Me encontraba tan concentrada en como aplastaría a Chase que al entrar a mi casa no me fijé de la presencia de mi madre y...
Oh esperen, muñeco de torta versión mayor nos visita de nuevo.
—Hola hija —Saluda mi mamá acercándose a mi para depositar un beso en mi frente, no pude evitar mirarla confundida —¿Como te fué hoy? —Pregunta acariciando mi cabello.
Su actitud me estaba asustando.
—Ehm... Bien —Respondo alejándome lo suficiente para que su tacto con mi cabello se rompiera.
—Rili quédate a comer con nosotros —Propone muñeco de torta, quisiera decir su nombre pero sinceramente justo ahora no lo recuerdo.
—Riley —Corrijo fingiendo una sonrisa —Y no gracias, saldré con mi mejor amigo a un bar —Digo con toda la intención de sonar mal.
Usualmente no digo esas cosas así, pero en este preciso momento queda perfecto para la situación tan actuada que está haciendo mi madre, me estaba asesinando con la mirada, en cuanto a él, lucía incómodo.
Joder, que patéticos.
—¡Riley Feysson! —Reprende mi mamá y le ofrece una disculpa a muñeco de torta.
Ni que ella no supiera que bebo.
—¿Por qué no le cuentas a John de la carrera que quieres estudiar? Él te ayudará —Dice mi mamá sonriendo nerviosa, se ve realmente estúpida.
—Oye si, tu mamá me comentó que te gusta mucho la contabilidad y la administración de empresas —Dice John claramente incómodo por la situación, si mi mamá no dice su nombre ni me acuerdo.
Sonrío y miro fijamente por unos segundos los ojos azules de mi madre, quizás buscando que su mirada me dijera si por lo menos le dolía lo que hacía.
Maldita sea, te lo dije, te dije la carrera que quería ¿Por qué no me escuchas? Las lágrimas amenazaban por salir, pero no, debía ser fuerte, asi sintiese mi pecho estrujarse.
—Esto apesta —Respondo soltando una risa incrédula y detengo a mi mamá antes de que diga algo —Te dije que me gustaba, te dije que carrera quería... Pero claro, nunca me prestas atención —Digo y tomo mi bolso para irme.
—Y para que sepas, odio los números y llevo matemáticas de arrastro —Me dirigí a John ésta vez.
No espero respuesta de ella y subo a mi habitación.
Era mentira lo de matemáticas, llevaba alta esa materia, pero sinceramente amé ver su expresión, se veía cabreada a un nivel delicioso.
Mi corazón dolía, dolía en serio. Tiré mi mochila al suelo, me dirigí a mi ventana, tomé mi almohada y ahogué mis gritos ahí.
Vale ¿Por qué intentaba hacerme ver por alguien que no era? ¿Quiere acaso otra hija? ¿Quiere acaso que yo no lo sea?
Aún recuerdo con claridad el día en que le conté sobre la carrera que deseaba, llegué con mucha emoción porque en la prueba que realicé fue lo primero que me apareció, Medicina Forense. Mi emoción y ganas de contarle se fueron a la mierda cuando en plena conversación contestó una llamada y se fué. Sólo... Se fué y no se molestó en retomar el tema. Nunca fijó sus ojos en mi mientras le contaba.
Recordaba cada detalle y sentía mis lágrimas salir, se sentían calientes, sabía muy bien que al terminar de llorar me arderían mucho los ojos. Pero ¿Me importaba? Pregúntenle a mi corazón.
A veces sólo estaba harta de ésta situación, lloraba y me decía a mi misma que era una débil. Yo sólo quiero una familia, sólo quiero sentir un apoyo de madre, o bueno, quizás eso quería hace un tiempo atrás, no lo sé.
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Stay Strong |SIN EDITAR| ©
Teen FictionRiley Feysson es simple, testaruda, odiosa y para nada preocupada en como la ven los demás. Sander Weston es egocéntrico, sarcástico y el popular que tiene a medio instituto loco por él. Mejores amigos desde niños y jamás han tenido alguna discusión...