egoistic {junghope}

VI

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　　　　　　　　　　　(+) strength.

　　
　　

Tus promesas son vacías, no poseen ningún valor, nada de lo que me dices roza la verdad y no solo me confirma el hecho de que no me llamaras después aquella madrugada, no, me confirma ese maldito espectáculo de romanticismo barato que estás dando junto a esa mujer a diez metros de mí ¿notas mi presencia? ¿mi dolor? Lo peor de todo, es que no puedo odiarte, ni siquiera siento repulsión de tus actos, solo dolor y más dolor. Siento mis ojos humedecerse, mis lágrimas amenazan con salir y me apresuro a ingresar al interior del restaurante donde nos conocimos, el lugar donde me sorprendiste al cubrir mis ojos con tus manos, una forma fuera de lo común de acercarte a mí, el lugar en donde todo inició.

Me ocultó en el baño y dejo mis lágrimas brotar, pero trato de borrar esas gotas salinas al lavarme el rostro una y otra vez, un acto desesperado de retener mi llanto ¿cuántos no han hecho lo mismo que yo? Lavarse la cara y fingir que todo está bien, que eres fuerte y nada te afecta. Sé que no soy el único y me siento patético como todos, vulnerable como otros.

Alguien toca la puerta del baño, así que intento sonreír ¿alguien sabe lo difícil que fingir una sonrisa cuándo te estás muriendo por dentro? Abro la puerta, más esperaba que fuese un cliente y no tú, pero allí están tus preciosos ojos analizando mis expresiones, notando rápidamente que los míos están rojos por llorar y acercas tu siniestra a mi rostro con la intención de tocarme, pero esta vez soy rápido (y porque estoy a la defensiva), golpeo tu mano para alejarlo.

No quiero que me toques.
No quiero sentir que te pertenezco.

Camino en dirección de la oficina del restaurante, porque no puedo descuidar mi deber y porque es mi manera de distraerme, pero estás empeñado en no dejarme ir, porque lo que me sigues—. HoSeok, puedo explicarte —tu mentira hace eco en mis tímpanos y mi gran pregunta es: ¿me crees tan idiota de que yo entenderé la explicación del beso que te diste con esa tipa? Libero una carcajada por tus palabras mientras me acomodo en mi asiento y te observo.

—¿Me dirás que casualmente sus labios se unieron? ¿también dirás que no me viste? Porque si estás aquí, es porque notaste que los vi besándose y aún así no te alejaste de ella —digo con amargura. Tal vez no sienta odio hacia a ti, pero el resentimiento es grande y por primera vez nos enfrentamos lejos  de una habitación, porque aquí es mi confort, en esta oficina no podrás hacer uso de tus juegos sucios para hacerme caer, porque aquí, donde manejo un personal, mi carácter es fuerte y limito mi debilidad para mantener mi superioridad como el encargado y la cabeza de aquí ¿no lo sabías, cariño? Veo sorpresa en tu rostro—, estoy trabajando, Jeon, no estoy para tus estupideces ¿puedes largarte? Que a mí me pagan por eso, no para charlar contigo —mantengo la voz firme mientras mi mirada se pierden en las facturas que debo revisar.

—Iré a tu casa esta noche —logras anunciar antes de que el chef principal, uno de mis mejores ingrese a la oficina para acercarse a mi oído y susurrarme un problema del negocio, aún así noto como golpeas el interior de tu mejilla con tu lengua ¿estás celoso, mi amor? Imagínate todo lo que he sentido por tu culpa. Le sonrío a SeokJin y por la gran confianza que tenemos, acaricia un pómulo mío lleno de preocupación, porque ha notado que lloré. Tensas tu mandíbula, sé que quieres apartarlo porque te crees dueño de mí, pero no lo haces, no te permites perder la compostura para evitar habladurías que podrían afectar tu perfecta imagen frente a los demás.

—¿Aún sigues ahí, Jeon? Creo haber dejado en claro que no tenemos nada de que hablar —SeokJin sabe todo lo que pasó entre los dos, por lo que ha sujetado mi mano para brindarme su fortaleza—, y con respecto a tu visita, no se podrá, Jinnie-hyung y yo tenemos asuntos pendientes que arreglaremos durante varias noches —no lo he dicho con doble intención, pero parece que tú lo estás mal pensando, ya que veo en tus ojos reflejado la ira y si pudieras matar a mi amigo con tu mirada, él estaría bajo tierra en este instante solo por tocarme.

Sales de mi oficina irradiando furia y te desquitas con la puerta al cerrarlo con fuerza ¿a que saben los celos, mi vida? Esta vez no lloro, no me lo puedo permitir aquí, solo suspiro mientras SeokJin me envuelve en sus brazos y acaricia mi espalda brindándome su apoyo, porque aunque trate de aparentar bienestar, hyung me conoce bien y sabe cuan frágil es mi ser, por eso se queda conmigo y mi abriga con su calidez.

No he permitido que me arrastres en tu juego .
Pero, no canto victoria, porque esto no termina aquí.