-Me alegra que hayas decidido venir -dijo Bill abriéndole la puerta de su casa -Eres bienvenida aquí.-Gracias -contestó Helena con una sonrisa, que Bill pudo notar, era un tanto forzada.
El hombre no sabía qué había pasado exactamente para que quisiera ir a vivir con ellos tan de repente, Helena no se lo había contado, sólo le pidió, por medio de un patronus, que fuera a buscarlas a la estación del tren. Cuando llegó allí la encontró con su hija dormida en el regazo y una maleta a su lado, durante el camino hasta la casa no hablaron mucho, pero pudo suponer por su actitud, que Malfoy había tenido que ver con esa decisión apresurada.
-Bienvenida, Helena -exclamó Fleur acercándose con sus hijas.
-Gracias -volvió a repetir la chica con la misma expresión.
-¿Sólo esto trajiste? -Preguntó tomando la maleta de las manos de su marido -Si quieres podría acompañarte después a donde vivías y buscar el resto de tus cosas -sugirió.
-Creo que estaría bien -murmuró Helena sin muchos ánimos de hablar del tema.
Fleur miró a su esposo de reojo como buscando apoyo, pero él sólo se encogió de hombros, por lo que la mujer no quiso insistir, sabía que algo no muy bueno había pasado allí, la expresión seria de Helena era prueba suficiente. Pero no iba a insistir, al menos no por el momento, Helena ya le contaría qué había pasado exactamente.
-Hola, Helena -dijo otra voz, y la joven al notar, al fin, a George parado en medio de la sala, pudo sonreír sinceramente.
Tantos años creyendo que había muerto por su culpa, que ahora al tenerlo frente a sí, le hizo recordar el día que lo vio por última vez…
Helena había tardado en dormirse esa noche, no encontraba una posición cómoda que le permitiera descansar debido a su hinchado vientre. La señora Molly le había enseñado durante esos meses todo lo que debería saber sobre su embarazo, pero el saber lo que debía hacer no era de mucha ayuda en ese momento en que sentía como si su pequeño bebé estuviera muy entretenido bailando dentro de ella.
Cuando al fin logró conciliar el sueño, un fuerte ruido la despertó. Se sentó en la cama, tomando su varita, al escuchar que el ruido se repetía proveniente de la planta baja. George entró en ese momento, agitado, varita en mano.
-Los mortífagos –susurró a toda prisa acercándose a ella –Nos atacan –La ayudó a ponerse la capa de Severus con la que ella siempre dormía abrazada, por aún conservar el aroma de su esposo, y salieron al pasillo –Debes esconderte con Ginny –la instó dirigiéndose a toda prisa a la habitación de su hermana comprobando que la chica ya no estaba allí -¡Carajo! –Exclamó exasperado.
-George –lo llamó Helena, pero no supo qué decir, nunca lo había visto como en ese momento.
Los ruidos empezaron a acrecentarse, por lo que sin perder más tiempo, el muchacho la tomó de la mano y corrió con ella por el pasillo de vuelta. No podían bajar por la escalera hacía la sala, eso ya era imposible, por lo que tuvieron que pasar por una ventana al final del pasillo. George se dejó caer primero, apremiando a Helena que lo siguiera; la chica rogaba a Merlín no errar los brazos de su amigo que la esperaba abajo. Se tiró sintiéndose sujetada inmediatamente por George, quien la guió a un cuarto escondido en el patio.
-No salgas por nada del mundo. Quédate quieta y no hagas ruido, -le advirtió –el cuarto está protegido pero no sé cuanto pueda aguantar.
ESTÁS LEYENDO
Aprender a vivir
Fanfiction¿Cómo sabes eso? -le preguntó al fin -Sólo una persona lo sabía, y él no tenía familia. Helena Potter no contestó de inmediato, se quedó mirando el fuego mientras aferraba contra su cuerpo la capa negra. Capa que Lucius conocía muy bien. -Yo soy...