Undisciplined [MinJin]

Capítulo 21

¿Saben? Creo que editar estos capítulos con Film Out de fondo no fue buena idea... :')

[...]

Los gritos en la habitación contigua le hicieron abrir los ojos de golpe. Como cada noche, siendo ya una costumbre, Jimin ni siquiera sintió pesar cuando rápidamente quitó las mantas de su cuerpo para ir en auxilio del menor.

Esperó ver a un SeokJin removiéndose en la amplia cama, como usualmente sucedía. No obstante, esa noche lo recibió una escena completamente distinta a la ya conocida.

El menor lloraba en un rincón de la habitación, gritando una y otra vez. —¡Fue mi culpa! ¡Todo fue mi culpa!

Sus manos golpeaban los costados de su cabeza, sin deja de repetir el monólogo.

Era como si quisiera convencer a alguien; sus dolorosas suplicas y gritos desesperados hicieron el corazón de Jimin estrujarse.

Finalmente llegó hasta Jin, intentando cuidadosamente que dejara de golpearse.

—Jin. SeokJin. Jin. —Repitió su nombre una y otra vez, pero el menor parecía no querer salir del estado de transe en el que había entrado.

Simplemente continuó gritando, recalcando el hecho de que había hecho algo mal, y que era el único culpable.

—¡Fue mi culpa, ella murió por mi culpa!

Los golpes ahora se dirigieron a su frente, y Jimin notó la gran fuerza con la que el menor se golpeaba cuando intento tomar sus manos para evitar que continuara lastimándose.

Pero SeokJin se negaba a escuchar razón alguna, y Jimin sólo podía sentir su desesperación en cada palabra que gritaba.

Park estaba seguro de que los desgarradores sollozos que salían de los labios del menor le romperían el corazón a cualquiera que los escuchara; ni siquiera podía imaginar cuán inmenso era dolor que cargaba Jin en su interior, tampoco sabía cómo este había podido continuar viviendo con algo como eso; porque él, no se creía lo suficientemente fuerte para aguantar algo de tal magnitud. Por eso, no pudo evitar que sus ojos se inundaran de lágrimas no derramadas, mientras continuaba en su intento por calmar a SeokJin.

—¡No, no! ¡Yo la mate! ¡Ella no hizo nada malo, ella no nos abandono como tú piensas! ¡Fue mi culpa! ¡Siempre lo fue, él lo dijo! ¡Incluso fue por mi que me abandonaste! ¡Estabas harto y lo entiendo! —Sus palabras estaban cargadas de un dolor que era casi palpable.

Pero Jimin continuó su lucha por evitar que el menor se lastimáse más, quien ahora arañaba sus brazos y golpeaba su cabeza contra la pared. Los bruscos movimientos llenos de odio y cólera hacia el mismo SeokJin.

Tal parecía que su mente razonable había entrado en una especie de pozo sin fondo, que no lograba escuchar a nadie, y que ni siquiera era capaz de percibir el dolor físico que se auto infringía.

Desesperado por tranquilizarlo, y sabiendo que los gritos no servirían de nada, su única opción fue tomar el cuerpo del castaño y envolverlo entre sus brazos, evitando que estos se siguieran lastimando, aún si era él mismo el que ahora recibía los golpes en su espalda y los rasguños.

Jimin susurró palabras bajas, diciendo que todo estaba bien, que SeokJin estaría bien y que nadie le podía hacer daño ahora. Él no conocía mucho sobre su pasado, pero si estaba seguro que quien fuera aquel que le había hecho tanto daño a SeokJin, como para tener traumas emocionales y psicológicos de tal magnitud; lo seguía atormentando. Jimin sólo quería ser capaz de sanar las heridas y ayudar a SeokJin a salir adelante.

Sus promesas no eran ninguna mentira, y realmente lo haría con tal de no volver a presenciar una escena como esa.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, por fin logró relajar lo suficiente a SeokJin para que no continuara lastimándose.