Capítulo 7

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Al entrar a la habitación, esta estaba a oscuras. Palpe la pared en busca de la luz, y cuando encontre el interruptor, la encendi.
Mire la habitación. Me gustaba. Siguiendo el estilo del edificio entero, tenia las paredes blancas. No tenia mchos muebles, pero la sencillez de estos y las dexoraciones de las paredes y del techo, hacían que el conjunto fuera hermoso. Ninguna de las dos camas estaba ocupada, así que supuse que mi compañers de cuarto aún no habia llegado, así que yo podia escojer la que mas me gustaba, eran las dos identicas, y estaban ambas pegadas a las paredes de la habitación. Escogí la de la pared del fondo porque estaba mas lejos de la puerta. Odiaba dormir cerca de las puertas, era na mania irracional que tenia desde pequeña. Pese al cansancio, decidí explorar un poco la que iba a ser mi casa por los próximos 4 años. En la pared donde tocaban las cabezaras de las dos camas, había un enorme ventanal, que ahora se encontraba con las cortinas cerradas. Seguro que desde él habían unas vistas hermosas. Después al lado de cada cama había unas mesitas de noche, y en los pies 2 baúles. La distancia que había entre las dos camas estaba tapada por una alfombra blanca i peludita adorable. Me veia tirada en el suelo de la habitación estudiando. En la última pared habían 2 armarios empotrados con espejos pegados a las puertas y otra puerta q supongo daba al baño. Ya investigaria esa parte mañana, por hoy había tenido suficiente.

Mas o menos así es

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Mas o menos así es.
Estaba reventada, me acerque a la cama, me tumbe en ella y me tape con las mantas. No me canvie ni de ropa, solo cerré los ojos, y en menos de un minuto ya estaba durmiendo.

A la mañana siguiente, me desperto una molesta luz en la cara. Perezosa, y un poco desubicada, le pedi a mi hermano que la cerrara.
-¡Ian, cierra la luz estúpido!
Nadie contesto.
-¡Ian, és muy temprano!
Gruñendo y maldiciendo por lo bajo me removi en la cama y escondi la cabeza debajo de la manta, todavía no había abierto los ojos. Sabia que si lo hacía no podria volver a dormirme.
De repente, una dulce risa resono por la habitación. Mi hermano no tenia esa risa.
-Lo siento cielo, peró me temo que, ni soy tu hermano Ian, ni puedo hacer que el sol se apague. - Comentó la dulce voz de una chica.
Sobresaltada, me saqué la manta de encima y busque a la propietaria de la voz.
-Hola-Me saludo movienso los dedos de la mano una extraña chica que estaba sentada en la otra cama.
Entonces todo lo que había pasado en los últimos días me vino a la cabeza. Ya no estaba en Argos, esta no era mi habitación, y desde luego, esa no era mi hermano.
-Mierda. - Me peine como puede los pelos de loca que llevaba, y me prepare para saludar a, a la que supongo sería mi compañera de cuarto.
-Hola, soy Alba. - Me presente. Uff ridícula yo.
-Mery-Se presento la extraña chica sin perder la sonrisa de su rostro.
Tenía algo raro, peró no sabía decir el que. Hasta que lo vi.
-¡Eres una elfa! - Dije mirando descaradamente sus orejas.
-Que observadora.
Me quede flipando, y la examine a fondo. Era la primera vez que veia un ser que no fuera o un Gher, o uno de los míos. Era hermosa. Llevaba una especie de corona rara que le llegaba hasta la frente. Su pelo, rubio y largo dejaba entrever sus puntiagudas orejas, y a la vez combinaba con sus azules ojos.

La chica carraspeo incómoda por mi excutriñio, y aparte la vista sonrojada

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La chica carraspeo incómoda por mi excutriñio, y aparte la vista sonrojada.
-Uh, lo siento mucho. Eso ha sido muy maleducado por mi parte. - Me disculpe - Es la primera vez que veo a un elfo. - Intenté excusarme.
-No te preucupes, los primeros dias que pase alrededor de ustedes, no podia parar de mirar vuestras orejas,las teneis muuy raras.
-Hahahahah, vosotros teneis las orejas raras, no nosotros. - Decidí que me caía bien, había algo en ella que me transmitía confianza.
-Bien, Alba, si yo fuera tu, espabilaria un poco, tenemos que estar en el gran comedor en 20 minutos. Mire su cuerpo, hi vi que, efectivamente, ella ya llevaba puesto el uniforme escular. Maldiciendo a todo el mundo me puse de pie y salí disparada hacía el baño. No tenía mucho tiempo, y mis shampoos aún seguían metidos en la bolsa, así que decidí que con agua tendría que bastar. Me duche en menos de 5 minutos y volví a salir a la habitación. Agradecida, vi mi uniforme extendido sobre la cama. Busqué con la mirada a Meey para agradecerle, pero ya había abandono el cuarto. Me puse el uniforme, que era horrible debo añadir, y sali corriendo hacía el gran comedor.

Intenté seguir las instrucciones del mapa que me había dado ayer la directora junto con todo y este me llebo hasta una enorme puerta doble de roble blanco

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Intenté seguir las instrucciones del mapa que me había dado ayer la directora junto con todo y este me llebo hasta una enorme puerta doble de roble blanco. Rezando a todos los dioses, entre esperando no llegar tarde. No calcule bien la fuerza que use, esa puta puerta parecía muy pesada, y esta se abrió golpeando la pared de detrás y causando un gran estruendo. Todas las miradas de los mas de mil alumnos y las de los profesores se giraron hacía mi. Y yo, roja como un tomate me quede allí en medio sin saber que hacer.
Joder.

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Espero que les este gustando la historia. No olviden darle a la estrellita y comentar que os parece.
Os quiero,
Alba💫

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