"Justiciera"

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Mi primer mes aquí, es bastante agradable saber que ya me quedan menos meses aquí.

Camino por el patio, el aire se siente fuerte, en estos momentos deseo tener aunque sea un trapo mas grueso, este clima de diciembre no ayuda mucho, he esperado tanto por estas fechas, en verdad antes me hubiese visto adornando la casa y esperando por los regalos, sin embargo ahora me encuentro aquí.

En el taller hemos estado haciendo adornos navideños, pero eso solo aumenta cierta nostalgia en mi.

Mis manos viajan a mi vientre, una sonrisa con nostalgia se asoma en mis labios.

-Al menos tu eres libre- digo

Sigo hasta llegar a mi habitual banca, es la misma rutina de todos los días, ver a las además reclusas hacer su vida aquí y yo...solo  puedo mirar, este lugar es deprimente si no puedes hacer gran cosa, me he cuidado un poco, mi hombro derecho duele, pero no puedo quejarme, no puedo hacer gran cosa, suerte que soy zurda...si no me hubiese constado más el estar tranquila, sin embargo la rodilla me duele y bastante, sumado a mi tobillo, duele con el frío.

- Es hora de seguir con los adornos - dice la guardia

Algunas vamos hasta allá, es un lugar un poco chico, estamos unas sobre otras, de hecho se siente la mala energía de algunas personas.

Cada quien toma su lugar, todas seguimos en lo nuestro, una chica se levanta de su lugar y se dispone a ir con la guardia, pasa entre nosotras, va con cuidado, ya que trae los materiales en las manos, de la nada otra reclusa le mete el pie, la chica cae al suelo, el golpe es bastante duro, la chica se queja, atrae la atención de todas en el lugar, voy hasta ella y la ayudo a levantarse, veo a la reclusa causante de esto.

- No tenías por que meterle el pie- digo molesta

- Ese no es tu asunto Lockwood - responde esta y otras más

- Lo vi, por lo tanto es mi asunto- respondo

- Yo...no, no pasa nada- dice la chica con miedo, está asustada, sin embargo a mi ya nada puede asustarme, Renata tiene la misma actitud que esta mujer

- Claro que pasa, te ha hecho caer, por su culpa haz tirado los materiales, te haz lastimado ¿ No pasa nada?- le digo a la chica

- No, no pasa nada

La reclusa causante comienza a reir

- Esto te pasa por justiciera Lockwood

La sangre me hierve, de la nada le suelto un golpe en la cara a la tipa, esto la saca de onda, no espero más tiempo y le meto otro, ella me responde pero logro esquivarlo, los golpes entre ella y yo son bastante fuertes, he tratado de no meter la derecha, sin embargo no puedo solo defenderme con una mano, me da dos golpes en la cara, otro en el estómago, respondo con un cabezazo en su nariz, no me voy a dar por vencida, voy a ganarle, sin embargo la suerte no está de mi lado y mucho menos algunas de las reclusas, de la nada caigo de espaldas al suelo, duele, doy un gemido de dolor, me sostienen, la mujer aprovecha para patearme las costillas, el vientre, me duele.

Hago acopio de todas mis fuerzas, las ganas que tengo de partirle la cara a esta tipa no tienen comparación a todo lo que a mi mente viene, escucho la risa de Renata, creo que me estoy volviendo loca de remate.

Debil”

Inutil”

Risas....risas...más risas

Doy un fuerte grito de enojo y frustración, las reclusas que me estaban agarrando me sueltan, entonces arremeto con todo, mi hombro choca con su estómago, gimo de dolor, creo que esta vez me he jodido el hombro para siempre, la dejo en el suelo, su cabeza suena, le duele, pero no me importa, la tomo del cabello y comienzo a azotarla contra el suelo, un golpe, otro, y otro mas, pierdo la cuenta de cuantos han sido, sin embargo, me obligan a quitarme de encima de ella, doy hasta por allá, el dolor me invade, son incapaz de levantarme, me duele el cuerpo...

Es entonces cuando la luz se va, en sonido es distante, me duele.

Axel pvo

Por más que he querido no puedo, la botella de whisky sigue frente a mi, llevo haciendo esto cada viernes, me siento estúpido, usado,un completo idiota, me he dejado influenciar por ella, la he dejado hacerlo.

- Joder- grito

Estoy harto de esto, de seguir pensando en que ella solo lo hacía por protegerse...

- Amor, vamos a dormir - Regina me habla

-Voy hermosa, tengo pendientes

- Vamos...por favor- me hace ojos de borrego a medio morir

No puedo negarme ante ella, dejo que me tome de la mano y me guíe hasta la habitación, estoy bastante cansado, duermo pero no puedo descansar.

Además de que tengo pesadillas, éstas siempre vuelven, y se van sin alguna explicación.

Regina se acuesta en la cama, me toma unos segundos el quitarme la ropa, me acuesto en la cama, ella se abraza a mi, su cabeza está en mi pecho, le acaricio el cabello, es muy linda, creo que la amo, creo que esta vez me he enamorado de verdad, no sé que haría si algo le llegase a pasar a mi Regina.

Mis ojos se van cerrando, espero poder dormir esta noche.

.......

Risas....más risas....

-¿ Quién está ahí?- nadie responde

Todo me da vueltas, la música de la fiesta es fuerte.

- Vamos toma esto- ella me da una margarita

La bebo, mi mujer rie, esto es lo que siempre he necesitado, la euforia me invade, me llena, de pronto solo quiero bailar y hacerle el amor a Regina.

La tomo por la cintura y bailamos

-¿ Harías cualquier cosa por mi?

- Lo que me pidas amor

Ella sonríe no es la primera vez que me dice esto.

Tengo sed, Regina me trae otra margarita, enseguida la bebo.

- Lo que sea- afirma

- Si, mi niña, lo que sea

Ella solo sonríe y baila para mi, sin embargo no comprendo nada su sonrisa me es extraña.

De pronto me toma de la mano y me lleva hasta afuera, el aire me pega de lleno, mi cuerpo está caliente, mi cabeza  muchos pensamientos....

Regina me abraza...

- Harás lo que sea

- Lo que sea mi amor

Vecino...La RevanchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora