Capítulo 4.

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Pase la mayor parte de la tarde preparándome para esta noche, eran más de las siete de la noche así que apliqué los últimos toques. Tomé un bolso a juego con mi vestido y guardé cosas escenciales, al tomar mi teléfono una notificación llegó.

Esperó verte esta noche.

N. E

No reconocía el número telefónico pero sabía perfectamente quien era.

El timbre de mi departamento me saco de mis pensamientos, tomé el resto de mis pertenecías y salí de la habitación.

Al abrir la puerta me encontré con Caleb.

— Estás hermosa - dejo un suave beso en mis labios.

— Gracias.

— ¿Vamos? - asentí.

Al salir cerré la puerta y nos dirigimos hacía el auto de Caleb, sin duda alguna esta noche prometía muchas cosas.

Nathan.
Al llegar al lugar donde sería la fiesta todas las miradas se dirigieron hacía mí. Fotógrafos y reporteros intentaban sacarme información para algún chisme barato pero jamás lo conseguían.

Estaba nervioso pues había cancelado mi reunión con Elizabeth, incluso me había inventado un excusa barata.

— ¿Estás listo? - Ian apareció a mi lado.

— Estoy nervioso, no quiero perderla de nuevo - un suspiro salió de sus labios.

— Aún no la recuperas, sabes donde esta pero ya no son una pareja Nathan. Hable con ella y en realidad ésta enamorada de ese chico - sus palabras fueron un golpe sólido.

— Lo sé, su mirada se ilumina cuando lo ve. El brillo en su mirada es el mismo que tenía cuando estaba conmigo - baje la mirada.

— Se ve realmente hermosa... - Sebastián apareció a mi lado.

— Y jodidamente sexi - Alex terminó su oración.

Elevé mi mirada y entonces ella apareció en mi campo de visión, llevaba un vestido rojo pegado a su perfecto cuerpo, su cabello perfectamente peinado y unos zapatos altos que le aumentaban unos centímetros más. Todo en ella me llamaba, sus hermosas curvas, sus piernas trabajadas, sus labios con ese hermoso labial y sus pechos que gracias al escote del vestido eran un poco más visibles.

Quería ir hasta ella y unir sus labios a los míos, quería hacerla mía como lo hacía antes, quería tenerla entre mis brazos una vez más, quería que se quedará a mi lado para siempre.

— No se ustedes pero yo iré a saludar, nos vemos - Alex tomó la iniciativa.

— Te acompaño - Ian se unió.

— Vamos Nathan, te mueres por ir - Sebastián tenía razón.

— Vamos - respiré profundo y me acerque hasta ella.

— Hola - Alex fue él primero en saludar.

— Hola - Elizabeth correspondió a su saludo felizmente.

Divorciada Del SexoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora