Te conozco hace ya seis meses y medio, casi siete, puedo decir que estoy loca por ti, me tienes a tus pies y ni te das cuenta de eso, pero bueno, no importa.
Llevo una semana practicando y Lucas me apoya a que lo haga, y creo que finalmente hoy, estoy lista.
Y lo hice.
Me confesé, confesé todo lo que siento hacia ti.
No fue lo más elaborado del mundo, ni lo más bonito, te cité en el receso, a solas, y te dije todo, también te entregué una pequeña cajita de chocolates blancos, una tarjeta y otra cajita con una pulsera, unos aretes, y una cadena.
Pero me rechasaste.
Dijiste que te habías planteado mucho el tema de tu sexualidad, y decidiste que eres hetero, además, dijiste que soy tu mejor amiga y confidente, y que no podías verme como algo más que eso.
También fuiste cruel.
Dijiste que no fuera boba, que no me ilusionara, ni pensara en cuentos de Disney, y que probablemente jamás, jamás encontraría a la persona adecuada para mí siendo lesbiana. Al menos dijiste que lo sentías, luego de eso.
Luego te fuiste, sin importarte que estuviese llorando.
En el salón, arrugaste la tarjeta y la tiraste, junto con los chocolates, y le dijiste a Destiny, una de las "amigas" de Mattew que le regalabas los aretes y la cadene, y guardaste la pulsera en tu mochila.
Luego le dijiste a Mattew, que se sentara atrás de ti, pidiéndole el favor a Jonathan de que le cambiara el puesto, el aceptó y Mattew se sentó detrás de ti el resto del día.
No me prestaste atención, ni me hablaste, ni siquiera me miraste. Me ignoraste completamente.
Me dolió tanto, tanto, demasiado.
Eres cruel, Christine.
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P I N K g i r l.
Short Story¿Pensarías que te puedes enamorar casi a primera vista? De alguien completamente nuevo, desconocido, pero atrayente y hermoso. De alguien tan peculiar, alegre, divertido, alguien tan... ¡rosa! Esta es la historia de Alex, la chica que se enamoró del...
