El Plan.

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Hiro abría los ojos poco a poco, mirando un techo negro, cuando intentó al menos sentarse. También vió una puerta que tenía un hueco, por dónde podían asomarse algunos rayos de luz que apenas le permitían ver.

No sabía dónde estába, o como llegó hasta allí, no tenía muchos recuerdos de lo último que vivió.
Minutos después, escuchó pasos que venían desde el pasillo, así se abrió la puerta.

—Por fín estás despierto, es la cuarta vez que entro para verte.

—¿Dónde estoy?

—En un lugar que no te gustará, pero debes quedarte por tiempo. Ahora, de pié, debes salir de aquí.

Hiro se levantó y caminó frente a Momakase, que vigilaba todo movimiento. Finalmente llegaron a el laboratorio del misterioso hombre que formó todo este problema.

—Hiro Hamada, un gusto. Yo soy...-

—Obake, lo sé.—interrumpió él.

—Chico listo... Bueno, Hiro, ¿Sabes por qué estás aquí?

—¿Porque me obligaron?

—Hablando en serio, Hiro. Sabes que no pediría a cualquier chico para lo debo hacer.

—Diría que usted es algo tramposo.

—Yo no lo veo de esa manera, pero supongo que cada uno tiene su punto de vista. Créeme, yo sé cuál es la solución para toda la ciudad.

—No tiene sentido.

—Por supuesto que tiene sentido, sobre todo si un jóven genio me apoya.

—¿Yo, qué... ?

***

—¿Y ahora qué hacemos..?—preguntó GoGo

—Ya han pasado dos días, no podemos darle más excusas a Tía Cass.—dijo Honey Lemon.

—Tenemos que buscarlo, si no lo hacemos ahora, nunca aparecerá.—comentó algo preocupado, Miguel.

—Podríamos rastrearlo.

—Wasabi, eso no va a funcionar,—comentó Fred.—El villano siempre trata de cortar las conexiones de su rehén. En resumen, de seguro ya revisó el traje de Hiro, y encontró el radar, si seguimos las señales, no nos llevará a ningún lado.

Todos los amigos reunidos ya habían dado todas las ideas posibles de poder recuperar a Hiro, sabían que no sería sencillo, pero tampoco podía ser imposible.

—¿Baymax puede ayudar...?—propuso Miguel.

—¡Claro! No tendrá radar, pero biológicamente no tiene porque cambiar.—respondió Honey

—Pero Baymax no está en las mejores condiciones para buscar a Hiro, o también alguien podría repararlo.—dijo Fred.

—¿En serio me van a mirar a mí?—dijo Wasabi.

—Todos te ayudaremos, pero tenemos que encontrar a Hiro.

—Si, está bien, tienes razón. Daremos todo nuestro esfuerzo.

Fred fué a buscar a Baymax para llevarlo al garage de su casa, GoGo y Wasabi las herramientas. Mientras que Honey Lemon y Miguel buscaban ayuda en algunas libretas de Hiro que estában en la universidad.

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