-5-

272 52 2
                                    

Matías:

Eran las 16:30 de la tarde y yo no había preparado nada. Rápidamente tiré algunas prendas de ropa, dos pares más de zapatillas en un bolso y algunos productos para piel. Me cambié, y con el poco tiempo que me sobraba, comí una manzana mirando a la nada.

Entonces tocan timbre. No podía estar más nervioso.

—Wacho.— Entrando a mí casa, atrás suyo como perro acompañado venía Pedro.

—Perdón por molestar es que lo encontré en su casa borracho y no sabía dónde más llevarlo.

Yo miré a Martin estaba tirado en el sillón más grande babeando sobre este. Invité a Pedro a pasar y se sentó en un sillón individual mientras miraba a Martin, y yo no sabía qué hacer. En un rato vendría Rod, y no podía dejar a estos dos solos en mí casa. Tome mí teléfono y llamé a la única persona que podría poner orden acá.

—Necesito tu ayuda. Tengo a un Martin borracho y a Pedro en mí casa y está por venir a buscarme Rodrigo.

—En 5 minutos estoy allá.— Sofía cortó.

—En un rato viene Sofia a cuidarlos, yo tengo que irme.

—Vas a ver a ese pibe.

—¿Cómo sabés?— Era obvio que Martin le contó.

—Martin me contó.— Bueno, al menos no mentía.
Tocan timbre, con la esperanza de que sea Sofi me acerqué con rapidez pero no era ella.

—¡Mati!— Rozó los labios en su mejilla. Otra vez ese apodo que le hacía sonrojar.

—H-hola.— Temblando o más o menos sonrió hasta con encías—Pasa, tengo que esperar a que venga una amiga.

—¿Sofi?— Antes de entrar.
Yo asentí con la cabeza—Te contó de mí.— Era más una afirmación que una pregunta. Rodrigo se acercó a mí haciendo que quedáramos ahora sí frente a frente.

—Yo...— Estar tan cerca le asfixiaba.

—¡Ey! ¡Que onda!— Entró Pedro, sorprendiéndonos y por defecto terminando de separarnos.—Uh perdón.— Pedro estaba levemente sonrojado—Por cierto, me llamo Pedro— Ofreció su mano para apretarla.

—Ya se quién sos.—Había un aire tenso. Y ni siquiera se había atrevido a mirarlo.

—Bueno chicos ya debe estar por llegar, así que nos vamos.

—Ok. Nos vemos Matías, chau Rodrigo— Saludó dos veces con la mano y regresó a donde estaba en un principio.

Cuando estábamos saliendo de la casa pudimos ver la cabellera teñida.

—Ay.— Sacando el celular que estaba enredado en el bolsillo delantero— ¿Les puedo sacar una foto?

—Si vos querés..— No muy confiado miré a Rod.

—Si, como sea.

—Peguense un poquito más.— Al fin tomó la foto.

—¿Nos vamos?— Insistió Rodrigo.

—Si, nos vemos Sofi.— Nos dirigimos al auto, este parecía bastante caro en su opinión.

—¿A dónde vamos?

—Ya lo verás.— Empezó a conducir apoyando una mano en el volante y otra en el respaldar de la ventanilla.

        —————————————

Volvimos a actualizar por fin.

Agos🤬

hιs drυɢ (ᴍᴀᴛsϙᴜᴀʀᴇ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora