Josephine Langford, una chica de 17 años con un pasado oscuro que interferira con el amor que nacera entre ella y Hero Fiennes un chico de 17 años. Catherine (la madre de Josephine) y ella se mudan a Seattle con la esperanza de comenzar una nueva vi...
Me encantaba el restaurante. No era ni tan informal pero tampoco formal. Las paredes eran neón con marcos blancos en los que dentro de este habían diferentes fotografías. Nos sentamos como de costumbre en una mesa apartada de la multitud.
Hero sabia como sorprenderme, esboze una gran sonrisa tras recorrer con mis ojos el lugar.
—Es un hecho que te gusto —dejo su móvil encima de la mesa y el camarero se nos acerco para darnos la carta del menú.
—Esta increible. ¿Como logras sorprenderme con facilidad? —lo mire con una sonrisa y devolví mi vista al menú.
—Se me da de maravilla, pero no te diré mi secreto —bromeó
—No seas tonto, dime Hero —mi tono de voz reflejaba exigencia
—No lo se, solo pienso en ti y las ideas me llegan solas —bajo la vista —Se que suena estupido, pero ya te lo he dicho, provocas en mi algo inexplicable —agregó avergonzado
Me quede un rato mirándolo fijamente. No sabía que decirle, osea si, pero ya saben como soy.
—Creo que pediré una hamburguesa con papitas fritas —evadí el tema
—Yo pediré sushi —buscó con la mirada a algún mesero y rápidamente el mismo de hace un rato se acercó llevandose las cartas y dimos nuestras órdenes.
—Se me ha olvidado mencionar que en estos momentos te ves alucinante —al decir esto le trajeron un plato con sus palillos chinos
—¿Me estas queriendo decir que el resto de los días me veo mal? —pregunté colocando mi mano en el pecho con uno de mis mejores gestos dramáticos.
—Obvio no —soltó una gran carcajada ruborizandose de la risa.—Siempre estas hermosa Josephine —susurró sonriendo
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—A mi tambien me encanta como te ves, nunca te había visto con gorra, dejame decirte que te sienta muy bien—sonreí.
Prometo que estoy tratando de esforzarme de ser linda con el, se lo merece. Tengo que dejar de lado mis idioteces y comportarme como tal.
—Se que nunca te hagalo como mereces Hero, he trato de pod...—me interrumpió...
—No puedes forzar tus sentimientos, entiendo que aun no te guste lo suficiente —sus ojos se notaban tristes al decir esas palabras.
No podría estar hablando en serio. Es gracioso que aun no se de cuenta que estoy loca por el, aunque tal vez se me da muy bien eso de disimular.
—¿Bromeas? Hero, tu... Me encantas en todos los sentidos posibles, estoy enamorada de ti, se que nunca te lo digo pero... Tenía miedo de que todo esto solo fuese una ilusión o algo pasajero —suspire aliviada.—Sin embargo me he dado cuenta que lo eres todo para mi y estoy dispuesta a arriesgarlo todo por el amor que te tengo —lo mire seria
