Mi Mejor Amigo: Un Traidor

Cap.9 Controlando el poder.

Narra Tai.

La noche había caído, y para nuestra buena fortuna, teníamos un lugar donde descansar. La tienda de campaña era muy grande, lo suficiente para 10 personas.

Sora pudo sanar la herida de Matt, pero tenía que estar en reposo para poder recuperarse más rápido.

Esa noche solo nos dedicamos a cenar y empezar los planes para mañana.

Izzy: Ahora, ¿qué haremos?

Tai: Bueno, mientras yo tenga la gema -dije mientras mostraba la gema, la cual ya tenía un dije gracias a Kari- Tenemos la ventaja, y solo por el momento tendremos que empezar a buscar el otro "poder" que supongo es de Matt.

Izzy: Sí, pero... recuerdas lo que decía la profecía -susurro para evitar que nos escuchará Sora, quien estaba alimentando a Matt- Si no aprendes a controlar ese poder, entonces llegará...

Tai: Cierto, lo había olvidado... El apocalipsis.

Izzy: Tai, tienes que aprender a controlarlo.

Tai: Sí, entiendo. Porque, la verdad es que... cuando peleé contra Piedmon en el templo, sentía que no era el mismo.

Agumon: Cierto, sentí por un momento que el Tai que yo conocía había desaparecido por unos momentos -dijo mientras se sentaba a mi lado- Además, después de que agarraste esa gema, tus ojos empezaron a brillar.

Izzy: ¿Cómo que brillaron? -preguntó muy preocupado.

Agumon: Sí, sus ojos brillaron de un color naranja intenso.

Izzy: Tai, ¿podrías volver a usar tus poderes?

Tai: Veamos, déjame intentarlo -dije agarrando la gema.

Al principio no sentí nada, traté de concentrarme, pero nada pasaba, y cuando me iba a dar por vencido, volví a sentir ese fuego ardiente dentro de mi cuerpo, y a pesar de que el fuego estaba por casi todo mi cuerpo, no estaba sintiendo dolor como en aquel momento, incluso no parecía que estuviera quemando a nadie.

Izzy: Increíble -dijo muy fascinado- Tus ojos si están brillando ¿Qué sientes en este momento?

Tai: No lo sé -dije mientras me veía- Me siento muy bien, de hecho, demasiado bien, como si fuera invencible.

En ese momento sin que yo lo pidiera apareció la espada que use contra Piedmon, un escudo en mi brazo izquierdo y otras cosas más. Parecía que estaba a punto de estallar, así que rápidamente me quite la gema y la puse en la mesa, y todas las cosas que tenia hace un rato desaparecieron. Y automáticamente, me sentía muy cansado, como si hubiera corrido un maratón.

Tai: No lo entiendo -dije tratando de recuperando el aliento- ¿Qué hice mal?

Izzy: No lo sé -dijo mientras agarraba la gema- Pero de algo si estoy seguro.

Tai: ¿Qué cosa?

Izzy: Tienes que aprender a controlarlo. Sólo así podremos tener más posibilidades de volver a derrotar a Piedmon.

Tai: Entiendo.

Iba a agarrar la gema, cuando de repente me volvió a quemar la mano y la solté.

Izzy: ¿Qué pasó?

Tai: Esa cosa me quemo la mano -dije chupandome los dedos- Ten cuidado, no la vayas a agarrar.

Izzy se agacho a recogerla y para mi sorpresa, él no se quemó, la agarro como si fuera una piedra.

Izzy: No lo entiendo -dijo viendo la gema y mi mano- Esto... ¿Ya te había pasado antes?