Tan grande la ciudad y debo encontrar al idiota de Chase.
Me escondí tras un árbol y cuando lo vi levantarse me propuse devolverme a mi casa, me sentí muy infantil pero no quería que me viera.
*Llamada entrante de Sander*
—Sander estoy ocupada, y hoy es domingo ¿Que pasa? —Dije apenas contesté —Ah y hola —Agregué.
—Cálmate belleza —dijo riendo —Sólo quería escucharte.
—Sander es en serio, estoy en la plaza —La palabra "plaza" la dije en un tono mas bajo arrepintiéndome de haberle contado.
Es algo muy poco ocasional.
—¡¿Qué!? —Grita —¿Riley un domingo en la plaza? Eso es u... —No lo dejé terminar y le colgué, guardé el teléfono y salí de mi escondite para irme a mi casa.
—¿Te escondes de alguien? —Escucho a mis espaldas.
Maldije por lo bajo.
—Supieras que sí, y exactamente de ti —Dije luego arrepintiendome de la estupidez que acababa de decir.
Al terminar de escuchar tan semejante bobada que dije Chase se echó a reir a carcajadas.
—Afff ¿Sabes una cosa? No tengo tiempo para hablar contigo —Dije dando media vuelta para irme.
—Me tiene miedo —Escucho decir.
Rodé los ojos, me volteé y lo encaré.
—Ja ¿Miedo a ti? Jamás en la vida —Dije con risa sarcástica —Escúchame bien idiota —Dije acercándome, no negaré que sentía que mis piernas caerían pero algo tenía que hacer —No te tengo miedo a ti, ni a nadie.
El era más alto que yo por mucho así que mi amenaza hacia el no daba mucho miedo que digamos. Su cara con ganas de reírse lo confirmaban, para él era divertido.
—Entonces te gusto —Se acerca más a mi con una sonrisa.
—¿Qué? Ni en un millón de años —Bufé.
—¿Ah, si? ¿Y por qué te sonrojas? —Dice con una sonrisa, seguía aún cerca de mí.
Maldita sea ¿Como paro esto de ponerme roja?
—Adiós —Me volteo.
Justo voy a devolverme y mi pulsera se enreda en su camisa, genial, cuando llegué a casa te voy a guardar en el cajón del olvido por hacerme esto.
—Al parecer el destino nos quiere juntos —Señala mi pulsera y me mira.
—Que te den —Desenredo la pulsera y me voy por fin.
—Que buena vista —Grita al verme alejada.
No volteé y le saqué el dedo del medio.
Iba camino a mi casa no sé si cabreada o sencillamente fastidiada ¿Que se cree? No me fijaría en él nunca, no ligo con personas tan idiotas en el mundo.
En el camino se me vino a la mente una razón para que el estuviese ahí y se me venían respuestas que espero que no sean ninguna de ellas.
1) Que me esté siguiendo.
2) Que me tenga vigilada, rastreada, que sé yo.
3) Que se haya mudado por aquí cerca.
Sólo de pensar en que puede ser alguna de ellas me duele el estómago, no sabría decir cual puede ser peor de esas tres.
***
*Mensaje de número desconocido*—Te ves hermosa sonrojada.
Recibido a las 4:10 PM.
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Stay Strong |SIN EDITAR| ©
Teen FictionRiley Feysson es simple, testaruda, odiosa y para nada preocupada en como la ven los demás. Sander Weston es egocéntrico, sarcástico y el popular que tiene a medio instituto loco por él. Mejores amigos desde niños y jamás han tenido alguna discusión...