Amanda y Jessica estaban sentadas en la banca frente al mar, era mediodía aún, el sol no estaba ni muy fuerte, y el sonido de las olas más el refrescante viento les dieron a estas dos una vista hermosa, las olas chocando, el olor a aire limpio, además de los eventuales muchachos que aprovechaban a ejercitarse, correr o las chicas que jugaban al vóley de playa.
– Esto es relajante, ¿No? –empezó Jessica, sin mirarla.
–Lo es. –contestó y llenó sus pulmones en un gran respiro–Creo que ya estoy lista.
–¿Para hablarle de eso? –dijo Jessica y la miró.
Vio a Amanda relajada, tranquila, pero había un algo en su mirada... estaba decidida, liberada de sus miedos y dispuesta a darlo todo. Su pasión era lo que más le gustaba de su mejor amiga, cómo se entregaba ciegamente a lo que anhelaba, a lo que creía correcto.
Por eso se enamoró de su mejor amiga.
–Entonces... ¿Vas a llamarlo? Seguro te extraña demasiado. –dijo sonriendo, y le dio su celular.
–Gracias por cuidarlo, si no fuese por ti, ya le hubiese mandado muchos mensajes. –sonrió y la abrazó, agradecía el hecho de tener una amiga como ella, y que no hacía todo eso porque estuviese enamorada, sino, porque es una gran amiga.
A veces sentía tristeza, porque le gustaría poder corresponderla, pero entendió que no puede hacer feliz a todos, y que, conociendo a Jessica, encontraría a alguien mejor que ella, o igual de alocada que ella. Confiaba en eso.
Sacó el celular y notó que tenía un mensaje, entonces miró a Jessica como interrogándola.
–No podía decírtelo, el chiste de estar sin el celular es para que no hablaras y estuvieras tranquila. –dijo Jessica, encogiéndose de hombros y riéndose.
–Lo sé, lo sé. –dijo y sonrió.
"Buenos días amor, dormí bien"
–¿No es muy cortante? –preguntó su amiga.
–Creo que sí.
"Buenos días amor, dormí bien, y tú? Tienes planes para hoy?"
–¿Muy directo? –le preguntó a Jessica.
–Ya lo mandaste, no importa. –se rio y terminó recostándose en la banca–¿Quieres que te lleve a casa? Que venga por ti allí.
–No lo sé, conociéndolo va a ofrecerse a venir por mí... ¡Vio el mensaje!
–¿Está escribiendo?
–No.
Jessica sacó un cigarrillo y lo encendió, mientras, miraba la pantalla y el reflejo, el rostro de Amanda no disimulaba entusiasmo y algo de ansiedad por que contestara. Se imaginó entonces una realidad alterna, donde Amanda se ponía así al esperar un mensaje de Jessica, sonrió y dio una pitada, soltando el aire en otra dirección.
"No lo sé, tú tienes planes? Quieres hacer algo?"
–¿Qué le pondrás? –preguntó Jess dando otra pitada.
–Le voy a hablar sobre mi infancia.
–¿Estás segura? –dijo Jessica poniendo su mano sobre la de su amiga, en gesto de frenarla– ¿De verdad estás lista para decírselo?
–Mejor ahora, que posponerlo.
–¿Le dirás también lo que pasó en mi cumpleaños?
–Tengo que hacerlo, necesito hacer lo correcto..., pero tranquila, él no te hará nada.
ESTÁS LEYENDO
Tenemos que Hablar
Teen FictionRodrigo esperaba con ansias la llegada de su novia a su casa, después de dos años de salir y de esperar que ella aceptara, ya que Amanda, su novia, se había negado siempre a ir a la casa de su novio. Pero al recibirla, se encontrará con una molesta...