Capítulo 3: Hikari y Ray

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[Dimensión 3, donde Emma y Norman tienen un hijo híbrido, siendo cuidado y criado por Ray: Hikari.]

Se había despertado, encontrándose totalmente solo. Sin embargo, le llamó la atención lo siniestro que se sentía el ambiente ahí.

- ¿Qué clase de dimensión será esta ahora? – se preguntó, mirando los alrededores, mientras caminaba en busca de sus amigos.

Sin embargo, algo... mejor dicho, alguien, llamó su atención. Un pequeño que estaba de espaldas, de cabello entre blanco y naranja, además de una curiosa colita negra.

Usualmente lo ignoraría, pero algo le decía que no lo dejase solo. Que debía protegerlo, aquello sólo lo descolocaba y lo confundía.

Recordaba lo que ese tal Yuu les había dicho, pero él no quería dejar a ese pequeño solo. Vaya, pasar tiempo con Emma se le pegaba lo impulsivo.

Se acercó a paso lento hasta donde el niño jugaba. Este al sentir su presencia se tensó, volteando a verlo, lentamente.

Ray lo miró sorprendido, y no porque fuese parecido a los demonios, al contrario. Ver esos ojos, tan parecidos al de sus amigos, le confirmó algo.

Aquel niño era hijo de Norman y Emma, pero si era así... ¿Por qué tenía esa apariencia? ¿Dónde estaba Norman? ¿Dónde estaba Emma?

¿Dónde estaban ambos?

Hikari parpadeó, ladeando la cabeza, mirándolo confundido. ¿Por qué su papá se veía más joven? ¿Y por qué se veía sorprendido?

- ¿Papi?

Aquello sólo lo dejó más confundido, mas la voz de Hikari lo volvió a sacar de sus pensares.

- Papi, ¿Por qué te ves más joven? ¿Ocurrió algo? – su pecho se oprimió al verlo tan preocupado, y que su voz sonará así, lo hacía sentirse mal.

Se agachó a su altura, sonriéndole levemente, acariciando con cariño sus cabellos, como solía hacerlo con Emma. Hikari sonrió al recibir aquella muestra de afecto, moviendo su colita, alegre.

- Todo está bien, sólo... Creo que ingerí algo que me hizo más joven. – mintió. Hikari sonrió más calmado, se había creído aquella mentira, algo que lo hacía sentir culpable.

Aquel niño, era bastante tierno, le recordaba a Emma.

- ¿Qué haces aquí solo? – el híbrido bajó la mirada al suelo, un tanto triste.

- Mio no pudo venir. – supuso que "Mio", era amigo o amiga suya. Se sintió un poco aliviado de que no estuviera totalmente solo, sin querer recordó a cuando Emma y Norman siempre buscaban integrarlo y no dejarlo solo.

Y hablando de ellos... Tenía que seguir buscándolos, pero no quería dejar solo al pequeño. Aceptaría las consecuencias de haber interactuado con él, y más tarde buscaría a sus amigos; miró a donde Hikari había estado jugando, una sonrisa surcó su rostro.

- ¿Qué has estado haciendo? – preguntó, acercándose a aquel montón de arena, la cual formaba una pequeña duna. Hikari rió, sentándose donde antes estaba. Aquello alegró al azabache. – ¿Quieres hacer un castillo de arena?

Los ojitos del híbrido brillaron, mientras en su rostro aparecía una sonrisa y su colita se movía de la ilusión. Asintió efusivamente.

...

- Salió mejor de lo que creí. – admitió Ray, mirando con orgullo el castillo que había construido. Hikari miraba emocionado lo que habían hecho, mientras su colita se movía feliz.

- ¡Gracias papi! – abrazó a Ray por la cintura, haciendo trastabillar, pero sin caer. Sonrió, acariciando con una mano su cabello, y con la otra devolviendo el abrazo.

No lo conocía, pero sentía que era su deber protegerlo, cuidarlo y amarlo. ¿Acaso su versión alterna estaría haciendo eso por este pequeño?

Se separó del pequeño albino, revolviendo su cabello una última vez. Era hora de buscar a sus amigos.

- Tengo que irme, debo buscar una forma para volver a la normalidad. – Hikari asintió, un poco desanimado. Ray lo abrazó una última vez, y le susurró en su oído un quedito "Te quiero, hijo".

Hikari sonrió, respondiéndole con un "Yo también te quiero". Se volvió a separar de su hijo, yéndose, deseando que estuviese bien.

Y es que, sin querer, había terminado encariñado con Hikari.

Hikari se sentó nuevamente en el suelo, admirando el castillo que había construido junto a su padre. Un Ray más adulto apareció, llamándolo.

Él sonrió, volteándolo a ver.

...

- ¡Ray! – Emma corrió apenas lo vio, abrazándolo, casi haciendo que ambos cayeran al suelo. Se separó levemente, mirándolo. – Estuvimos buscándote, ¿Dónde estabas?

Ray miró a Norman, quien estaba detrás de Emma. Este le sonrió, aunque el pelinegro fue capaz de ver que él, no se encontraba bien; más tarde hablarían. Volvió su mirada a Emma, despeinándola.

- Estaba por ahí, aunque, ¿Dónde estaban ustedes?

- No sabríamos decirte con claridad, simplemente despertamos aquí y no te vimos.

Definitivamente no iba a contarles nada de lo que le pasó a él. Ray sonrió a ambos.

- Sólo volvamos a casa.

Y al terminar de decir aquello, un vórtice apareció debajo de ellos, llevándoselos a otra nueva dimensión.

¿Qué le deparará a este grupo de amigos?

-Traumada Taisho

@Flippy345, ¿Me perdona si no salió bien o te gustó?

Ojalá les guste, también a ti Mioyoshida.

Viajando entre dimesiones [REN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora