Trato Hecho

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Siento algo de tristeza al oír las palabras de O'conel, al menos el ha sido sincero.

- Toma lo que quieres y puedes irte- digo después de un rato

- Sería muy sencillo, ese no es mi estilo

-¿ Cuál es su estilo? Señor O'conel

- Tu quieres algo y yo también

Sus palabras me interesan

- Hable

- Tu me das la lista y yo...te saco de aquí y arreglo tu problemita- señala mi rostro

Dudo un poco, creo que aun confío en que Kurtis me va a salvar, sin embargo creo que no será así, el simplemente no se ha presentando en este tiempo y la verdad es que ya dudo.

Miro a O'conel a los ojos, sus ojos azules ven mi indecisión.

- ¿ Aceptas?

- Trato hecho, sin embargo Señor, debo decirle que necesito estar fuera para darle lo que quiere

- Espera un tiempo, pero mis tratos no se acaban con un trato hecho

- ¿ En donde firmo?

-Después habrá contrato, pero esta noche será cuerpo a cuerpo

Trago duro, no quiero acostarme con el, pero necesito hacerlo.

- Está bien, pero necesito que parezca una violación

Su cara cambia

- No, No soy ese tipo de persona

- Escuche...

- Hablame de tu- me interrumpe- después de todo te voy a follar

- Escucha, me refiero a que: Renata espera que tu me violes, que yo no quiera hacer esto y pues...

- Comprendo

O'conel se acerca a mi, con cuidado me quita el cabestrillo, cuida de mi brazo, lo deja a un lado y me mira a los ojos, me siento extraña, me sonrrojo y el sonríe.

Con lentitud me quita la ropa, es como si lo estuviera disfrutando, me quita el uniforme, mis pechos quedan expuestos ante el, lo unico que traigo puesto son las bragas.
O'conel va dejando besos por mi vientre, se detiene especialmente en mis cicatrices, siento cierta vergüenza, algo de tristeza y una suma de placer, son tantas sensaciones juntas, demasiado juntas para mi gusto.

Sus manos se quedan en mi cintura, son grandes, están calientes y me transmiten cierto cosquilleo, las yemas de sus dedos juguetean un poco sobre mi piel, es algo nuevo, el tiene paciencia, todo lo hace poco a poco, creo que esta vez yo tampoco tengo prisa, solo quiero sentir. O'conel me conducr hasta la cama, me quedo acostada, el me despoja de todo lo que me cubre.

Seguido de ello, comienza a desnudarse, es algo lento pero vuelvo a repetir que no tengo prisa, no quiero que sea algo rápido, quiero algo lento, esta vez de verdad quiero sentir algo más que placer, no hablo de amor, hablo de...ni yo sé como explicarme, no sé como decirlo. Cuando se quita la camisa puedo divisar en su ante brazo un tatuaje de un dragón.

- Bonito tatuaje- digo para que no haya silencio, el sonríe- yo también tengo uno, en la nuca, casi nadie lo nota, de hecho es muy pequeño

-¿ A si? ¿ Qué es?

- Es un signo del infinito

- ¿ Qué representa?-  Pregunta

- La unión de sangre, según el es nuestra unión- digo reflexiva, recuedo su voz

- El mio es mi signo chino

- Ah- me limito a responder

Nos quedamos de nuevo en silencio, pero este silencio no es desagradable, es algo lindo, O'conel se coloca un preservativo, me abre las pierna lo sificiente.

- Esto va a doler - dice

Estoy consciente de ello,no me siento excitada, es como si solo...

Siento la enbestida, pego un grito, enseguida se ve  ahogado por los labios de O'conel, comienza a moverse de manera constante, unas leves lágrimas salen de  mis ojos.

- Te lo dije- me dice al oído

No hablo, sus manos me recorren, su boca me recorre, me muerde, me toca de una forma bastante necesitada, sin embargo mi cuerpo comienza a reaccionar, me gusta lo que siento, entonces me atrevo a tocarlo, su piel es calida, mis piernas se enrrollan a el, pido mas, quiero más.

- ¡ Si!- gimo - O'conel

Una y otra vez, va lento, va rápido, oh...es algo que no puedo explicar, es algo que siento, pero no puedo decirlo, mis pechos rosan su pecho, siento mi piel sudar.
Entonces se detiene, lo miro a los ojos, esa mirada, la he visto, esa mirada me hace desear más, pero hay algo en esos ojos que..

- No te detengas- ruego- por favor

- No lo haré es solo que

Deshago la distancia que nos separa y lo beso, sus labios me gustan, me tomo la libertad de morderlos, de jugar con ellos.
O'conel reanuda sus movimientos, me hace desearlo de nuevo, vuelvo a gemir, vuelvo a sentir algo, su cabeza se entierra en mi cuello, muerde, muerde y no deja de hacerlo.
De pronto comienzo a sentir que mi orgasmo se aproxima, esto es delicioso, O'conel acelera el ritmo, puedo ver en sus ojos que también se acerca al orgasmo, no quiero que pare, mis manos se quedan en sus hombros, jadeo, me quedaré sin saliva, me duele tragar, no puedo contener más mi orgasmo, entonces me dejo ir, grito como si no hubiese mañana, puedo decir que me he lastimado la garganta, puede que mañana amanezca sin voz o ronca, pero no me importa, O'conel se viene conmigo, puedo escuchar como gime, se ha reservado el nombre de su amada, me muerde el hombro, creo que tendré una marca el día de mañana, pero ya eso es lo de menos, de verdad que no me importa, lo que importa ahora es el gran placer que me está brindando.

- Trato hecho- dice ya más compuesto

Mi respiración aun es agitada, pero mi sarisfacción es grande, tal vez debería sentirme culpable, por que lo que acabo de hacer está mal en sentidos morales pero me siento tan bien que no puedo evitar sonreír.

- Tenía menos espectativad contigo- dice

- O'conel...

- Octavio- me interrumpe- después de todo hemos follado

- Okey, Tavo- digo para menos palabrería- ha sido maravilloso, fue genial yo..

- No olviedes que no te estaba diafrutando a ti

- Lo sé, creo que ni yo a ti, es solo que tu mirada me es tan familiar que no pude resistir

- Eso es lo de menos, hay que dormir

Se da la vuelta, se cubre con la sabana, me deja desnuda y confundida, algo dolida debo admitir, pero yo sabía desde el principio que esto era para cerrar un trato.

Vecino...La RevanchaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora