Undisciplined [MinJin]

Capítulo 38

En esta noche significativa, la respuesta correcta es que sí puedo tenerte. Solo yo puedo tenerte.

Haré que sientas mi amor. Me probarás ahora.

Se que te va a gustar, cuando susurre a tu oído todo lo que siempre has querido escuchar.

Poco a poco nuestras respiraciones se acelerará y todo se volverá dulcemente sofocante en este pequeño espacio.

Cariño, haremos esto día y noche, solo confía en mí y sígueme esta noche...

Tomó todo de Jimin no venirse tan pronto las cálidas y vírgenes paredes de SeokJin apretaron su pene adolorido.

Contuvo el aliento, aferrando a SeokJin contra su cuerpo cuando el pequeño chico lloró. El se mantuvo quieto en su lugar, no quería lastimar a SeokJin, nunca podría hacerlo aún si el infierno se desataba en su mente. Nunca.

—Listo, bebé. Eres genial. Shhh. Necesitas relajarte cariño.

—¡Duele, Hyung! ¡Haz que se detenga! Mhg…

—Se que duele bebé, solo confía en mí. Mejorará, solo soporta el principio. Te aseguro que no me moveré hasta que estés listo.

Y lo haría. Jimin esperaría el tiempo que fuese necesario. Pero si Jin le pidiera dejarlo, Jimin haría eso también. No podía pensar más que en el bienestar de su pequeño chico.

Sin embargo, SeokJin no le pidió que se detuviera, lo cual honestamente sorprendió a Jimin. Él había esperado los golpes de Jin, que lo alejara y le gritara lo jodido que era. No fue así.

Jimin solo beso con dulzura la coronilla del menor mientras decía. —Solo respira, cariño. Te prometo que el dolor pasará y se sentirá mucho mejor.

Jimin fue paciente mientras esperaba, escuchando los bajos sollozos de SeokJin y sintiendo los delgados brazos del menor envolverse con fuerza en sus hombros.

Espero cualquier cosa que SeokJin pudiera decirle, o cualquier indicio de que se alejara y dejara todo.

Finalmente, el cuerpo de SeokJin pareció dejar la tensión y relajarse bajo él. Poco a poco sus músculos se aflojaron y el agarre en sus hombros, los pequeños sollozos aún permanecían pero SeokJin comenzó a mover un poco sus caderas, invitándole a moverse.

Muy lentamente y cuidadoso, Jimin comenzó a empujarse más profundo en el interior de Jin. Observó atento la reacción del menor pero este solo mantuvo sus dientes apretados mientras pequeñas lágrimas se deslizaban de sus ojos y asentía.

Todo lo que Jimin tenía que hacer era encontrar ese punto dulce que haría delirar a su chico. Una vez que hiciera eso, entonces todo estaría hecho. SeokJin ni siquiera recordaría el infierno de dolor.

De repente la boca de SeokJin se abrió y dejó escapar un grito silencioso, mientras Jimin veía la parte blanca de sus ojos cuando él menor echó su cabeza hacia atrás y rasguñó con sus pequeñas uñas su espalda.

Jimin sonrió. Había encontrado la próstata del chico.

—Está hecho. —Dijo, viendo cómo Jin se dejaba ir contra su cuerpo y gemía agudamente debajo de él.

Fue la vista tan más jodidamente erótica que Jimin jamás hubiera visto. En el pasado había estado con hombres y mujeres por igual, pero nunca había visto algo tan hermosamente excitante. Su pene se volvió más duro dentro de SeokJin, dolía sólo moverse lentamente contra él.