27. Relaciones Prohibidas: Padre e hijo

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Tony estaba asustado. Asustado y desesperado. Su matrimonio con Steve pendía de un hilo, habían demasiados problemas, peleas y diferencias que ninguno podía ignorar ya. Pero Tony tenía miedo de que otra persona se alejara de él, de otra vez quedarse con el corazón roto y solo. Eso le llevo a tener una idea retorcida y desesperada.

Un hijo.

Un bebé les mantendría unidos, Steve no se iría de su lado, le retendría, no le dejaría si tenían un bebé juntos.

Así tan desesperado y asustado decidió ir a un orfanato, la forma más rápida posible de tener un bebé, necesitaba esa criatura ese mismo día. Viajo lejos para que nadie pudiera verlo y finalmente a las fronteras del estado de Nueva York llegó a un orfanato.

Saint May's Orphanage.

Un gran edificio de piedra con tejado de madera, con un gran jardín, con hiedras creciendo en las fachadas de piedra. Entro y espero en el recibidor a que alguien le atendiera.

-Buenos días. –Una voz joven le llamo. Tony se giró hacia el dueño de la voz, un chico de quizá quince años, cabello ondulado en las puntas de color castaño, grandes ojos brillantes, piel clara y perfecta, lleva un jersey de lana bastante grande y unos pantalones oscuros de pana, todo parece de segunda mano. Pero aun así el chico es hermoso. Se sacude esa idea de la cabeza enseguida- ¿Le puedo ayudar en algo?

-¿La Madre May está aquí? –Pregunta Tony con ansias-

-Sí, le acompaño al despacho de la Madre May. Sígame señor Stark. –Le dice el joven. Claramente le conoce, es decir ¿Quién no? Pero ¿Él quién es?-

-Gracias, eh...

-Peter. Solo Peter. –Responde sin girarse, siguiendo su camino al despacho de May-

Peter se detiene en la puerta de madera oscura, toca tres veces y luego se gira a Tony.

-Puede pasar. –Le dice antes de irse por donde vinieron-

Tony entra en el despacho y ve a una mujer mayor, con el pelo totalmente blanco recogido en un moño, arrugas en el rostro por tanto sonreír, ojos claros y brillantes, y ropas de monja.

-Adelante. Siéntate. –Le dice la mujer- Supongo que no has venido a confesarte hijo mío...

-Señora, necesito... quiero... -No sabía cómo terminar la frase- ¡Necesito un hijo!

-Oh, dudo que yo pueda hacer algo por ti. –Le sonríe coqueta y divertida- aparte de mi avanzada edad hice un juramento con Dios.

-¡Usted no...! –Tony se sonroja. Toma aire y se calma- quería decir... Me gustaría adoptar a un niño de aquí.

-Lo sé. Pero ha sido divertido hacerte sonrojar. –Le dice la mujer- pero hay un problema...

-Por favor, no me venga con el cuento de que Dios no acepta a los homosexuales y todo el rollo ese. –Tony pone los ojos en blanco, obvio que todo el mundo sabe que Steve y él son pareja, y eso ha creado mucha polémica. Es decir, el Capitán América e Iron Man... Da de qué hablar- y mucho menos nos deja formar una familia y bla, bla, bla...

-No, no iba a decir eso Anthony. –Le dice la mujer tomándole confianza como si le conociera desde siempre- solo quería decirle que lo lamento pero ahora mismo no hay niños. En los últimos meses gracias a la ayuda de Peter hemos podido encontrar un hogar feliz para todos ellos.

-Vaya que bien... -Dice Tony un poco decepcionado, por otra parte se alegra de que no hayan niños sin hogar...-

-Pero...

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