Lo lamento...

459 53 13
                                    

Últimamente había mucha tranquilidad, por todos lados, la familia, los amigos, y hasta la ciudad.

Miguel y Hiro disfrutaban de todo, los ratos que pasaban con Tía Cass, los momentos con sus amigos, y hasta los instantes en los que compartían su compañía mutua.

—Oye, ¿Vemos una película juntos?

—¿Por qué?

—¿Quieres una explicación?

—Si la tienes, pues si.

—Bueno, sólo quiero estar con mi novio, ¿Es mucho pedir?

—Bueno, está bien.—rió.—Pero que no dure mucho, recuerda que hoy tenemos que ir con Abigail para cuidar a Hiromi.

—Tranquilo.

Miguel entusiasmado se encargó de preparar todo para poder pasar un rato agradable con Hiro. Pero él no podía evitar reir al verlo tan emocionado.

Rato después Hiro había notado porque Miguel se había emocionado tanto, ya que cuando comenzó la película, se dió cuenta que se trataba del cine mexicano.

—¿Cómo se llama?

—Mario Moreno, pero también le decian Cantinflas.

—Ah, ya veo.

—De hecho lo conocí.

—¿De verdad?

—Si, la primera vez que fuí a la tierra de los muertos y pasé tiempo con De la Cruz, ahí conocí a muchas personas.

—Bueno, es simpático.

—¿En serio?

—Tiene sentido del humor, además, gracias a tí, puedo entender los modismos latinos que usa.

Miguel rió se apoyó en el hombro del contrario.
Luego de un rato Hiro se había dado cuenta de la hora.

—Migue, debemos salir pronto.

—Faltan cinco minutos...

—Ay, bien.

—Agradece que no es una de esas películas que le gustan a Fred.

—Ay no, una vez vimos una película en casa de Fred, duró tres horas, pero admito que fué buena.

Los cinco minutos pasaron rápidamente, para que después Hiro y Miguel se alistaran para salir en busca de Hiromi.
Aún así, antes de que pudieran usar las escaleras para bajar al café, el teléfono de Hiro recibió una llamada la cual contestó.

—¡Hiro!

—¿GoGo?

—Oye, tienes que escucharme.

—¿Qué pasa?

—Comenzó un incendio cerca de la universidad, Pegajoso no puede solo, Honey Lemon y yo, ya estamos aquí, Wasabi y Fred ya vienen en camino.

—Esta bien, no tardaré.

Hiro colgó la llamada y volvió a su habitación

—Hiro, ¿Qué pasa?

—Comenzó un incendio cerca de la universidad, es mejor que vaya y ayude a los chicos.

—Ten cuidado.

—Lo tendré, tú tranquilo.

Baymax ya listo esperó a Hiro para después salir juntos en dirección a la escena, mientras que Miguel, salió detrás de él, ignorando el hecho de que podía ser algo peligroso.

Un Héroe Citadino. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora