que le había hecho su hermano mayor-

-¿Entrenar? -Preguntó Asuto-

-Sí. Entrena con alguien por la tarde, todas las tardes -Dijo Otani. Kirina y Asuto intercambiaron una mirada-

-Bueno, si no lo quiere decir, será por algo -Comentó Asuto- Además, es su vida privada...

-¡Asuto! -Se quejaron las dos chicas. Me eché a reír de nuevo-

-Aunque no entiendo que quieras entrenar por las tardes con no sé quien y que no quieras entrenar con nosotros -Comentó el primero, cruzándose de brazos conforme me miraba-

-No es que no quiera entrenar con vosotros, chicos... Prefiero no estorbaros -Sonreí-

Aún necesito entrenar mucho para jugar con vosotros

Intercambiaron una mirada entre ellos, Asuto con Kirina y Norika con Otani

Me pareció que Kirina iba a levantar la mano para algo cuando la campana sonó y entró el profesor, por lo que cada uno acabó regresando a su pupitre

Pasaron las tres horas de clase hasta el descanso, y a penas había guardado los libros cuando me levantaron por los brazos. De repente y sin saber yo qué estaba pasando, Kirina y Asuto me arrastraban por el pasillo, seguidos Otani y Norika, a las que no se les borraba la sonrisa de la cara

-Chicos, ¿Qué estáis haciendo?

-Vamos a la sede