Capítulo 5: Palabras de secretaria.

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El estúpido sol se filtraba por mi ventana, las inmundas motas de luz se deslizaban hasta mi cama. Que malvadas.

Gemí cuando recordé que hoy tenia que buscar trabajo.

Gemí más fuerte cuando recordé que este era el último fin de semana de vacaciones que tenía, porque el lunes empezaré en la nueva escuela.

Y si es posible gemí aún más fuerte cuando recordé mis amigas se quedaron en mi país natal, Venezuela (Yeah soy latina, pero sin rasgos físicos de latina(?). (Por si se lo preguntan, soy bilingüe desde muy pequeña he podido hablar los dos idiomas con soltura, no es que míticamente todos hablan un idioma intermedio y yo que se) Y ya que me mudé a Nueva York, tendré que hacer nuevas amigas.

Y por último no pude olvidar que ese tal Robert, alias, señor patán. Estará en la nueva escuela donde iré. Espero que no me toque hacer un trabajo con el, como las películas románticas adolescentes.

Seguí ahogandome en mi miseria, cuando escuche unos leves toque en mi puerta.

—¡Paseeee!— Dije tapando mi cara contra la almohada. —Si eres Steve, vete, es mi último fin de semana libre. Si eres un violador de peluches o un ladrón zombie, abajo Steve te espera con Waffles, o para ti, zombie, mi hermano te servira de Waffle, despues de todo es Waffelman.

Steve pasa, y dice:

—Ja ja muy graciosa, a ver Anna levanta tu gordo trasero y arriba. Ayer me pediste que te levantara a las 8:00 am, aunque no me dijiste para que. Pero primero, ¿por qué gemías como una cabra loca?

Me senté y me coloque mis lentes. Luego le tire una almohada a Steve, pero falló miserablemente y callo al borde de mi cama.

—¿Yo?— Me senté y lo mire. —Mira tonto, mejor vístete rápido que me llevaras a buscar trabajo.

—Si, tú... Espera ¿Qué?

—¡Oh vamos! Una ducha, ropa, comida y para afuera. ¿Qué tan difícil es eso? —dije con fastidio.

—Oye tratas mal a tu chofer, y te tocará caminar...

Agarré mi otra almohada, y este tiro si acerté, dandole en el estómago.

Steve se fue, cerrando la puerta tras él.

Aparcamos en el estacionamiento de un centro de empleos

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Aparcamos en el estacionamiento de un centro de empleos.

Son esos lugares donde te sientan como en una entrevista, pero tu escoges que es lo que quieres hacer y ellos buscan algo que concuerde.

Ja. Trabajar encontrando trabajos para alguien, que divertido.

Steve y yo entramos por la puerta de vidrio, pasando por un largo pasillo con muchos panfletos de publicidad colgados a cada lado. Al final, un escritorio de madera con una linda chica morena.

Llegamos a el escritorio, la chica apartó la vista del ordenador para mirarnos.

—Buenos días, soy Samell Albrigde. Pueden llamarme Same o Sam. Estoy aquí para ayudarlos a encontrar el empleo que desean—la chica tenia un acento lindo, como latino. —Tomen asiento.

Así hicimos.

—Hola, soy Anna, quisiera optar por un empleo, ya que mi madre esta pasando por la etapa de "valora las cosas antes de tenerlas" y quiere que reúna la mitad del monto para un auto— Mire a Sam, ella se veía amigable. —entonces quiero algo que no involucre cambiar popo de mini humanos ni llevarle cafe a divas sin corazón y mucho menos estar parada todo el día en una tienda de ropa escuchando los complejos de las que parecen modelos de Vogue.

Steve solo observaba.

—Bueno, acá tu tienes...—Se aclaró la garganta. —Perdón, acá tienes varias opciones, ya sabiendo lo que mas o menos buscas. Podemos ver que sirve.

Sacó un libro más grande que el de "DA RULES" de los padrinos mágicos.

—Mira, acá tienes todos los trabajos que ofrecemos. Puedes leerlos todos, analizarlos, hacer pros y contras, etc. Cualquier inquietud me lo dejas saber— me ofreció una cálida sonrisa y volvió su vista a el ordenador.

—¡Oh no! A mí no me dejas, ah ah. A Anna no se le deja sola con una enciclopedia de los dinosaurios, y tu no seguirás jugando el solitario, haciéndonos creer que haces algún documento importante, pero por favor en el reflejo de tus ojos veo el verde de las cartas.

Ella levanto la mirada alarmada y se inclino mas a donde yo estaba.

—Mire señorita Anna, esta bien le ayudaré, pero no digas eso muy alto que después la ogra me despide— Me dijo asustada.

—Bueno... Esta bien... ¿Espera? ¿La ogra?— Le pregunto.

—Si bueno, así le digo a mi jefa— Bajo la mirada, casi susurraba —es que ella tiene un carácter muy fuerte.

Se volvió a sentar bien y apagó la computadora.

—Mira, hagamos esto al estilo Anna.

—Oh oh...— Escuche que masculló Steve.

Abrí el super libro en una página al azar con los ojos cerrados y pase mi dedo hasta un lado de la página.

—Mi trabajo será...— Abrí mis ojos. —.... Una.... ¿Cafetería? ¡Si! Una cafetería, ¡es perfecto!

—Bueno buscare los datos, para presentar tu curriculum y que te den una cita próxim.....

La interrumpí.

—Oye, ya va. ¡¿No te molesta tener que hablar como secretaria todo el tiempo?!

—¿Como secretaria?— Me pregunto extrañada.

—Si, osea todas esas palabras difíciles y largas, todas intelectualosas.

Steve y Sam se miraron entre si y estallaron a carcajadas.

—Oh Anna, que loca eres —dijo Sam. —Bueno, como decía, te avisare para la entrevista cuando me den fecha, yo te llamo.

—Bueno pero que sea verdad, no seas de esas de "no llames, nosotros te llamaremos" —dije haciendo el gesto con mis dedos. —porque ya me se ese cuento de memoria.

—Tranquila, si te llamare, déjame consultar con el dueño y lo haré. Oh, y la cafetería se llama, "Le café riche" quiere decir, "el café riquísimo".

—Bueno en ese caso, ¡gracias!

Nos despedimos, y fuimos al aparcamiento.

Ahora queda esperar esa llamada.

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Nota de la autora:

Hola! Chicas, sus comentarios ABSOLUTAMENTE TODOS! Los ame!!!! Ok? Ok. De verdad no se como agradecerles cada uno de ellos. Cuando me pedían que subiera me daban ánimos para hacerlo rapidísimo jaja :) graciasx10000. Esta algo corto... Pero el prox si va a estar bueno #promise jajaja :)

Y buee!

Angie, fuera❤️

Angie, fuera❤️

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Un idiota para llevarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora