Josephine.
Me encontraba dentro del auto, mi cabeza no pensaba en nada más sino en llegar lo más pronto posible al hospital, estúpidamente introduje las llaves y arranqué hacia mi destino. Todo mi cuerpo temblaba y había tardado bastante en llorar, iba sollozando en el camino.
Después de mucho pude ver el letrero del Hospital Central de Seattle senti un gran alivio en el pecho de por fin ver a mi madre. Aparque con cuidado y corrí hacia la entrada, al entrar estaba desorientada, pude observar a algunas personas llorando en mitad del pasillo, otras en la sala de espera con el rostro puesto en sus manos, en un hospital siempre se respira un aire muy tenso y triste porque a mi parecer no todos salen victoriosos de este lugar.
Me dirigí a la recepcionista.
-Hola buenas noches, Catherine Langford donde se encuentra? -Pregunte amablemente sin ocultar el desespero y mi maquillaje chorreado
-En el segundo piso, habitación 6.-Esta me miró sin mostrar interés a mi horrible aspecto
-Muchas gracias -Di media vuelta y eche a mis pies andar.
Tome las escaleras como un camino más apresurado, ya que no es un secreto que los ascensores de un lugar público se demoran demasiado en llegar y hacerte llegar. Camine el pasillo hasta encontrar a la habitación 6, toque la puerta y estaba la enfermera que al parecer la atendía.
-Hola, es familiar? -Pregunto amable
-Si -Le conteste rompiendo en llanto sin siquiera mirarla o saludarla, mis ojos solo tenían un lugar y era mi madre desplomada en esa cama con cientos de cables y máquinas a su alrededor sonando irritablemente.
De inmediato la enferma salió dejándonos solas en el minúsculo cuarto.
-Mamá, como lo siento de verdad, esto no te debió pasar a ti, no debí convencerte de tomar a la ligera todo esto.-Me senté en el borde de su cama a acariciarle los mechones de cabello mientras mis lágrimas empapaban mis mejillas.
Se veía pálida y con algunas raspaduras en los brazos, lloré aún más al ver eso.
-Qué fue lo que te hicieron? -Susurre entre sollozos.
Aún mi madre seguía inconsciente, la enfermera entró y me explicó que había perdido mucha sangre y que lograron sacar la bala, de milagro estaba con vida pero como todo había que pagar la cirugía y el estadía que tendría por los próximos días de recuperación. A lo que me angustie porque no contábamos con el dinero suficiente para el monto del cual me informaron.
Ya era la 1 de la mañana y decidí recostarme en el sofá que había en la habitación mirando en una pequeña ventana una minúscula parte de lo que es Seattle. Y me quedé dormida sin más contemplando el paisaje.
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Hero.
Ya era sábado por la mañana, para ser preciso 9 a.m. y ya habían pasado 24 horas que no sabía nada de Josephine, me sentía un poco imbecil tratando que no me afectara pero, cómo resistirme a mis sentimientos de lo loco que estoy por saber como está.
No podía aguantar más y decidí dar el paso yo, llamarla y oír su voz aunque por dentro tenía miedo de que no contestara, que tenga el móvil apagado o peor aún, que desvíe la llamada. Estaba entrando en pánico por una chica, esto nunca había sido visto por nadie ni por mi mismo, lo que hacía Josephine en mi no se podía explicar con palabras.
Dejé la cobardía y ya me encontraba con el móvil en la oreja esperando oír su voz, al 5to pitido contestó.
-Hola? -Su voz sonaba mañanera, recién despertada. Oír su voz era música para mis oídos y a la vez un alivio
-Josephine, como estás? -pregunté rascandome la nuca y arrugando mi cara al oír lo que yo mismo dije
-Hero? Qué cómo estoy? -Se oia sorprendida
-No me prestes atención... Quería saber de ti, ayer te fuiste así y me gustaría hablar contigo -Dije en tono de voz un poco bajo y agregué -Y por supuesto para saber de tu madre, te han llamado los secuestradores?
-Estoy con mi madre Hero -Dijo triste, podía notarlo en su voz
-Por Dios eso es genial como no me avisaste antes, cómo es que ya está contigo?
-Le han disparado, estamos en el Hospital de Seattle.
Quedé paralizado al oírla decir cada sílaba y no consegui otra cosa que decir...
-Voy en camino Josephine. -Colgué y corrí velozmente hacia mi habitación para poder vestirme e ir a acompañarla en este duro momento.
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Josephine.
9 a.m. y terminaba de hablar con Hero, una conversación un tanto incomoda y la verdad no entiendo como es que le conteste porque se supone que no quiero verlo por ahora y mucho menos que venga a verme en este estado, me empezaba a arrepentir de haberle dicho la dirección. En que estaba pensando? Aunque estaba aún adormilada.
Me levanté del sofá y aún mi madre seguía sin abrir los ojos, me senté otra vez en el borde de su cama y coloqué mi cabeza en su hombro para sentirme muy cerca de ella y como para motivarla a despertar haciendo contacto con ella.
Estuve así junto a ella un largo rato hasta que comenzó a tocer, rápidamente me incorporé y la veía tocer y abrir los ojos lentamente.
-Mamá? -Sonreí al verla.- Despertaste Mamá
Volteo lentamente para poder mirarme y su rostro reflejaba demasiado desespero y miedo, podía sentir que estaba muerta del miedo y sin saber que hacía aquí y no aún en donde quiera que estaba.
-Cómo te sientes? -Pregunté mirándola
-Hija.-Susurró, era apenas audible y agregó.-Pensé que no te volvería a ver, pensé que moriría y no te diría cuanto te quiero cuanto te amo.-Deslizaban lágrimas por sus mejillas
-Ya basta por favor, no te paso nada. Tranquila. Pero eso sí, no me vuelvas a dejar sola señora Catherine-Trataba de calmarla bromeando y oprimía todas mis lágrimas para no empeorar su estado.
-Esto es mi culpa.-Cerró los ojos
-Por qué dices eso Mamá? Claro que no.-Negué con la cabeza mientras le acariciaba la mano
-Me intenté escapar Josephine, casi muero por esa estupidez. Por eso me dispararon.-Me miró con lágrimas en sus ojos
-Ya mamá, lo que importa es que estas bien. Si?-La tomé de ambas manos para hacerla sentir segura.
De pronto se oyeron 2 golpecitos en la puerta a lo que Catherine se sobresaltó traumada creyendo que la venían a buscar otra vez.
-Yo reviso.-Le dije levantandome de la cama
Me dirigí a la puerta, gire la perilla y allí estaba el... Hero. Se dio la molestia de venir a estar conmigo y ahí es cuando mi subconsciente me decía a gritos que yo misma estaba sacando todo de contexto sobre el y que tenía que darle una oportunidad de explicarme todo con detalles sobre lo que había pasado en el restaurante.
-Hola.-Dijo el con las manos en los bolsillos de sus vaqueros.
-Hola Hero.-Dije sonriendo sin mostrar mis dientes
Me hacía feliz verlo, me ayudaba a poder olvidar el drama de mi familia, es el único y lo único que me ayuda a mantener la calma en todo solo con pensar en el y en todo su ser. Es un hecho, no existía ningún enojo que impidiera ese sentimiento que el provocaba en mi.
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Josephine & Hero
FanfictionJosephine Langford, una chica de 17 años con un pasado oscuro que interferira con el amor que nacera entre ella y Hero Fiennes un chico de 17 años. Catherine (la madre de Josephine) y ella se mudan a Seattle con la esperanza de comenzar una nueva vi...