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Narra Jennie

¡Hijos de Puta! ¡Y ya empezaban a caerme bien! ¡Sólo unos enfermos pondrían algo así a un  tazón de arroz! ¡En un puto tazón de arroz! Supongo que debieron poner algún tipo de somnífero en la comida. Morí de coraje. Lo único que recuerdo ( y muy apenas) es que un tipo me cargó. Sinceramente me valió quién fuera, tan sólo que nos sacaran de allí. Sabía que mis amigas no tenían una voluntad fuerte como la mía, y no soportarían pasar ahí. Jisoo se pondría cada vez más nerviosa, Rosé lloraría por las noches y Lisa quedaría tan callada que las personas olvidarían si alguna vez tuvo voz...

Quería evitar eso a como diera lugar...

Supongo que el somnífero nos mantuvo a las tres dormidas por bastante tiempo, lo que no me puedo explicar es cómo Rosé no se había despertado en casi dos días. Supongo que su mente no quería abandonar sus sueños, para que el dulce corazón de Rosé no llorara amargamente por la horrible realidad que estábamos viviendo. Era como si se estuviera deteniendo a sí misma para que no derramara más lágrimas.

Unas horas después, supongo, me desperté de golpe. Abrí los ojos y miré a todos lados posibles con intensidad. Me sentía miserable. Sabía cómo me veía. Me veía como lo que ahora mismo soy. Una torturada, una dañada, una muñeca rota, una muñeca tonta, una muñeca débil. Tan débil que no pude proteger a mis amigas.

Levanté la mirada levemente para ver si había alguien enfrente mío. Todo era oscuridad. La única lámpara que estaba encendida era la que me alumbraba por completo. Vi unos zapatos caros de hombre avanzar hacia el frente, y lo ví.

Tenía una piel morena clara, y una cara sorpresivamente agradable. Estaba sonriendo así que podía notar los hoyuelos en las mejillas que poseía. Tenía un traje gris también, pero completamente diferente a los otros dos que habíamos visto. Era él, él líder, el estúpido de RM. Parece que él notó que estaba despierta y no tardó en hablarme.

-Vaya vaya, despertó la pequeña perra del clan- dijo el tipo con una voz tranquila, pero con un toque de villanía. Iba a comenzar a insultarlo, pero recordé a Lisa decir que dejara de ser una maleducada, así que decidí optar por palabras no muy agradables, pero no insultos.

-¿Qué quieren de nosotras enfermos? ¿Por qué somníferos en el plato de arroz?- pregunté casi retóricamente. 

-Bueno, uno de los nuestros notó lo heridas que tenían todas ustedes, en especial la de rosa- dijo señalando a Rosé con la cabeza- y no quiso que las golpeáramos más, así que decidió usar somníferos para dormirlas.

-Gracias por la chispa de humanidad que nos tuvieron pero, diablos- dije una mala palabra sin querer, ups, no le digan a Jisoo- ¿Por qué estamos aquí?- pregunté retóricamente otra vez.

-Medio mundo se los ha dicho y no quieren entender- escuché otra voz. Era aguda pero hablaba con un agradable tono grave. También se acercó dejando ver a un joven de piel extremadamente pálida.

-Las necesitamos para algo, tan simple como eso.- No pude resistirme a su estúpido aire inalcanzable y lo quise hacer rabiar. 

-¿Y tú quién eres? ¿La mano derecha del jefe o qué? ¡oh, espera! Ya adiviné ¡Eres la sombra!- dije bajando la cabeza, con una sonrisa maliciosa.

-Serás estúpida, soy el que sigue en el rango de liderazgo- dijo muy orgulloso. Esa cara suya me hizo querer hacerlo rabiar aún más.

-Qué bonita forma de autoconvencerte. Se ve que lo tienes que hacer, porque de otra forma, te aseguro que te darías cuenta de que eres un completo imbécil- dije con una sonrisita burlona.

Entre Ases y Tréboles (BlackpinkxBTS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora