Capítulo 11: Sinceridad

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Por la mañana, como de costumbre, me duché, desayuné y fui a clase. Pero esta vez, a penas crucé el umbral de la puerta del instituto, me agarraron y arrastraron a un lado. Me encontré de cara con Otani, Norika, Asuto y Kirina


-¿Se puede saber qué hacéis?

¡Me habíais asustado! -Salté-

-¡Osea que, sales con Haizaki-kun!


Me quedé mirando a Norika descolocada

¿Cómo sabía...?


-¿Cómo...?

-Te vieron en el parque acuático -Suspiró Kirina-

-No, no salimos...

E-es largo de contar... -Murmuré, agarrándome el brazo-

-Vale, no salís

¿Por qué entrenas con él todas las tardes, entonces? -Preguntó Otani-

-¿A entrenar con él es a donde vas siempre? -Habló Asuto entonce-

-Sí, pero...

Yo...

-Oye, lo que quiera que te pase puedes contárnoslo. Puedes confiar en nosotros -Me sonrió Kirina, acercándose para darme una suave palmada en el hombro-

-Sí, no te vamos a juzgar. Ni a ti ni a Haizaki-kun -Siguió Asuto. Norika y Otani asintieron enérgicamente- Si tienes algún problema, intentaremos ayudarte


Tras un segundo en silencio, mirándoles fijamente a la cara, suspiré

Decidí contarles lo que ocurría. Iban a enterarse antes o después, de todas formas...


-Bueno, es largo de contar... -Sonreí tristemente- ¿De verdad queréis escuchar toda la historia?

-¡Claro! -Saltó Otani, llevándome a uno de los bancos de por allí cerca y sentándome. Los chicos se sentaron a mi alrededor-

-Nosotros te escuchamos -Me dijo Norika, poniéndome las manos en los hombros-

-Bien, bien...

Bueno... Estoy entrenando con Haizaki porque yo también tengo algo con el balance de Ares. Es complicado, pero...

En resumidas cuentas, fui a buscarle porque compartimos un dolor similar. Entrenamos para asegurarnos de poder derrotar al Otei y hacer caer al balance

-¡Por eso dijiste que la venganza te parecía un buen motivo para jugar al fútbol! -Saltó Asuto. Asentí-

-¿Y qué te pasó con el balance? -Me preguntó Kirina-

-Eso se remonta a cuando llegué al país

Nada más venir me llegó una carta del Otei Tsukinomiya. Me invitaban a cursar en su centro...

Y como una tonta, sin sospechar nada, acepté, pese a que ni si quiera sabía de su existencia hasta que recibí aquella carta

El caso es que llegué el primer día de clase y conocí a alguien. Un chico maravilloso que me estuvo ayudando desde el primer día. No se despegó de mí hasta que entendí el método de estudio del balance y el japonés...

-¿Estuviste en el balance? -Saltó Asuto-

-Sí. Tienen, digamos, varias fases del programa

La fase básica es la que aportan a los alumnos que no juegan al fútbol. Se enfoca únicamente en el estudio y aprendizaje

{Nosaka Yuuma} Close your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora