Sleepless ⤿ [ Stray Kids ]

2. Teach You

Suspire viendo como las gotas chocaban y resbalaban por las ventanas, me dije a mi misma que esta seria la última vez que llegaría tarde a clases de mi hermano. El bus una vez al pararse cerca de su colegio, salí corriendo como una bala para llegar a tiempo por pocos minutos. Tenía fe de que mi uniforme no se mojara tanto.

Eso me duro poco cuando la lluvia se intensifico y me dí aún más prisa.

A lo lejos lograba identificar a mi hermano pequeño con Woojin y  al lado de un extraño al parecer, me alarme y fui directa a intervenir en su amena charla.

— Jeongin te he dicho que me esperases dentro. — regañe al niño de doce años mientras el solo sonrió de manera divertida. — Cuantas veces os he dicho que no habléis con extraños. — esta vez me referí a los dos crios en un tono más bajo de lo normal.

— La maestra dijo que no podía quedarse mas tiempo y me esta acompañando el hermano de Woojin, el es Changbin hyung. — señaló al chico al lado suyo, este solo me miro de reojo mientra mis mejillas se tiñeron de rojo al percatarme de mis palabras.

— Di adiós Woojin, nos vamos. — su voz profunda llamó mi atención al ver como el tal Changbin avisaba a Woojin que se despidió de manera euforia hacia Jeongin. Siempre pensé que le dan de comer azucar a Woojin. Aunque su hermano y el aparentaban ser totalmente diferentes.

— ¿Te has olvidado el paraguas verdad? Tengo hambre. — Dijo Jeongin algo triste en voz alta haciendo un puchero.

— Nosotros, tenemos dos, tomen este— su mano del chico alto me tendió un paraguas de color negro mostrandome otro igual haciéndome saber que llevaba dos.

— Gracias — más bien parecía un susurro de mi parte, me transmitia algo de miedo ante su apariencia algo tenue. Vestia todo de negro, sumando sus piercings en las orejas, y ceja, algún que otro tatuaje en sus brazos y manos. Era la primera vez que veía a alguien tan fuera de mi zona de confort y mas en Corea, siendo un lugar algo conservador .

— ¿ En que piensas tanto Hana? — dijo Jeongin caminando a mi lado.

— En nada — sonrei pero aún con dudas decidí preguntarle sobre ese tal chico a mi hermano pequeño. — Entonces, ¿ese es el hermano de Woojin?

— Si, ¿a que es guay? — dijo con admiración.

— ¿Por que lo dices? — Pregunté confusa.

— El es como tú Hana. También actúa de mama para Woojin. — dijo alegre y algo dentro de mi entristecio.

— No me sustituyas por el por favor — dije frunciendo el ceño y el solo  negó.

— No te cambiaría por nada en del mundo Hana. — acabe abrazando a esta pequeña sabandija casi sin dejarle sin aire. — Hana por cierto ¿a mi tambien me dejarías hacerme tatuajes como Chanbin?

—Eres muy pequeño aun. —dije apretando sus mofletes.— Cuando tengas dieciocho haras lo que quieras

— ¿Aún no han llamado? — preguntó esta vez algo más serio porque dejo de reírse y me sentí peor.

—No, aun no, sabes que mama y papa siempre estan muy ocupados. —dije algo triste tambien.

A medida que seguíamos caminando la lluvia disminuía y al final el gran paraguas negro fue cerrado, también me di cuenta que en este habia un pequeño papel amarillo estancado.
Decidí sacarlo y abrirlo.

Solo contenía un número de teléfono seguido con una frase que parecia estar escrita por un niño pequeño.

" Changbin "

Mis pensamientos trataron de cuadrar lo sucedido pero no logre entenderlo aun, decidí ignorarlo guardando el papel en mi bolsillo, tal vez se lo habría dejado sin querer, aunque el papel estaba en muy buen estado.

No me hice una bola en la cabeza y segui escuchando a Jeongin hablando de sus planes futuros como ingeniero,aparte de decir que quería ser como Chanbin, cosa que me sorprendio e intrigo mucho

—Es un buen tipo aunque un poco callado y casi nunca sonríe. — dijo último.

— ¿Como lo conoces tan bien? —pregunté aun confusa.

—¿Te acuerdas de cuando me caí en el parque jugando y vine con la rodilla vendada? — los recuerdos de aquel dia vagaron borrosamente.

—No me digas que... ¿EL TE HIZO ESO?— dije asustada

—¿Que? No. El fue el que me defendió de aquellos niños grandes. — dijo alegre.

Me quedé muda ante tal confesión y solo saqué las llaves para proceder a abrir la puerta.

—Deberías conseguirte un novio como el noona. — las llaves acabaron en el suelo.