Prólogo.

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Y te vi, ahí mismo

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Y te vi, ahí mismo

Donde los sueños y deseos se vuelven uno

Donde el amor se vuelve peligroso y placentero

Y no deje de mirarte

No deje de pensar, de imaginarte

De ilusionarme y cuestionarme:

¿Vale la pena arriesgarse una vez más? 




Aclaración: Todos los derechos reservados. NO se acepta ningún tipo de adaptación ni traducción de la historia. Será denunciado al encontrar cualquier tipo de violación. 



Tres razones. PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora