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—Ella..Tiene cáncer.—
Era lo peor que le podían haber dicho en todo el día, mierda. Con sofía no.

(...)

Rod estaba sentado en una de las sillas de la habitación mientras admiraba, con sus ojos llenos de lágrimas, a Matias sentado al lado de Sofia sin soltar su mano en ningún momento. Horrible, ellos sabian que en cualquier momento tendrían que despedirse de su querida amiga, tendrán que decirle adiós, solo era un adiós.

La segunda pareja de chicos llegaron un rato después y se hicieron un espacio junto a Rodrigo, ninguno decía nada. Las miradas envenenaban el ambiente. Luego de casi media hora Angie y Oriana se asomaron. Ya eran seis en la habitación, siete con Sofia.

—Chicos, vengan todos. Necesito decirles algunas cosas.— Su voz se notaba cansada, algo forzada—Se qué será difícil para ustedes, y créanme que para mí también lo es pero sé que van a poder con esta carga, todos en esta habitación son muy fuertes, todos ustedes los son.— Una pausa, un nuevo silencio—Matías, no sabes cuánto te quiero, una de las mejores personas que me es fiel hasta el día de hoy.
Brillá, estrellita, brillá mucho. Y que sea tu luz la que ilumine a el resto del mundo. Recordá que no vas a estar solo, tenes a una gran persona a tu lado— Refiriéndose a el otro chico. Acarició su palma con una mano—Cuidá de Matias. Ayúdalo a superar sus miedos, enséñale a sobrellevar el dolor y el peso de sus vicios. Ayúdalo a que encuentre la forma de ser feliz. Sea a tu lado o no. Te quiero mucho.— Rodrigo asintió con la cabeza y la abrazó, como si fuera el último abrazo de despedida.—Mi segunda pareja favorita. Sin duda son el uno para el otro. Por un lado, Martin. Seguí haciendo chistes malos, seguí iluminando a las personas con tu personalidad. Y dejá el alcohol por favor, en cualquier momento terminas en un coma alcohólico.— Había un poco de joda en ello, pero era cierto. A veces se pasaba. Martin rió entre lágrimas—Y por otro lado, Pedro. Siendo ese chico creativo que lleva el canto en las venas y con una sonrisa característica. Cuídense los dos. Tienen mucho más que dar para el otro. Los quiero un montón y si se casan no la caguen, por favor.— Los dos se acercaron para abrazarla con delicadez, estaba en un punto frágil—Oriana, la más chiquita de nosotros pero aún así la más hiperactiva. No dejes que te quiten esa forma linda de sobrellevar las cosas. Búscate a alguien que te valore el amor que das día a día, alguien que te haga sentir segura por la linda persona que sos. Te quiero también, amiguita.— La otra chica negó y abrazó a Sofia aún más fuerte, realmente le costaba aceptar lo que estaba pasando.—Shh, todo va a estar bien. Van a estar los chicos para apoyarte en todo, no vas a estar sola.— Todos querían dejar salir las lágrimas, ya faltaba una persona.—Enana mía. Tus cambios de humor son los que hacen parte de tu gran personalidad. Llena de energía positiva aunque no parezca, y siempre intentás hacernos sentir mejor y eso es algo hermoso para valorar. Te quiero, te quiero.

—Yo más.— Le sonrió a la peliazul al ver que está tenía sus ojos rojos de tanto llorar.

—No llores..— Angie susurró un "no" como respuesta que terminó disolviendose en su voz, no había sido lo suficiente fuerte para decirlo más alto. La cabeza gacha, escondiéndose en el hombro de la otra chica.— No saben cuanto los voy a extrañar a todos, fueron lo mejor que pude tener en mi vida. Ustedes me enseñaron muchas cosas y nunca los voy a dejar en el olvido. Son tan especiales para mi..— Ahora era su turno, era el turno de Sofía de dejar caer unas lágrimas antes de que todo termine—Prometanme que aunque yo no esté van a seguir acompañándose los unos a los otros, siendo los amigos de siempre.— Todos asintieron. Le dolía tener que dejar a sus amigos pero ya no había nada más que hacer, nada más que esperar a la espera de su último respirar.

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Termino de escribir esto y me voy a comprar huevos, chau.

Agos🤬

hιs drυɢ (ᴍᴀᴛsϙᴜᴀʀᴇ)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora