Chapter #37.

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Comprendiste bien mi estado, pero en ningún momento hablaste de eso. Aunque, tampoco es como si yo muriera de ganas por hacerlo.

Mientras me consolabas, Mattew conversaba animadamente con Lucas... Pobre, se le pegará lo idiota.

Mattew se fue cuando dieron las ocho, y yo... Yo no quería irme, tenía tanta tranquilidad. Y lo notaste, me dejaste al cuidado de Lucas un rato, el cual se veía preocupado, y feliz, tenía una mirada cómplice, ¿él sabe que tramas algo?

De repente, bajaste, animada y muy feliz, y gritaste:

-¡Alex, hoy te quedas a dormir!

No pude estar más feliz.
Dios que estás en el cielo... Gracias.

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