{Nosaka Yuuma} Close your Eyes

Capítulo 14: Tiempo juntos

-¡¿Te vas?!

-Sí... El visado se me acaba, y el de mi padre también. Además, le han vuelto a trasladar a casa...

-¿Y el partido?

-He pensado en intentar convencerle para que me deje quedarme hasta que termine, incluso si él se va...

Pero igualmente...

-...

-No puedes contárselo a nadie, ¿Vale?

No quiero que tengan que preocuparse por eso, y aún menos con la final a la vuelta de la esquina...

-¿Y por qué me lo cuentas a mí?

-Porque necesito un abrazo...

Al extender los brazos, me acerqué para acurrucarme en su pecho, abrazando su cuello, conforme él rodeaba mi cintura y me ponía las manos a la espalda. Me sentía protegida en sus brazos

No podía concebir el irme así. No podía creer que tuviera que dejar a todos mis amigos. A Otani, a Kirina, Asuto, Norika, Kozomaru, Hattori, Mansaku... A Ryouhei...

E incluso...

-¿Lo sabe el imbécil?

-No, y no se lo voy a decir. Él...

Seguramente se olvidará de mí en cuanto me vaya... -Murmuré-

-Maldito cabrón -Bufó- ¿De verdad te sigue gustando semejante idiota?

-...Lo sé...

Soy una tonta patética

-No, no eres ni tonta ni patética. Es ese capullo el que es un nivel más de hijoputismo

Me hizo reír. Ryouhei siempre ha sabido cómo animarme

-En serio, dime ya quién es. Quiero arreglarle esa cara tan dura que tiene

-Por eso no te lo he dicho todavía, tonto

No me gustaría que os pelearais...

-Un puñetazo al menos, lo merece -Defendió-

-Sí, tal vez...

...Te echaré de menos...

En silencio, me palmeó cariñosamente la cabeza

-¿Te acompaño a casa? -Me preguntó- Me dijiste que tenías que volver antes hoy

-Estaría bien -Le sonreí-

Un atardecer más. Haizaki me acompañó, y me despedí de él, para subir arriba a ducharme y cambiarme

Al terminar de secarme el pelo fui abajo. Mi padre estaba viendo la TV, un programa de esos que tanto le gustaban, de forja de armas

Hasta que nos fuéramos, tenía unas cuantas semanas libres. Estaba contenta por ello, pero...

-...

No podía irme. Tenía que jugar ese partido como fuera

No iba a tirar por la borda todo lo que Ryouhei y yo habíamos pasado para jugar, todo por lo que tanto había llorado, por lo que había trabajado...

Suspiré, y me acerqué para sentarme a su lado

-Papá... ¿Podemos hablar?

Extrañado, me miró. Jamás le había pedido hablar antes, y mucho menos de forma tan seria

Se enderezó en el sofá, dejando el mando de la TV en la mesita

-Claro, Alice ¿Qué ocurre?