Al llegar, Jimin estacionó el automóvil en la cochera de la gran casa, antes de bajar del auto sin siquiera esperar a que SeokJin saliera, sabiendo que este lo seguiría de manera rápida.
Así lo hizo, saliendo un tanto acelerado del coche y casi corriendo para alcanzar al peliplata.
Cuando casi llegó a la sala de estar, sintió como su cuerpo fue empujado con fuerza contra la pared, ello le sacó un pequeño quejido por el golpe que casi lo dejó sin aliento; una mano lo tomó de los cabellos hasta inclinar su cabeza hacia arriba, y a continuación, unos labios impactaron contra los suyos de manera brusca, tomándolo en un beso desordenado y húmedo.
SeokJin soltó un bajo gemido por la repentina intromisión, pero todavía correspondió con la misma exigencia al beso.
Jimin fue el primero en separarse de los labios de SeokJin cuando la falta de oxígeno se hizo presente. Por un breve momento, lo observó desde arriba con una mirada fría, para después, acercar su boca a su oído y decir. —Al parecer, hoy mi día si pudo ir peor; primero, el maldito fraude a mi compañía que me hizo perder millones, y por si fuera poco, ahora me llaman del instituto porque de nuevo no has sabido comportarte. —Soltó con voz grave, misma que hizo a SeokJin temblar un poco.
Antes de retomar sus frías palabras, no pudo evitar reír sin gracia. —Y no solo eso, ¿sabes que tuve que dejar todo cuando me llamaron? Me has hecho perder tiempo que no tengo, sin mencionar lo preocupado que estaba pensando en que algo te hubiera sucedido.
Eventualmente, ni siquiera le dio tiempo de procesar las palabras, mucho menos de responder, cuando pegó su cuerpo aún más al de SeokJin, presionando un poco su rodilla contra la entrepierna del menor.
Lo observó, sus ojos un poco cristalinos por la presión al halar su cabellos, y los labios hinchados y rojos por el reciente beso.
Después, llevó sus labios hacia el cuello de Jin, donde empezó a dejar pequeños besos y leves mordidas que sabía, de una u otra forma dejarían alguna marca; lentamente recorriendo la yugular del castaño, mientras continuaba diciendo. —¿Sabes cuanto dinero recibe de mi parte el instituto dónde estudias? —Paseó su nariz por la zona, aspirando el dulce aroma que emanaba de él.
Mordiendo su labio inferior, SeokJin intentó no dejar escapar sonido alguno por las cálidas sensaciones que el toque del mayor estaba dejando a su paso.
Cuando Jimin no recibió respuesta a su pregunta, jaló con un poco más de fuerza los castaños cabellos de Jin, presionando por cuenta nueva su rodilla contra su entrepierna; ello finalmente fue el detonante para que este último dejara salir un largo e involuntario gemido. En cuanto casi pudo volver a pensar, logró murmurar un pequeño "mmhh" como afirmación a la pregunta antes hecha por el peliplata.
Jimin lo observó fijamente a los ojos, aún con sus dedos en sus castaños cabellos jalando firme, pero con poca fuerza. —Entonces, si lo sabes, al menos esperaría que te comportases y cumplieras con la única responsabilidad que tienes que es estudiar y sacar buenas notas ¿no?
SeokJin asintió como pudo, sin despegar su mirada del mayor. En el fondo de sí, anticipando lo que sabía, vendría después. Ansioso por el próximo encuentro.
Su corazón comenzó a latir desenfrenado por la emoción, y las posiblemente eróticas escenas que pasaron por su mente, no ayudando a la notable erección que pronto crecía dentro de sus pantalones.
Ante la respuesta positiva, Jimin se acercó aún más a él, su cálido aliento golpeando contra su rostro. Entonces, mientras su boca se dirigía poco a poco hasta posicionarse en su cuello, de manera baja, y lo que podría catalogarse como intimidante, dijo. —Así que si lo sabes ¿por qué no lo haces? —Finalizó, mordiendo la sensible zona para después dejar un suave beso en los labios de Jin. Mismo que lo dejó con ganas más. —Parece que mi pequeño necesita una lección ¿no es así?
SeokJin gruñó por lo bajo, recordandose cuanto odiaba que el mayor le llamase de esa manera, sin embargo, nada podía alegar, pues en esos momentos Jimin ya había entrado en su papel de dominante, y definitivamente, no quería arruinar el momento. No, cuando él mismo sentía el creciente anhelo de lo que posteriormente se le daría.
De un momento a otro, se encontró sobre el hombro de Jimin mientras esté los dirigía a la habitación. SeokJin se removió un poco en su lugar, pero entonces, lo que obtuvo fue una fuerte palmada en su trasero que no le ocasionó algún daño o dolor gracias a la ropa.
Cuando Jimin por fin llegó a la recámara, arrojó de manera poco delicada a SeokJin en el amplio colchón King Size.
Jin sintió la precipitada excitación aumentar en él al ver como el peliplata le observaba desde arriba, con esa mirada cargada de deseo. Aunque, debido a las consecuencias de sus actos, sabía que no sería suave ni mucho menos dulce, Park planeaba darle una lección por ser tan indisciplinado. Como cada vez que lo era.
Jimin tomó a SeokJin de los tobillos y lo arrastró al final de la cama, mientras, de manera rápida, lo despojaba de sus ropas hasta dejarlo completamente desnudo y a su merced.
Finalmente, observó al castaño recostado en la cama, apreciando su cuerpo perfecto y con curvas en lugares estratégicos; la pequeña cintura, su piel suave y nívea. Jiminbpensó en cuánto amaba todo de su chico, y aunque tenía el peor carácter, sabía que en la intimidad de su hogar, el SeokJin tosco, malhumorado y rebelde, desaparecía, porque ese era el efecto que Park Jimin causaba en él.
SeokJin gimió de forma baja al sentirse totalmente expuesto ante la hambrienta y deseosa vista del mayor. Amando siempre la manera en que lo observaba desde arriba, mientras aún continuaba vestido con su pulcro traje y su despeinado, y medianamente largo cabello negro.
—P-por favor, Jiminnie... —Pidió entre suspiros, usando el apodo cariñoso del que se había percatado, podía convencer al hombre para hacer cualquier cosa por él, pues sabía, cuanto amaba Jimin que lo llamara de esa manera cariñosa que casi nunca usaba.
Sin embargo, esta vez pareció no funcionar, pues Park había advertido que daría a SeokJin una lección, así que inclinándose un poco encima de él, lo tomó de la barbilla con una mano y acercó su boca a su oído, donde le susurró en tono bajo y sensual. —Oh no bebé, te dije que merecías una lección por lo indisciplinado que eres, y eso es justamente lo que planeo hacer...
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Undisciplined [MinJin]
FanfictionIntimidante, causa problemas e insolente, Kim SeokJin tiene la peor fama dentro del instituto. Sus compañeros le temen, sus profesores lo odian. Nadie puede detenerlo, porque para SeokJin, no existe "la buena conducta". Sin embargo, en la intimida...