Capítulo 17: Norman in Wonderland (Parte 1)

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[Dimensión 14: Donde los personajes de Yakusoku no Neverland, pasan a ser de Alicia en el País de las Maravillas.]

Otra vez estaba cayendo del cielo, y ya sabía lo doloroso que sería para él la caída. Si su cuerpo en sí era débil y había pasado ya por varias cosas, no muy gratas que digamos, otra caída y sería su fin.

Aunque para su sorpresa, terminó cayendo encima de una mesa, la cual, debido a su caída, se partió a la mitad. Y quienes estaban en ocupándola, lo miraron asombrado.

- Ugh...

- ¿Qué...?

- ¡MI MESA! ¡TÚ MALDITO MOCOSO! – gritó Yuugo, alterado. Norman se sentó con dificultad, sobándose la espalda; mientras Gilda, Don, Emma y Anna trataban de calmarlo.

Ray se acercó a él, moviendo sus orejas con curiosidad. Norman miró con extrañeza a quien se suponía, era su mejor amigo; sabía que a veces su comportamiento le recordaba al de un gato, pero nunca llegó a pensar en que su amigo, al menos en esta dimensión, fuese un gato.

Ahora que lo pensaba, ¿Dónde se encontraba?

- Niño, ¿Estás bien?

- ¿Eh? – se miró, notando que sus manos volvían a ser las de cuando tenía 11 años... Un momento. - ¿VOLVÍ A SER UN NIÑO!

Se deprimió, otra vez volvía a estar de la altura de Emma... ¿Por qué estás cosas le pasaban a él?

Ray lo miró confundido.

- Tú siempre has sido un niño... Al menos desde que te vi la última vez.

- ¿Última vez?

- Sí... Creo que fue hace como 2 o 3 años. El punto es que... - se detuvo al notar ese pequeño detalle que casi se le escapa. Cargó a Norman con facilidad, escrutándolo con la mirada, al mismo tiempo que su cola se meneaba y sus orejas se movían. Sus ojos felinos se abrieron con amplitud. – Tú no eres el Norman que salvó nuestra dimensión... ¿Quién eres?

Sentía como las garras de Ray se clavaban lentamente en sus costados, haciendo que soltase un quejido. ¿Acaso Ray lo mataría?

- ¡Ray, basta! – lo detuvo Emma, abrazándolo por detrás, haciendo que él se detuviera. Norman suspiró, aliviado. El gato chasqueó la lengua, dejando al albino en el suelo, cruzándose de brazos. – Perdón por el accionar de Ray, es que, bueno... Tememos que seas un impostor.

- ¿Impostor? No, yo soy el Norman de la dimensión original. – explicó, mirando a ambos. – Me encuentro viajando entre dimensiones con mis amigos, Ray y Emma.

Las orejas de Emma se levantaron, sorprendida.

- ¿Qué?

- ¿Cómo un par de niños le hizo para viajar de dimensión en dimensión? ¿Saben lo que provoca su presencia en las otras dimensiones? – se hallaba entre sorprendido y molesto. – Es más, dime que no se han encariñado ni interactuado con nadie de otras dimensiones.

- Hemos visto muchas cosas... Y si, hemos interactuado con algunos. En ocasiones, hemos estado a punto de morir.

Emma agachó sus orejas, triste. Lo abrazó, sorprendiéndolo.

- No me imagino lo que pudo haberles ocurrido... De sólo pensarlo, me duele.

Norman no se negó al abrazo, correspondiendo el mismo. Ray suspiró cansado, mirando hacia donde estaba Yuugo; al final Don había sacado de quién sabe dónde una nueva mesa, calmando al sombrero. Bueno, no se cuestionaría eso, total, el mundo donde habitaban, no era normal.

- Bueno, Norman original, bienvenido a el país de las Maravillas. – sonrió Ray, enseñándole sus famosos incisivos. El albino sonrió.

- ¡Ya sé! ¿Y si vamos con la Reina? – sugirió Emma, separándose de Norman, saltando emocionada.

- ¿No crees que la molestaríamos? Digo, debe estar ocupada. – comentó Gilda, jugando impaciente con sus orejas de liebre.

- Sólo a Emma se le ocurre molestarla. – respondió Ray, haciendo que Emma lo mirase indignada. Norman se rió, ni aun estando en otra dimensión, Emma y Ray siempre tendrían esa clase de discusiones.

Y hablando de ellos...

- ¿Han visto a mis amigos? A Ray y Emma.

- ¿A los otros mocosos? – inquirió Yuugo, acercándose a donde ellos estaban. – Pues déjame decirte que sólo estás tú aquí.

Norman abrió los ojos, sorprendido y preocupado. ¿Se habrían separado? ¿Pero cómo? Si cuando esa puerta se abrió debajo de ellos, estaban los tres juntos; ¿Cuál sería el motivo de esa separación?

- Ellos estarán bien. – aseguró Don, abrazándolo por los hombros, sonriéndole. – Después de todo, los tres son fuertes, son el trío REN.

Norman le sonrió. No podía argumentar nada contra eso, después de todo cuando se reencontraron, era evidente que no eran los mismos. Que los tres se habían fortalecido con las experiencias que vivieron.

Aunque él, no se consideraba fuerte. Al contrario, había cambiado y había decidido convertirse en un Dios o Demonio con tal de proteger a su preciada familia; tal vez el que estuviesen viajando entre las dimensiones, era una prueba.

Una prueba para saber que tan fuertes o frágiles eran. O simplemente, un juego de un ser superior.

- ¿Entonces iremos con la Reina? – preguntó Anna, curiosa. Emma asintió sonriente, cargando a Norman en su espalda, risueña.

- ¡Vamos!

Ray... Emma... Donde quiera que estén, espérenme y sean fuertes, por favor.

-Traumada Taisho

Yuju~.

Salió apresurado, no sé si bien, hace mucho no escribo esto xd en fin, ojalá les guste~.

Salió apresurado, no sé si bien, hace mucho no escribo esto xd en fin, ojalá les guste~

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Viajando entre dimesiones [REN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora