Capítulo 3

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La luz de la ventana irrumpía en mi habitación, y se ve que pegaba contra algo, porque un pequeño rayo de sol chocaba contra mis ojos. Eso hizo que me despertara antes que la alarma, por suerte hoy era Viernes y puedo salir de rumba.

Me quedé mirando el techo pensando en una película que no me acuerdo como se llama, pero que vi hace tiempo. Trata sobre vampiros y hombres lobos, estaba también el monstruo de Frankenstein y creo recordar a Hugh Jackman, bueno en fin, era muy buena peli...

Algo empezó a vibrar a mi lado, era mi celular avisando de que era hora de ir a la escuela. me paré junto a mi armario que llevaba años posado en ese lugar, ya pedía un cambio; escogí un lindo vestido negro de mangas largas, busque unas cancanes transparentes con corazoncitos negros a juego y el toque final, mis queridos borcegos. Tome mi mochila y la colgué a mis hombros.

Las escaleras crujían bajo mis pies, cada escalón destellaba una nota musical diferente.

Al llegar al living me encontré con la familia ideal.

-Hola cruella-, dije mirándola, ya ni se inmuta por lo que le digo- Hola bobalicón-, el torpe estaba sentado en la mesa y me miró sin entender- Hola papito lindo-, mi padre me miró ceñudo pero luego me sonrió de lado.

Ninguno contestó. Igual era esperado viniendo de mi. Claro que clave aclarar que luego Vilma se queja con mi querido padre, lo clásico.

-Rudy hoy no irás en tu bicicleta-, debió notar la cara de culo que le puse porque aclara-, Iras con Kilian y no hay peros.

-Bueno yo conduzco.

Todos se miraron extrañados.

-Tu no sabes conducir.

-¿Quien dijo?

-Yo no te enseñe.

- Por eso mismo, tu no me enseñaste,- hice mi sonrisa angelical.

Bueno quizás menti un tantito. Se mas o menos, me falta agarrarle la mano y ya estoy.

-De igual modo el auto es de Kilian y maneja el.

-Okey como digas.

Lo mire al torpe que seguía disfrutando de su desayuno.

-Eh... ¿piensas seguir tragando o nos vamos?,- JA pobre lo que le espera.

Salí a pasos largos hasta su auto, que por cierto y como dije antes era muy bonito. Para mi sorpresa este se encontraba abierto, asique me subi al de copiloto, se caerían de culo de lo bueno que estaba el interior, tapizados de cuero negro, el volante era tan digno y exquisito.

De pronto escucho que abren la puerta, me sacaron de mi ensueño. Kilian se subía al auto. Mire hacia un costado pensando en el día largo que se me vendría.

-Escucha Rudy, tengo unas cositas que decirte,- gire mi cabeza extrañada, ¿el decirme algo?,- Primero ya fui demasiado bueno contigo y estuve dejando pasar varias cosas, no soy el chico que piensas, soy jodidamente igual a ti. Segundo, no te pases de lista conmigo, porque yo también sé jugar.

A todo esto, todavia seguiamos en la puerta de mi casa y yo con la mandíbula hasta el piso sin creer lo que este torpe acaba de decirme.

-Bueno si quieres jugar, juguemos,- asintió y puso en marcha esta nave, dirigiéndonos hasta la escuela.

Lo primero que vino a mi cabeza no fue una gran idea, pero dado que el no me conocía, decidí hacerlo.

Estire mi mano hasta tocar su pene por encima del jean que por cierto era bastante fornido, caray.

Wabi SabiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora