El aroma de Taehyung siempre le había llamado la atención; desde que había descubierto que emanaba uno, Jungkook había quedado fascinado con él. Jungkook tenía un buen olfato, y según su madre esa era una cualidad que había heredado de su padre; para él no era ninguna novedad poder describir a la perfección el aroma que poseía una persona, podía hacerlo con pelos y señales. Pero entonces ahí estaba Taehyung, el omega olía a flores que no podía clasificar, tan suave que le transmitía paz, olía tan fresco que le daban ganas de respirar muy hondo cuando lo tenía cerca, y apenas un poco dulce, lo que siempre le brindaba una sensación de seguridad y calma.
Desde hacía unos días eso había cambiado levemente, llevaba un par de días notando como Taehyung olía diferente. Al principio solo había sido pizca de algo más que lo ponía inquieto, cuando Taehyung se reía, se avergonzaba o se exaltaba de alguna manera ese algo aparecía en el aire emanando de él, y cada nervio de su ser se erizaba y lo sentía. Era una sensación extraña que lo confundía demasiado, se sentía peligrosa pero a la vez estimulante, y por mucho que él no entendiera qué era lo que sucedía, no estaba dispuesto a alejarse de Taehyung para averiguarlo.
Entonces el primer mareo llegó. Caminaban de prisa por el largo pasillo de la escuela que los conducía a los laboratorios de física, Taehyung hablaba rápido intentando explicarle la lógica de los ejercicios de matemáticas que habían visto en la clase de la que acababan de salir, cuando de repente frenó en seco y cerró los ojos. Fue apenas un momento, pero él tuvo suficiente como para notar que ese episodio venía acompañado de una descarga de esta pizca de algo que emanaba ahora del omega. Para la tercera vez que sucedió, ya podía notar como Taehyung no se recuperaba tan rápido como las anteriores veces y perdía un poco el color, supo que algo sucedía de inmediato. Tenía miedo de preguntar al respecto, no tenía demasiada idea de cómo hacerlo y por eso solo se limitó a prestar más atención al chico por si daba señales de sentirse mal en algún momento.
Ese miércoles por la mañana cuando golpeó la puerta de Taehyung y él salió para que pudieran irse juntos, todo se volvió claro. Con apenas una aspiración en su dirección Jungkook supo que las flores que llevaba oliendo desde hacía tres años eran jazmines y el toque fresco y salvaje que se le había agregado hacía poco eran mandarinas. Nadie más pareció percatarse de eso, aunque Jungkook entendía que una de las razones podía ser que Taehyung utilizaba supresores e inhibidor de aroma, y que por su buen olfato él podía seguir percibiéndolo, de manera tenue pero con claridad.
Para cuando el primer receso llegó, él sabía que algo no andaba bien. Había prestado la atención suficiente como para percatarse de que cada vez que el aroma aumentaba en intensidad, a Taehyung parecía sofocársele la respiración un poco. No tomó demasiadas notas ese día pero el omega junto a él no pareció darse cuenta de ello, al fin y al cabo estaba demasiado ocupado tratando de no dispersarse y mantenerse compuesto.
Para la hora del almuerzo Taehyung ya había tastabillado un par de veces, y cuando la aglomeración de gente de salida al comedor los había arrastrado, se había casi desmayado. Mientras lo observaba con cuidado y esperaba que se recompusiera de ese último episodio tomando un poco de aire fresco en el patio, él ya no tenía dudas. Taehyung estaba entrando en celo, y sin embargo el omega parecía no notarlo.
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A tu lado - Taekook (KookV) omegaverse (Disponible en físico)
Fiksi PenggemarDISPONIBLE EN FÍSICO Jungkook tenía seis años cuando una de las personas que más ama en la vida lo abandona; y a pesar de los esfuerzos de su mamá por querer hacerlo feliz, él no puede dejar de estar triste del todo. Un día ve movimiento en la casa...